Familiares de los fusilados por Franco recuerdan el 80 aniversario de ‘La Retirada’

La asociación de familiares de fusilados en Navarra Affna-36 ha celebrado hoy en Pamplona el 80 aniversario de la Retirada, una conmemoración que ha compartido con 22 asociaciones memorialistas de ambos lados de los Pirineos. Recuerdan que el 5 de febrero de 1939 el Gobierno francés abrió la frontera a los españoles represaliados por Franco. “Ha sido un acto sencillo, emotivo, sin alaracas. Hemos recordado a los cientos de miles de personas que tuvieron que escapar al exilio”, explica Jokin de Carlos, presidente de la asociación.

El homenaje ha sido a mediodía, “en un sitio muy especial, en el panteón-mausoleo republicano del cementerio de Pamplona, donde reposan los restos de más de cuarenta navarros no identificados desenterrados de las cunetas desde 2005”, indica Jokin de Carlos, que asegura que aunque no están identificados, tienen muestras de ADN de todos ellos, por si en el futuro aparecen nuevas pistas.

Canciones, poesía y una ofrenda floral para recordar a los represaliados de entonces, una tragedia humanitaria que ocurrió hace 80 años. “Pero tal y como está el mundo se repite la misma tragedia. El dinero y los ejércitos por un lado y la gente del pueblo que tiene que huir de un lado a otro para buscar una vida mejor o evitar la muerte”, denuncia el presidente de Affna-36, que recuerda que el nuestro “fue un país de inmigrantes hasta la generación anterior”.

Maite Rocafort, de la junta de Affna-36, nieta de Javier Rocafort, asesinado en Sangüesa en la represión del verano del 1936, ha sido la encargada de leer un comunicado en el que ha recordado que desde el comienzo de la guerra gentes perseguidas fueron cruzando la frontera, pero los primeros refugiados no llegaron hasta finales de 1938 y principios de 1939. “La caída de Catalunya en manos de los falangistas, el 26 de enero de 1939, fue el inicio del éxodo masivo”, explica. El 5 de febrero de 1939, las autoridades francesas abrieron la frontera para el paso de las personas exiliadas y casi medio millón de republicanos atravesaron la frontera -“un tercio de los cuales eran mujeres, ancianos y niños”- tras el aplastamiento de la Segunda República y la victoria de las tropas nacionales del general Franco.

La frontera se cerró definitivamente el 9 de febrero. “A partir de ese momento, la policía y los servicios de inteligencia de la dictadura franquista controlaron los pasos fronterizos; lo que en ningún momento impidió que el goteo de clandestinos se prolongara durante meses, e incluso años. Lo que indudablemente fue un dramático y multitudinario acontecimiento histórico se conoce en Francia, lugar de acogida de los prófugos, con el apelativo español de la Retirada”.

El campo de concentración de Gurs

Entre estas personas que iniciaban el exilio, se encontraba un buen número de navarros y navarras que fueron confinados, primero en las playas del Rosellón francés: Argelès-sur-Mer, Saint-Cyprien, etc. Y luego, muchos de ellos trasladados al campo de concentración de Gurs, en la Comuna de Béarn, Departamento de Pirineos Atlánticos, cerca de Zuberoa.

La entrada de Francia en la guerra, en septiembre de 1939, y la ocupación por los nazis, acentuó la represión de los exiliados e hizo que muchos de ellos terminaran participando en la Resistencia francesa contra la invasión alemana y luchando en el ejército francés hasta la liberación de París en agosto de 1944. Integraron la primera columna que entró en la capital. Casi 9.000 acabaron deportados a campos de exterminio nazis, y cerca de cuarenta navarras y navarros perdieron la vida allí. “Navarra les debe un reconocimiento y homenaje institucional, así como un monumento que los recuerde”, demanda Affna-36.

El Gobierno de Navarra, a través de la Dirección General de Paz, Convivencia y Derechos Humanos, ha programado para hoy dos pases del documental Camino a Gurs, que repasa la memoria de los internados en el campo de concentración tras la Guerra.