Uno no es adivino, pero en su día aquel atisbo de pacto de hace unas semanas entre Fernando López Miras y Patricia Fernández lo califiqué, en la tertulia en la que participo semanalmente en Onda Regional, como un alto el fuego provisional. Y parece que, modestia aparte, no me equivoqué demasiado. La ausencia este viernes de la alcaldesa de Archena del congreso regional del PP evidencia que ese supuesto acuerdo estaba cogido con alfileres. Quizá por eso, en su momento, Patricia Fernández exigiera que se formalizara por escrito. “Que esto no es Podemos”, parece que le dijeron para quitarle la idea de la cabeza.
Es evidente que López Miras no ha satisfecho las exigencias de la alcaldesa, relegándola a una sola vicesecretaría, que se ha dejado vacante por si ella recapacitara un día de estos. Hay que tenerlos bien puestos para dar una espantada a lo Curro Romero cuando el cónclave de tu partido viene a abrirlo la secretaria general, Cuca Gamarra, y el presidente nacional, Alberto Núñez Feijóo, a clausurarlo. Sin embargo, ella lo hizo y no le tembló el pulso.
Lo cierto es que, desde hace unos días, se esperaba la presencia de Patricia Fernández en el Auditorio Víctor Villegas y, mira qué sorpresa, quien sí apareció fue Teodoro García Egea, recién nombrado presidente de la comisión parlamentaria de seguridad vial en el Congreso. Prueba de que en determinadas circunstancias se pueden echar pelillos a la mar y que las penas con pan son menos, son esos más de 92.000 euros anuales que dicen que el ciezano se embolsará por tamaña responsabilidad.
Fernando López Miras ha constituido una comisión ejecutiva y una junta directiva a su imagen y semejanza. Con el 97% del respaldo de los delegados -no se sabe muy bien por qué no del cien por cien, quizá porque hubiera sido escandaloso-, el presidente se encamina hacia las elecciones de mayo de 2023 con el respaldo de su militancia y, además, de la dirección nacional del PP porque parece que no cabe otra posibilidad. Dijo el viernes, emulando al andaluz Juanma Moreno, que aspira a gobernar sin depender de nadie, en clara alusión a Vox, si bien eso no deja de ser más un deseo que una realidad. Está claro que el partido de Abascal tendrá mucho que decir en esta Región en su momento, no solo a tenor de las encuestas sino porque eso es algo que se percibe a través del pálpito de la calle.
Como gesto llamativo, López Miras ha incorporado a la junta directiva a veteranos del PP a los que ya se creía felizmente jubilados y amortizados, en un guiño hacia ese sector que le reclamaba sumar porque “divididos y endiosados no conseguimos nada”, en palabras del expresidente Ramón Luis Valcárcel. Hay otra incorporación destacable, que es la de Rebeca Pérez como coordinadora regional del partido, un cargo al que aspiraba la propia Patricia Fernández y que, no se olvide, catapultó a López Miras a la presidencia en tiempos de Pedro Antonio Sánchez.
Volviendo a la ausencia de la archenera en el congreso, todo indica que la unidad de la que tanto se alardeaba -e incluso se intoxicaba- era apenas una entelequia. Llamó la atención en su momento que se introdujera al presidente de honor del PP regional entre el elenco de oradores. Y Valcárcel no desaprovechó la ocasión para recordar que “sumar es garantía de éxito, y eso está en manos de todos, pero sobre todo y muy especialmente de alguien que no somos todos”. Blanco y en botella.
El paso siguiente será comprobar si Patricia Fernández entra o no a formar parte de la lista electoral a las elecciones autonómicas de 2023. Su presencia se antoja fundamental si se quiere contar con ella en un futuro, a tenor de los resultados de mayo próximo y los consiguientes movimientos orquestales en la oscuridad que Vox disponga para articular una mayoría. A día de hoy, parece que la alcaldesa está rebotada -sigue sin abrir la boca públicamente- como consecuencia del incumplimiento de lo que se le aseguró obtendría si no optaba a ser candidata en el congreso: en torno a la mitad de puestos en la futura ejecutiva. Ella, recordemos, pidió que eso se plasmara por escrito. Y no se hizo. Ahora intuimos el motivo.
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