Audi comienza a levantar su propio centro de baterías para evitar la dependencia asiática
La actual falta de semiconductores para automoción no es sino un aspecto más de una crisis mucho más amplia que incluye materiales de construcción, plásticos, vidrio y otros, además de la carestía de elementos como el gas, todo ello derivado directa o indirectamente de la pandemia y sus desórdenes sobre el comercio mundial.
Ciñéndonos al sector del automóvil, el problema de los chips está afectando con especial crudeza a los fabricantes europeos, que se han limitado tradicionalmente a importar de los países orientales estos y otros muchos componentes, mientras que los asiáticos, en general, capean de mejor manera el temporal. No hay que ser muy perspicaz para entender que la cercanía de los materiales -por no entrar en otras consideraciones- favorece a las marcas chinas, japonesas y coreanas, que están aprovechando la coyuntura para ganar posiciones en mercados como el del Viejo Continente.
La producción de baterías de alto voltaje para coches eléctricos es una de las cuestiones en que las firmas europeas exponen más claramente su dependencia de Oriente y, por tanto, su vulnerabilidad. De ahí que marcas como Audi hayan comenzado a dar pasos para autoabastecerse al menos a medio plazo, visto que la estrategia adaptada hasta hoy las ha colocado en una situación de lo más comprometida.
Los de Ingolstadt han escogido la planta de Neckarsulm, cercana a Stuttgart, como centro de referencia en tecnología de electromovilidad. Allí fabricaban ya baterías para sus vehículos híbridos enchufables (PHEV), así que ahora ampliarán y adaptarán estas instalaciones con el objetivo de afrontar el desarrollo de baterías de alto voltaje para coches totalmente eléctricos. Además, en 2023 entrará en funcionamiento un centro de ensayos específico para probar sistemas de almacenamiento de alto voltaje.
Las palabras de Oliver Hoffmann, responsable de Desarrollo Técnico de Audi, son cristalinas al respecto de la intención de la marca de sacudirse en la medida de lo posible la dependencia asiática: “Las baterías de alto voltaje y los motores eléctricos constituyen un elemento clave para la futura creación de valor en una industria automovilística en plena transformación. Por eso estamos ampliando sistemáticamente nuestra competencia en el desarrollo de estos componentes”.
Hoffmann prosigue: “Las estructuras para el desarrollo de baterías de alto voltaje para vehículos PHEV ya existen; por esa razón, la factoría de Neckarsulm está preparada para afrontar también el desarrollo de baterías para modelos de propulsión completamente eléctrica. El personal encargado del desarrollo de baterías de alto voltaje, en estrecha colaboración con el departamento equivalente en la sede de Ingolstadt, se ubicará principalmente en Neckarsulm”.
Formación avanzada en electromovilidad
Para que este proyecto cuente con estructuras sólidas que lo sustenten, Audi se dispone a ofrecer a los empleados del departamento de Desarrollo Técnico de la planta diversas oportunidades de formación avanzada en los próximos años. En el futuro centro de baterías, estos trabajadores, antes destinados en el departamento de pruebas para motores de combustión, probarán prototipos de nuevos módulos de almacenamiento de alto voltaje para diversos vehículos eléctricos, a partir de 2023.
El presidente del comité de empresa, Rolf Klotz, ve también con buenos ojos la transformación emprendida en la planta. “La decisión de ubicar el centro de desarrollo de las baterías en Neckarsulm es un primer paso importante para que el personal de Desarrollo Técnico de esta factoría tenga una perspectiva de futuro segura, incluso después de que dejemos de fabricar motores de combustión”, señala.
“En consecuencia, la marca apuesta por la alta competencia de sus empleados en Neckarsulm para configurar con éxito el futuro de la electromovilidad”, concluye Klotz. Desde finales de 2020, Audi ha formado a sus empleados del centro de Desarrollo Técnico en sistemas de almacenamiento de energía de alto voltaje, y en los próximos años se incorporarán cada vez más trabajadores a este campo, que tendrán acceso a diversas oportunidades de formación avanzada para convertirse en especialistas en la materia.
Los planes para Neckarsulm forman parte de una estrategia de mayor calado, conocida como Vorsprung 2030, por la que Audi se compromete a lanzar al mercado únicamente nuevos modelos con propulsión exclusivamente eléctrica a partir de 2026. La marca de los cuatro aros abandonará progresivamente la producción de motores de combustión interna a partir de 2033, y como resultado inevitable de ello transformará sus instalaciones y adaptará la formación de sus empleados: desde 2017, unos 28.000 trabajadores ya han recibido formación en materia de movilidad eléctrica.