“El derecho a decidir no tiene que ver solo con banderas, himnos o asientos en la ONU”
Sabino Cuadra (Amurrio, 1949) alavés de nacimiento pero navarro de adopción, lleva más de treinta años residiendo en la comunidad foral y hoy es el cabeza de lista de EH Bildu por Navarra al Congreso de los Diputados. Se muestra optimista de cara al próximo domingo pero sin abandonar la cautela. Convencido de que se puede sacar rentabilidad al cambio en Navarra tras las últimas elecciones forales, ve a los electores con ganas, aunque admite que el único objetivo de la formación es mejorar los resultados anteriores. Su mantra: el derecho a decidir de la ciudadanía en Navarra.
Conocido por su verbo incisivo en el hemiciclo, uno de sus últimos encontronazos con el presidente del Congreso, Jesús Posadas, tuvo a la Constitución como argumento. El ahora cabeza de lista por la coalición soberanista arrancó varias páginas de un ejemplar de la Carta Magna española. Finalmente no fue sancionado, aunque el incidente fue borrado del diario de sesiones. Cuadra recibe a este diario en la sede de EH Bildu en Pamplona. No aclara adónde irán a parar los votos en la sesión de investidura, pero tiene claro que la decisión que, en su caso, puedan adoptar en relación al futuro de Navarra, tanto a nivel de estatus, como de políticas sectoriales concretas (copago sanitario, fracking, desahucios) “irá a Misa” y el Gobierno central deberá acatarla como si fuera 'palabra de Dios'.
¿Con qué sensación llegan al 20D? ¿Auguran buenos resultados?
Estamos bastante animados y optimistas porque hemos visto que el mensaje central que Bildu llevó a las recientes elecciones forales y municipales tuvo un nivel de receptividad muy alto, aumentó el número de votos e incluso se disparó el de representantes municipales. Pero estamos sobre todo optimistas porque el mensaje que trasladó Bildu insistentemente es el que ha salido adelante. El del cambio político y social en el que sólo podían estar las fuerzas que realmente estaban por ello. PSN no era parte de la solución, sino que es parte del problema. Y ese es el mensaje que ha calado.
Ha habido un reconocimiento alto por parte de la ciudadanía navarra. En los 48 actos que tenemos previstos entre la precampaña y la campaña vemos que la gente acude, que es receptiva aun cuando el ambiente es frío. Los vemos con ganas, animados. Y todo eso hace que tengamos una sensación positiva y optimista.
¿Traducido en votos o escaños, se atreve a cuantificarlo?
Nuestro objetivo es mejorar los resultados anteriores y punto. Y en relación con eso estamos trabajando.
¿Se puede sacar, entonces, rentabilidad al cambio en Navarra?
Yo estoy convencido de que sí se puede. Al margen de que pueda haber sombras en ciertas cuestiones que se llevan a cabo, el pueblo navarro está viendo que se ha abierto una vía distinta y que se apuesta por el cambio político y social. Se ha debatido, por ejemplo, recientemente el proyecto de reforma en materia financiera y, sin duda, ahí hay un claro camino que se contrapone con el que ha llevado hasta ahora la derecha. Quienes hemos hecho esta apuesta en Navarra creo que vamos a salir favorecidos.
Y en la Comunidad Autónoma Vasca, ¿Qué creen que puede a pasar?
En Hego Euskal Herria [País Vasco y Navarra] en las pasadas elecciones, tanto en votos como en representación, EH Bildu fue la primera fuerza. Aún cuando luego en el Congreso nos robaron descaradamente el derecho a tener grupo parlamentario propio. Ha sido la quinta fuerza en importancia por encima de la del PNV y de UPyD. La intención con eso era clara: callar la voz de lo que nosotros representábamos, la voz de la Navarra y la Euskal Herria rebelde. No lo han conseguido pero sí que lo han obstaculizado en buena medida.
En estas elecciones, yo creo que cuantificar los planteamientos es imposible. Las encuestas señalan que el número de indecisos ronda el 45% o 50%, y hacer así una previsión es tremendamente aventurado. Lo que queremos es seguir trabajando en esta misma dirección de cara a conseguir unos resultados similares; parecidos o mejores.
¿Tienen clara ya su postura en relación al proceso de investidura?
No. Llevamos un programa claro al Congreso. Un programa que hace referencia en primer lugar al derecho a decidir. Para nosotros es esencial y aquí en Navarra estamos haciendo hincapié en ello. El derecho a decidir no tiene que ver con banderas, himnos o asientos en la ONU, que también. Tiene que ver, sobre todo, con el día a día de la ciudadanía navarra. En esta pasada legislatura, el Gobierno del PP nos ha tumbado 16 leyes. Un auténtico record Guinnes. Por eso, nosotros lo que queremos es que si Navarra decide algo en relación al copago sanitario, si tiene que haber o no, eso va a misa y Madrid se calla. Igual que si queremos que Navarra sea una tierra libre de desahucios. O si se decide que no es tierra de fracking. Es decir, que no venga Madrid imponiendo cuestiones que van en contra de la voluntad de nuestras mayorías sociales, sindicales o políticas como ya ha ocurrido con la reforma laboral, la de las pensiones, con la LOMCE o la ley mordaza…
Además queremos, también, que el Gobierno central se involucre, en contra de lo que ha hecho hasta ahora, en el proceso de paz de Euskal Herria. Los últimos cinco años han sido totalmente desaprovechados. Diría, incluso, que han estado intentando dinamitarlo. ETA ha abandonado definitivamente la lucha armada y la izquierda soberanista y abertzale ha dado numerosos pasos hacia adelante, y mientras tanto, por parte del Gobierno han seguido las ilegalizaciones, las torturas, los juicios, las condenas, la dispersión… Lo que queremos es que el próximo Ejecutivo tenga una postura activa y positiva en relación con este proceso. Que se puedan crear marcos de diálogo, de acercamiento y de acuerdo para solucionar definitivamente las consecuencias de este conflicto y apuntar hacia un futuro cuyas bases impidan que el pasado pueda repetirse.
