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Los 10 meses del 'Gobierno del cambio', en 10 claves

Uxue Barkos: "cuando llegamos al Gobierno nos encontramos mucha desidia, falta de planificación y telarañas en la caja"

N. Elia

Se cumple ahora un año desde las pasadas elecciones autonómicas y faltan un par de meses para primer aniversario del Gobierno cuatripartito. Y aunque resulta difícil abstraerse de las numerosas valoraciones políticas que todos los grupos se han lanzado a difundir, calentando motores en esta precampaña electoral, esta es una lista de las cuestiones en las que los navarros han sentido “el cambio” de un Gobierno que quiere hacer de dicha palabra su signo identitario.

1. El discurso apocalíptico cambia de bando

Aunque no puede decirse que esta cuestión influya decididamente en la vida cotidiana de los navarros, fue uno de los primeros cambios que se dejó notar con el acceso del cuatripartito al poder. Mientras estuvieron en la oposición, Geroa Bai, Bildu, e Izquierda Unida (y también Podemos desde su creación en Navarra) mantuvieron un discurso de críticas acérrimas al régimen de UPN. La máxima era que los casi 20 años de políticas de derechas dejaba en Navarra un panorama desolador en lo social y paralizado en lo económico, con unas arcas forales arruinadas. Por el contrario, el Gobierno de UPN tiraba de estadísticas comparativas para presumir de que Navarra ocupaba los primeros puestos en los ranking de indicadores económicos y sociales. Diez meses después de la cita con las urnas, y con los regionalistas acostumbrándose todavía a la dureza de los asientos de la bancada de la oposición, es UPN quien recurre al discurso catastrofista. La paralización de los grandes proyectos de infraestructuras, el revisionismo y centrarse en la construcción nacional de Euskal Herria son los hilos conductores de su argumentario contra el Gobierno que preside Barkos. Y la jefa del Ejecutivo se aferra ahora a los datos estadísticos (“en los últimos 5 años hemos perdido 1.100 millones de tesorería y hemos aumentado un 500% la deuda foral) para justificar el escaso margen de maniobra con que se ha encontrado al llegar al Palacio foral, o para presumir de gestión: ”En el último año, hemos sacado a 9.000 personas de la pobreza severa. Sólo por eso ya merece la pena“, mantiene.

2. A pagar toca

Aún no ha concluido la campaña de la Renta 2015 y los navarros no han sentido en sus bolsillos el mordisco que supondrá la reforma fiscal aprobada por el cuatripartito a los pocos meses de llegar al poder. Lo notarán el próximo año, cuando Hacienda ingrese los 127 millones de euros más que espera el Gobierno, y que saldrán del impuesto de Sociedades y de las 115.000 declaraciones del IRPF que se verán afectadas por esta subida de impuestos. La reforma fiscal sólo tuvo el apoyo del cuatripartito. Los socios estuvieron de acuerdo en la necesidad de mayores ingresos con los que poder afrontar sus compromisos recogidos en el acuerdo programático.

Pero esta vía de recaudación no es suficiente, mantiene Geroa Bai, así que se anuncian nuevas formas de pago como los peajes en las autopistas. En una contradicción flagrante con su trayectoria política sobre el cobro por usar las carreteras, Geroa Bai y Bildu son partidarios de nuevos peajes. Izquierda Unida y Podemos se niegan en redondo, avalados por el acuerdo programático que recoge acciones en favor de la gratuidad de la AP-15. Una ponencia parlamentaria sin presencia de medios será el foro donde los socios de Gobierno traten esta seria discrepancia.

3. Menos pobreza severa y nueva renta garantizada

Atendiendo a las estadísticas de propia elaboración del Gobierno, en 2015 hubo en Navarra 9.000 personas menos en situación de pobreza severa que las que se registraron en 2014. La cifra varía según las encuestas, pero la última estatal sitúa a Navarra como la comunidad autónoma con menor tasa de pobreza ya en 2014. Gobierno y oposición pugnan por atribuirse el mérito. Mientras tanto, el proyecto de ley de la nueva renta garantizada sigue su curso de participación pública con el objetivo de ser aprobado para el verano. Será uno de los proyectos estrella del Gobierno con el que mejorará la situación económica del 80% de los beneficiarios de la renta básica actual. Y, con todo, aún provocó discrepancias entre los socios del cuatripartito, puesto que no cumple al pie de la letra lo prometido en el acuerdo programático.

4. Batalla por la sanidad pública

Uno de los cambios más notables que ha propiciado el Gobierno de Barkos en materia de gestión sanitaria ha sido incluir en el Servicio Navarro de Salud (SNS) a los más de 7.000 navarros a quienes atendía la Clínica Universitaria, propiedad del Opus Dei, en virtud a un convenio que el Gobierno del cambio se ha negado a renovar. El dinero público que UPN invertía en pagar a la entidad privada para que atendiera a sus trabajadores regresa ahora a las partidas presupuestarias con las que el SNS atiende a todos los navarros. Y aún hay más, porque Salud tiene ya casi listo el plan para revertir a lo público la gestión de las cocinas hospitalarias, privatizadas por UPN y que supusieron un verdadero cambio a peor en las condiciones de atención a los pacientes hospitalizados.

