Tanto el expresidente murciano Pedro Antonio Sánchez, que tuvo que dimitir, como Pablo Casado cometieron el mismo error en el mismo sitio y con la misma persona. La entrevista que dieron a Carlos Herrera, el periodista de la COPE, determinó su futuro. El motivo creo que es sencillo. Ambos bajaron la guardia en una entrevista en un medio afín. El resultado a la vista está.
Al consejero murciano de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente, Antonio Luengo, le debió pasar algo parecido en su entrevista en televisión española con Lorenzo Milá. Antonio Luengo, poco acostumbrado a que pongan en dudas sus palabras, se encontró con un periodista incisivo, que se hizo de manera retórica la pregunta que nos hacemos todos cada vez que oímos el mantra del Gobierno regional. Después de 25 años de gobierno, de haber derogado leyes que protegían la laguna, resulta difícil creer que la culpa de todo la tenga el Gobierno de España cuando no está en el poder su partido. Este mensaje que llevan repitiendo hasta la saciedad no cuela. Así se lo dijo Lorenzo Milá que sabe bien de que va la cosa. No en vano, presentaba La 2. Noticias y el Telediario donde ya se preocupaba por el medio ambiente, hará ya más de veinte años.
Pero la cosa no termina aquí. Si hasta ahora hemos hablado de Antonio Luengo ahora nos toca hablar de José Miguel Luengo, el alcalde de San Javier. Entre uno y otro, al final, se cargan al Mar Menor, que no vive de la agricultura, como nos quieren hacer ver, sino del turismo, aunque este no pague páginas bonitas de publicidad. Todavía recuerdo cuando el alcalde de la localidad costera se subió el sueldo un 30% allá por 2016. Con esa subida de sueldo no me extraña que a él la laguna le importe poco.
Su interés está, por un lado, en las negociaciones con los tránsfugas -y ya da igual el partido, que si de Ciudadanos, que si de Vox-. Como si para convencerlos tuvieran que hacer algo más que enseñar el puesto; por el otro, en las fiestas, pero no las de su ciudad, sino las de la capital donde se sienta en el palco de la Batalla de las Flores y se viste de sardinero, mientras su ciudad va muriendo levantada por las obras, ahora que empieza el buen tiempo y podrían llegar turistas. Cálculo electoral lo llaman, a costa de sus vecinos. Veremos, porque los problemas no son pocos. En Los Pozuelos, sin ir más lejos, falta algo tan básico como el asfalto, por no hablar de la suciedad y eso que está al lado de la Universidad del Deporte. Pero, ¿qué podemos esperar de quien se plegó a su partido y consintió que le quitaran el aeropuerto a cambio de un museo de aviones?. Un genio.
Pero todo esto son granos de arena, la montaña que nadie señala es el estado del Mar Menor que va a ser la ruina para sus vecinos que se dejan la piel en sus negocios. Mientras, ellos apuestan por una agricultura que cada vez contamina más y que no nos deja trabajo. ¿Quién quiere trabajar por esos sueldos de miseria que pagan? No somos tontos, sabemos que el consejero es de El Mirador, donde se asientan las mayores empresas hortofrutícolas de la Región, pero: ¿cuántos de ustedes trabajan en ellas? Ya se sabe, para qué van a molestar. A quien hay fastidiar es a la clase media que se deja la piel trabajando en sus negocios. Quizás lo que busquen es que se devalúe la zona, como ha pasado con Los Urrutias o con Los Nietos. Cada día lo tengo más claro: si hubiera que ponerle título a un libro de terror sería 'Los Luengo'.
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