En función de todo esto, de las respuestas que puedan dar los distintos partidos aspirantes al Gobierno, será nuestro voto. Aunque es evidente que entre las opciones no están ni el Partido Popular ni Ciudadanos.
¿Por qué concurren los cuatro partidos de la candidatura de Aldaketa/Cambio juntos al Senado y no lo hacen al Congreso?
Eso tendrían que responderlo Geroa Bai, Podemos e Izquierda-Ezkerra. Nosotros desde un principio apoyamos al cien por cien esta iniciativa surgida para encarrilar las elecciones al Estado por las mismas vías que se había hecho aquí un acuerdo programático de cambio político y social y un acuerdo que ha permitido tener un Gobierno para materializar ese cambio.
El futuro no es nada alentador para Navarra, para sus competencias, su soberanía. Por eso, poder tener en Madrid una alternativa conjunta al Congreso que intente llevar ese cambio político y social también allí nos parecía esencial, muy importante. Pero esto no ha sido posible, creemos, por razones de partido, en un caso, y por una situación de estrategia excesivamente centralista, dependiente de Madrid, en el otro.
En cualquier caso, nos quedamos con lo bueno. En el Senado ha sido posible. Vayamos, pues, e intentemos arreglar los entuertos y mantener esta postura unida ante lo que pueda venir.
¿Les ha sorprendido la alianza UPN-PP?
En Madrid he podido ver que, con mucha diferencia, el aliado más fiel cuantitativa y cualitativamente que ha tenido el Partido Popular en el Congreso ha sido Unión del Pueblo Navarro. En absolutamente todo: reforma laboral, reforma de las pensiones, ley mordaza, LOMCE, cinco presupuestos… UPN es el perrito faldero del PP, corretea alegremente a su alrededor y le ríe constantemente las gracias. Insisto, el PP nos ha tumbado 16 leyes forales y en la mayoría de los casos UPN ha aplaudido los recursos presentados. Lo ha demostrado, UPN es la fotocopia del españolismo rancio del PP. Que vayan juntos, no nos ha sorprendido para nada.
En su visita a Pamplona Mariano Rajoy ha asegurado que mantendrá intacto el Convenio económico de Navarra ¿Le creen?
Durante esta legislatura y en la campaña anterior Mariano Rajoy ha sido quien más mentiras ha contado. Lo mismo puede decir esto que lo contrario, llegando a un acuerdo con Ciudadanos. Sectores importantes del PP no están por la labor de mantener el Convenio económico y esa es una parte, también, de la verdad del PP.
Y en el caso de la Transitoria Cuarta [que permite una futurible incorporación de Navarra a Euskadi], también ha dicho que apoyará eliminarla en caso de que se dé una reforma constitucional
Ya veremos... dependerá de los resultados de las elecciones. Pondrá en la balanza aspectos positivos y negativos y tomará entonces una decisión. Rajoy es como Groucho Marx: “Estos son mis principios, si no le gustan, tengo otros”… Lo verbal de este señor no tiene mayor transcendencia.
¿Cuál es la posición de EH Bildu respecto a la relación Gobierno central-Navarra en el caso de las infraestructuras polémicas, ahora que no concurre en solitario?
Sí que es verdad que son distintas las posturas que mantenemos dentro del cuatripartito y en mi formación. Bildu, en el caso del TAV, ha sido bastante más crítico por razones ecológicas, de gasto social y de concepción de la comunicación; me refiero a tener un proyecto de tren social mucho más ajustado a nuestras necesidades y no dependiendo de proyectos estatales y centralistas. En cuanto al recrecimiento de Yesa, hemos estado en Madrid en contra y trabajando con la plataforma 'Yesa No' por razones múltiples, principalmente por su peligrosidad, pero también por una razón ecológica. Tanto el proyecto de Yesa como el de Itoiz tienen que ver con una nueva estrategia del agua. Con su privatización para ponerla al servicio de unos intereses dependientes de un uso mediterráneo centrado en el turismo y en una agricultura distinta. Y por último está el tema de las centrales térmicas de Castejón. Las hemos denunciado durante esta legislatura porque no garantizan los mínimos de seguridad. Y por supuesto, el polígono de tiro de las Bardenas… No hacen ni caso a nuestras decisiones y volvemos a lo mismo: Navarra, su derecho a decidir, su soberanía…
Derecho a decidir, insiste… ¿Se podrá hacer realidad a partir del 20 de Diciembre?
Por supuesto que vamos a trabajar por ello, pero sería ingenuo decir que lo vamos a tener en dos días. Solo hay que ver lo que está ocurriendo en Cataluña. Es un proceso que ha ido materializándose con el tiempo… no es un problema de conseguirlo a través de unas mayorías parlamentarias. Si no lo ligamos al mismo tiempo a un proceso de empoderamiento ciudadano y popular de movilización desde abajo, yo creo que va a ser difícil materializarlo, pero esa es nuestra apuesta.