Buscando la cuadratura del círculo, al consejero de Salud le salen las cuentas, según repite en el Parlamento. Las económicas y las de las listas de espera, que le han llevado a mantener duros enfrentamientos con UPN. El Gobierno mantiene que las listas de espera bajan y los regionalistas le acusan de “maquillar” las cifras.

5. Tiempos revueltos para la Educación

Si hay un miembro del Gobierno cuya gestión está dejando huella en Navarra es el de Educación, Eduardo Mendoza, máximo exponente del cambio prometido por el Ejecutivo y embajador de la polémica: apenas hay decisiones importantes que no haya tomado Mendoza y que hayan suscitado el acuerdo de los grupos políticos. Al contrario, Mendoza ha conseguido que hasta sus propios socios de Gobierno hablasen de la “necesidad de hacer pedagogía” antes de implantar cambios drásticos. Pero el estilo Mendoza ha levantado ampollas y dividido aún más el sector de la educación. Mendoza ha puesto en marcha todos los mecanismos a su alcance para propiciar la matriculación de alumnos en euskera y, al mismo tiempo, se ha propuesto evaluar la implantación del PAI en inglés del que tanto presumía UPN. Mendoza ha intentado dar la vuelta a las oposiciones de profesores que dejó UPN listas para convocar y ha fomentado las plazas en euskera todo lo que ha podido.

Su gestión ha conseguido que UPN ponga el grito en el cielo, que los padres afectados por los cambios en el PAI salieran a protestar a la calle, o que la oposición le acuse de “iluminado”. Pero también ha cosechado críticas entre sus propios socios, por no hacer todo lo que debería a favor del euskera, según Bildu.

6. Acuerdo para algunos cambios

La captación de ETB a través de TDT en toda Navarra fue otro de los cambios que trajeron consigo las primeras gestiones del Gobierno de Barkos. Y de la misma forma en que los socios del cuatripartito estuvieron de acuerdo en felicitarse porque ver en Navarra, a coste cero, la televisión pública vasca era un signo de normalización de nuestra sociedad, también han estado de acuerdo las cuatro formaciones políticas en denunciar el atropello que, a su juicio, ha supuesto la obligación impuesta por el Ministerio de Industria a ETB para suspender sus emisiones. Aunque son aspectos que, básicamente, no tienen incidencia en la vida diaria de los navarros, coinciden plenamente los socios del cuatripartito en la necesidad perentoria que tenía la sociedad de volver a crear una comisión de investigación en el Parlamento sobre la CAN. Y también están completamente de acuerdo en que la celebración del premio Príncipe de Viana no tiene que contar con la presencia de los Reyes, sino que debe ser un acto más cercano al pueblo.

7. Discrepancias internas

Aunque el Gobierno ha tratado de minimizarlas, las diferencias entre los socios del cuatripartito se han sucedido en estos diez meses. En algunos casos, como en el de la nueva renta garantizada que se aprobará este verano, los cuatro grupos consiguieron llegar al acuerdo desde situaciones de partida no demasiado alejadas. Pero, en otros casos, encontrar un punto en común se antoja mucho más difícil. A las diferencias ya citadas en torno, por ejemplo, a la implantación de peajes en las autovías o al fomento del euskera, se suman otras cuestiones de escasa trascendencia para los navarros y muy delicadas para los políticos. Dos ejemplos recientes son el proyecto de ley de incompatibilidades, paralizado por la oposición de Podemos, que pide una normativa mucho más severa de la que quiere aceptar Geroa Bai, o el proyecto de crédito de más de 200.000 euros que ha pedido Economía al Parlamento para subvencionar a determinadas empresas y que Podemos no termina de ver con buenos ojos.

8. El socorrido recurso a la herencia de UPN

Todos los gobiernos lo hacen y el cuatripartito no ha sido una excepción. Se ha quejado amargamente de que “la herencia envenenada de UPN” le ha supuesto, por ejemplo, tener que lidiar con el Gobierno central para poder convocar las últimas OPEs, tener que pleitear con las empresas que exigen pagos millonarios en cumplimiento de contratos para infraestructuras que ni siquiera se han inaugurado, como el Pabellón Navarra Arena, o haberse encontrado “mucha desidia y telarañas en los cajones”, según ha señalado la propia presidenta Barkos sobre su llegada al Palacio de Navarra. Pero el paradigma de que el recurso a la herencia recibida es la solución más fácil para justificar una gestión propia deficiente la ha protagonizado estos días la cúpula del servicio de Bomberos, que ha dimitido en bloque debido a la situación en que UPN dejó hace diez meses el servicio. ¿Qué ha hecho el Gobierno del cambio para transformar esa herencia de UPN?

9. La unidad proclamada

A pesar de las discrepancias, los socios del cuatripartito se muestran unánimes al proclamar la unidad del Gobierno. Barkos habla de “acuerdos logrados entre diferentes” y el resto de las formaciones políticas reivindica el mantenimiento de su propio discurso partidista en un Gobierno que sabe permanecer unido en torno al acuerdo programático que firmaron hace 10 meses.

10. Candidaturas divididas

Tras el discurso de unidad que entona el cuatripartito llega la hora de elaborar candidaturas para las próximas elecciones generales. Y ahí es donde la unidad proclamada desaparece y cada formación presentará las listas que mejor responden a sus intereses políticos, que no coinciden exactamente con el interés político del Gobierno del cambio.

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