El Gobierno de Navarra ultima la redacción de una nueva ley de Transparencia que será aprobada en el mes de noviembre. La nueva norma, que se encuentra en su fase final de tramitación, incluirá un registro de lobbies, en el que tendrán que inscribirse todas aquellas personas o entidades que quieran reunirse con la presidenta o cualquier cargo del Gobierno foral. Una medida con la que se pretende dotar de mayor transparencia a la agenda de los miembros del Ejecutivo tras casos como el del empresario Antxon Alonso.
El vicepresidente primero y consejero de Presidencia e Igualdad, Félix Taberna, ya avanzó hace unas semanas que con esta nueva ley se busca regular de alguna forma los lobbies, figuras que ha son “legales” pero que a juicio de vicepresidente deben contar con “una regulación”.
Taberna ha alertado que la democracia atraviesa una crisis global de legitimidad. Un fenómeno que, a su juicio, “favorece el ascenso de los populismos y las corrientes autoritarias, al tiempo que socava los valores éticos que sostienen la convivencia y el sentido comunitario de lo público”.
Ha señalado que la erosión de los valores democráticos trasciende el ámbito político para convertirse en una auténtica crisis moral y civilizatoria. “Cuando se desvanecen los ideales que dan coherencia a la vida democrática, la sociedad entra en un estado de desorientación que la deja vulnerable ante discursos autoritarios o polarizantes”, ha subrayado.
Ante este escenario, el vicepresidente ha defendido que la ética pública de los representantes es el primer y más sólido baluarte de las democracias, ya que sin transparencia y sin ejemplaridad, no hay sistema político que resista el desgaste de la confianza ciudadana.
En este sentido, ha reivindicado que las políticas que promueve el Gobierno Abierto, basadas en la transparencia, la participación y la rendición de cuentas, constituyen una vía imprescindible para reconstruir la confianza y regenerar la legitimidad democrática. “Los poderes públicos solo alcanzan su verdadera fortaleza cuando se sustentan en una vocación genuina de servicio y se orientan al bien común”.
Taberna ha apelado asimismo a la unidad de los demócratas frente al desencanto y la fragmentación, y ha subrayado que “quienes creemos en la democracia debemos impulsar medidas regenerativas que trasciendan los calendarios electorales. Una democracia consolidada no puede ser rehén del corto plazo ni del cálculo coyuntural. Hay que pensar en las próximas generaciones, no en las próximas elecciones”.
El vicepresidente ha reivindicado el valor político de lo local, recordando que los ayuntamientos constituyen “la primera trinchera donde se defiende la democracia” y que concejales y alcaldes son “héroes de proximidad que, con su compromiso cotidiano y su cercanía, sostienen la vida comunitaria y preservan el tejido cívico de la sociedad”.