Espero que este verano no sea un preámbulo del otoño político y mediático. Sobre todo porque, de cara a las citas electorales de la próxima primavera, convendría una buena dosis de cordura, objetividad, realismo y franqueza tanto por parte de los grupos políticos como de los medios de información. Ya que, de ser así, estaremos expuestos a interpretaciones surrealistas e interesadas de la realidad y de los diferentes hechos que la han conformado el panorama político-social actual. Es decir, la ciudadanía, el potencial electorado que decidiremos el futuro próximo de nuestra sociedad estaríamos sometidos a una ficción que traería sin duda consecuencias indeseadas.
Desde mi punto de vista, la próxima cita electoral tiene una importancia especial dada la debacle económica y social que hemos sufrido, particularmente, en la última década. Cada ciudadano, cada ciudadana, deberemos decidir si quienes han tenido el poder político otorgado por las urnas en las anteriores elecciones merecen otra oportunidad, si han contribuido a construir el modelo de sociedad al que cada uno aspiramos o no; si hay otras formaciones políticas que merecen nuestra confianza porque su quehacer diario y su propuesta coinciden con nuestras ideas e ideales.
He aquí el 'quid de la cuestión', la propuesta política que es una propuesta, social, económica, laboral, medioambiental... con la que cada grupo político acude a las urnas, en mi opinión, está avalada en gran medida por la acción y posición política de cada grupo en las instituciones y/o en los gobiernos en su caso, que es donde se toman las decisiones sobre el devenir de nuestra forma de vida y de relaciones. Por lo tanto, es evidente que podemos tener muchos datos para decidir quién desearíamos que ostentara el gobierno de cada ayuntamiento de Navarra y el de la comunidad autónoma. Sin embargo, de momento este análisis es prácticamente inexistente en las redes de comunicación.
Por esto, me tiene preocupada cómo ha ido y se está yendo este verano tan confuso, en lo político, en lo mediático y en lo atmosférico también.
Un día cualquiera, diferentes medios de comunicación lanzaban entusiasmados mensajes de recuperación económica. El referéndum en Cataluña y los trapicheos de Pujol nos llegan por los ojos y los oídos casi a cada rato.
Los ensalzamientos, elogios, vilipendios de líderes políticos y mesías que recorren los platós de televisión, que son tratados como si fueran gurús intentan entretenernos valorando quién es más joven, más puro pura, más o menos castizo o 'castoso', mejor orador u oradora, o está más cerca o lejos de la divinidad... Algo parecido ocurre en las redes sociales en las que también aparecen insultos, valoraciones gratuitas, informaciones sin contrastar que leen miles e incluso millones de personas.
Hemos tenido días en los que algunos partidos políticos han ofrecido ruedas de prensa mostrando su preocupación y oposición respecto a determinadas cuestiones sociales, medioambientales, económicas u otras en las que han hecho propuestas y definiendo una posición totalmente contraria la mantenida en las instituciones durante toda esta legislatura, votando e incluso decidiendo desde el gobierno respecto a las mismas en sentido contrario. Podría una pensar que ha habido un cambio de postura y llevarme una alegría o una sorpresa. Me temo que no es así. Es puro oportunismo, es esconder lo que se es para ir pillando voto o no perder demasiado. Es más, cualquiera puede salir diciendo lo que le dé la gana, nadie rascará en el pasado reciente y, aunque se rasque, estamos sometidos a la memoria de los peces, lo que vale es lo de hoy a faltar lo de mañana.
Estas ondas comunicativas intentan sin duda llevar a la población a una confusión soporífera. Intentan sin duda, que se confundan deseos con ideas, quejas y críticas con propuestas políticas, el descrédito sin argumento de unos con en el ensalzamiento de otros, el desastre con el oportunismo político, la desazón con la incertidumbre, las carencias con el miedo, etc. aprovechan nuestras debilidades humanas para encauzar nuestra ira y nuestro descontento hacia objetivos que se han elegido interesadamente.
No cabe duda de que a algunos y algunas les convendría continuar así, sin duda. Mas a muchos y a muchas más, no. En todo caso, deberíamos preguntarnos qué nos ha traído a esta terrible situación tan injusta para mucha gente y qué soluciones propone cada cual. Sin embargo, las corrientes comunicativas están centradas en personajes y mitos, de los problemas reales más bien poco. El paro persiste, los desahucios también, los contratos precarios están a la orden del día, los servicios públicos se deterioran, los derechos ciudadanos se cercenan, la banca privada continúa enriqueciéndose a costa de todos y de todas, los grandes beneficios empresariales disfrutando de jugosos beneficios fiscales, le especulación con el dinero público es constante, las grandes infraestructuras sin interés social continúan al alza, tanto que cualquier día expropian media ribera para traer un 'euroloquesea'. Estas cuestiones tan claras y objetivas no forman parte del debate mediático actual.
Mientras tanto, ahí está nuestro Gobierno de Navarra aprovechando la época estival, por ejemplo, para ampliar los conciertos con la enseñanza privada, incluida la que ofrece educación segregada mientras sigue en el aire la subsistencia de las escuelas municipales que imparten el primer ciclo de educación infantil, para recortar en políticas de igualdad, para ir haciendo pequeños cambios en los servicios públicos encaminados a la privatización de los mismos.
En este contexto, al poder político actual y aledaño no le conviene analizar qué ha pasado, por qué, quiénes son los responsables o que trabajo ha realizado, realiza y consigue cada opción política en oposición a las políticas actuales. Tabla rasa para todos y todas en un desprestigio colectivo e irracional que está calando hondo en la población. Es evidente a quiénes les interesa y quiénes provocan estas corrientes de opinión totalmente manipuladas.
Por lo tanto, mi adiós a este aburrido y plano verano informativo sin ninguna nostalgia.
Sobre este blog
Contrapunto es el blog de opinión de eldiario.es/navarra. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de la sociedad navarra. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continua transformación.
