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Las protestas contra el genocidio en Palestina y el equipo Israel se multiplican en una Vuelta a España blindada

Protestas contra el equipo Israel en la etapa navarra de La Vuelta.

Rodrigo Saiz

Larra-Belagua —
2 de septiembre de 2025 22:20 h

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Peio, nombre ficticio, corona a las 13.17 horas de este martes el puerto de Larra-Belagua, de primera categoría y meta de la décima etapa de La Vuelta a España de 2025. Lo hace enfundado en un maillot con colores rojo, verde, blanco y negro de la selección de un país muy concreto. “Vengo a apoyar a Palestina porque no puede ser lo que está haciendo Israel. 60.000 civiles han sido asesinados”, resume. En una mochila, guarda también una bandera que mostrará horas después, al paso de la carrera, en la que participa también el equipo Israel Premier Tech, escuadra contra la que se han multiplicado las protestas los últimos días. Detrás de una valla, otro hombre le afea que “se mezcla todo”, que una cosa es el deporte y otra la política. “Vete a Palestina a protestar”, grita. Sin embargo, miles de personas han aprovechado la ruta de una de las principales carreras ciclistas del mundo por Navarra para criticar el genocidio y, en particular, la presencia del equipo de color azul -como la bandera del país- en el pelotón.

No es el primer año que se organizan estas protestas, pero a diferencia de otras ediciones de La Vuelta, esta vez las plataformas de apoyo a Palestina se han aglutinado bajo la Plataforma para el Boicot Deportivo de Israel para coordinar acciones y lograr un mayor impacto en la opinión pública. Lo lograron en la quinta etapa, la primera en suelo español (la carrera comenzó con tres etapas en el Piamonte italiano y una cuarta en Francia), una contrarreloj por equipos en Figueres (Girona). Al paso de los ciclistas del equipo Israel Premier Tech, un grupo de personas ataviadas con banderas palestinas cortó el paso de los corredores en la carretera. También en las etapas que atravesaron Aragón y La Rioja, donde se vio a una gran cantidad de personas protestando.

En la décima etapa, con inicio y final en Navarra, Yala Nafarroa y BDZ Nafarroa, ambas integradas en Plataforma para el Boicot Deportivo de Israel, han organizado varias protestas “pacíficas” a lo largo del recorrido. Varias localidades como Burgui o Roncal se han adherido y han ornamentado los edificios municipales con banderas palestinas. EH Bildu, Podemos, Geroa Bai y las juventudes del PSOE han protestado igualmente. “Compartir y respetar las reivindicaciones en lo que tiene que ver con Palestina. Asistimos diariamente a un genocidio”, ha señalado también la presidenta foral, María Chivite.

En Aibar, a 86 kilómetros de la meta, los aficionados han prendido bengalas con los colores de la bandera palestina. El suceso más relevante se ha dado en Lumbier, a 75. Allí, la Policía Foral ha tenido que entrar en la carretera a retirar a varios aficionados que trataban de cortar la carrera. Dos personas han sido identificadas, según Efe. Desde la plataforma recalcan que el llamamiento es a realizar “acciones pacíficas”, pero “nunca a acciones que pongan en riesgo la seguridad de los corredores”.

A todo ello le han acompañado innumerables pintadas en el asfalto por todo el recorrido con mensajes como “Stop genocide”, “Israel asesina” o “Free Palestine”. En la carretera de ascenso a Larra-Belagua, desde horas antes, numerosas personas preparaban la reivindicación. “Se trata de mostrar nuestro apoyo a Palestina y nuestro rechazo a que un equipo que tiene lazos con el Gobierno de Netanyahu recorra nuestras carreteras blanqueando la imagen de Israel”, explica a elDiario.es Lidón Soriano, de Yala Nafarroa y BDZ Nafarroa.

Peio, con su maillot de la selección palestina.

También reclaman a las instituciones públicas, como el Gobierno de Navarra, que retiren su financiación a La Vuelta a España. Y es que pese a que la carrera está organizada por una empresa privada, Unipublic, cuenta con la participación de organismos públicos como Correos, Paradores o Loterías y Apuestas del Estado. Además, aquellas localidades que acogen una salida o final de una etapa pagan a la organización. La presidenta navarra, María Chivite, ha asistido a la salida, en Sendaviva, y a la llegada, en Larra-Belagua. En su opinión, hay que diferenciar a un equipo privado del Gobierno o de sus selecciones nacionales. “No es lo mismo”, ha manifestado.

Policía con el equipo

Tras el incidente de Figueres, los cuerpos policiales han reforzado la seguridad del equipo, explican a este periódico fuentes del Israel Premier Tech. Dicen estar “agotados” por la “tensión” que les genera las protestas de los aficionados. El director, el navarro Óscar Guerrero, contó en la Cope que uno de sus deportistas terminó llorando tras lo sucedido en Catalunya. Aseguran las fuentes consultadas -Guerrero ya no da más entrevistas- que incluso algún ciclista ha pensado en retirarse por este motivo, aunque la salida de George Benett el fin de semana fue por motivos puramente deportivos. “Dicen que los ciclistas no tienen la culpa, pero tú cuando fichas por un equipo sabes a quién representas. No es lo mismo llevar en la camiseta la bandera de Israel que Verdulería López”, apunta Lidón Soriano. 

