El PSOE murciano asegura que se podrían haber vacunado “altos cargos que están en Madrid”

El secretario general del PSOE-PSRM, Diego Conesa, ha asegurado que su formación está recibiendo datos e información “confusa de ”muchos ciudadanos y ciudadanas“ que señalan a ”altos cargos que están en Madrid“ que habrían inyectado dosis de vacunas ”que corresponden a la ciudadanía de esta Región. Parece ser que la trama llega más allá de nuestras fronteras“. ”También recibimos informaciones por las cuales es urgente una auditoría informática en el Servicio Murciano de Salud para asegurarnos que no desaparecen datos de vacunación de los altos cargos“, ha añadido.

Conesa ha indicado que la Región de Murcia no quiere el martillo del caso Bárcenas rompiendo ordenadores del Servicio Murciano de Salud -SMS-. “La ciudadanía necesita vacunarse, pero también necesita confianza y transparencia de la autoridad sanitaria, y el máximo responsable, de la gestión de la pandemia y de la trama de las vacunas en la Región de Murcia tiene nombre y apellidos y es Fernando López Miras”.

El dirigente socialista ha denunciado el descontrol en la gestión de la pandemia y en la vacunación por parte del Gobierno regional, que es único responsable sanitario en los últimos siete meses en la Región de Murcia. “Descontrol sanitario porque López Miras sacó pecho y mintió cuando hace siete meses dijo solemnemente que la Región estaría preparada para una segunda ola”.  

Conesa ha expresado que si López Miras no hubiera destinado “sus esfuerzos en confrontar con el Gobierno de España, en vez de aplicar toda su capacidad para tomarlas como máxima autoridad delegada del estado de alarma y del resto de sus competencias autonómicas, la situación de la Región de Murcia sería distinta”.

El portavoz también ha denunciado el “descontrol” en el proceso de vacunación, y ha asegurado que suministrarse dosis “por privilegios políticos y buscar luego una excusa tiene un nombre: corrupción”. Conesa ha dicho que lo que ha ocurrido en la Región con casi 500 vacunas, “es un hecho gravísimo que socaba los cimientos de la autoridad sanitaria y de la confianza de la ciudadanía en el proceso para salvar vidas de una forma justa y solidaria”.