Navarra no prevé relajar las restricciones pese a la “tendencia de estabilización” de los contagios
Navarra no prevé a día de hoy suavizar las restricciones que la presidenta María Chivite aprobó hace dos semanas y que están vigentes hasta el 11 de febrero pese a que desde el Gobierno foral constatan la “estabilización y reducción a la baja de la incidencia de la COVID-19 en Navarra”. El vicepresidente primero y portavoz del Ejecutivo foral, Javier Remírez, ha señalado que pese a la mejoría de la incidencia en la comunidad foral, desde el Ejecutivo se está siguiendo una “línea de prudente optimismo”, por lo que no se contempla relajar las medidas hasta que se “consoliden” más los datos.
“Estamos viendo que las medidas tomadas por el Gobierno y la responsabilidad cívica provocan que estemos reduciendo los contagios, la tasa de positividad y el índice de incidencia”, ha apuntado Remírez, si bien ha matizado que “aún queda para que eso traduzca en una reducción en la presión asistencial”.
El Gobierno de Navarra esperará hasta el 11 de febrero, día en el que finaliza el periodo de las actuales restricciones para valorar aplicar otras menos restrictivas. Desde el Ejecutivo señalan que “serán proporcionadas a la situación” y siempre siguiendo una línea de “prudencia” ante “lo complicado” que es controlar la curva cuando está al alza.
Remírez también se ha mostrado prudente de cara a la Semana Santa y ha asegurado que el objetivo de Navarra no será salvarla o no, sino controlar el virus, que haya menor presión asistencial y menos fallecimientos y seguir con el proceso de vacunación“. Así, Navarra se une a otras comunidades como Euskadi, a la hora de optar por seguir restringiendo la movilidad durante la Semana Santa.
La vigencia del cierre perimetral en Navarra también finaliza en febrero y será entonces cuando el Gobierno foral valore prorrogarlo. Javier Remírez ha señalado que es una buena medida para “evitar la circulación del virus”.
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