Un agente de la Policía Nacional custodia los vehículos del equipo Israel Premier Tech.

Las salidas de etapa en La Vuelta son abiertas al público. Con unas mínimas normas, los aficionados pueden estar en el autobús de su equipo favorito y pedir fotos, bidones o autógrafos a los ciclistas. Sin embargo, solamente en uno hay una presencia policial permanente. Es el del Israel Premier Tech, blindado por una furgoneta de la UIP de la Policía Nacional. Este cuerpo se encarga de la seguridad de la carrera salvo en Catalunya -Mossos d'Esquadra-, Euskadi -Ertzaintza- y los pasos por el extranjero. La Guardia Civil de Tráfico se encarga del acompañamiento del pelotón. “Este año la cosa está mucho más movida que el pasado año”, confirma uno de los centenares de agentes desplegados en el evento.

En Alfaro, punto de partida de la novena etapa, en La Rioja, una mujer con una bandera de Palestina era seguida por dos agentes constantemente. Muchas personas han denunciado que la organización ha retirado banderas en estos días sin motivo alguno. El autobús del Israel Premier Tech es también el único que es escoltado por la Guardia Civil, tanto con vehículos rotulados como con otros camuflados.

En ese vehículo, de color azul, no aparece la palabra Israel. Tampoco en los coches de apoyo al equipo, como el que conduce Guerrero. “Desde noviembre de 2023 no lo llevamos”, indican en el equipo. Es decir, un mes después de octubre de 2023, el punto de inflexión en el conflicto. El nombre del país sí sale en el maillot, en los bidones o en las bolsas de avituallamiento. Una de las bicicletas tiene también una bandera pequeñita de Israel. Es la de Nadav Raisberg, el único de los ocho corredores de nacionalidad israelí. La plantilla total de la escuadra es de 32 efectivos y solamente tres son israelíes. En 2024, celebraron en la red social X que habían logrado triunfos -el último en Croacia- luciendo la estrella de David, que la lleva el campeón nacional como ocurre en el resto de países.

Bicicleta del corredor israelí Nadav Raisberg.

Imagen de Israel en el mundo

Fue en 2014 cuando un joven exciclista israelí, Ran Margaliot, que corrió en el equipo español Saunier Duval y cuya única victoria es en su país natal, y el empresario Ron Baron, quien fue anteriormente miembro de las IDF, el ejército israelí, fundaron el equipo bajo el nombre de Cycling Academy (posteriormente pasó a llamarse Israel Startup Nation y ahora Israel Premier Tech), un proyecto para formar a corredores de Israel y lanzarlos al profesionalismo. Poco después se unió al equipo con una importante inversión económica Sylvan Adams, un multimillonario canadiense-israelí, amigo personal de Benjamin Netanyahu y que en varias ocasiones se ha autodefinido como embajador de Israel. Es además miembro de la filial israelí del Congreso Mundial Judío, una organización sionista cuya sede central se encuentra en Nueva York. Reside en Israel desde hace décadas y utiliza su labor aparentemente filántropa para, como él mismo ha reconocido, mejorar la imagen de Israel en el exterior.

Y para esa labor ha utilizado al equipo ciclista, cuyo color corporativo es el azul. Gracias al capital que aportó a la estructura el equipo adquirió la licencia del extinto equipo ruso-suizo Katusha-Alpecin y subió a la máxima categoría del ciclismo internacional, la World Tour. También realizaron importantes fichajes como el del cuatro veces campeón del Tour de Francia, Chris Froome, lo que otorgó en 2021 al equipo Israel un importante salto cualitativo y mediático.

Pero el primero y mayor impacto lo consiguió antes, en el año 2018. Ese año Sylvan Adams logró, previo pago de 10 millones de euros públicos por parte del Estado israelí, trasladar las tres primeras etapas del Giro de Italia (una de las tres grandes vueltas del calendario junto con el Tour de Francia y La Vuelta a España) al Estado de Israel. La 'grande partenza' fue en Jerusalén, cuestión que acarreó una fuerte polémica por ser una ciudad que en gran parte está ocupada por el Estado israelí. La contrarreloj rozó pero no penetró la zona oriental.

El equipo descendió en 2023 a la 'segunda división' del ciclismo mundial. Pero el equipo no ha dejado de competir en las principales pruebas del calendario, incluida La Vuelta a España o el Tour de Francia de este mismo año. Lo hace por ser uno de los dos mejores equipos de la categoría Pro Team, una suerte de invitación automática salvo renuncia expresa.

Este es el argumento al que se ha agarrado el director de La Vuelta, Javier Guillén, para esquivar las peticiones de expulsión del equipo de las plataformas de apoyo a Palestina. Sin embargo, desde la Plataforma para el Boicot Deportivo a Israel, aseguran haber encontrado un resquicio legal que lo permitiría. Se trata del artículo 2.2.010 bis del Reglamento del Deporte Ciclista de la Unión Ciclista Internacional (UCI), que establece que la dirección de una carrera “puede rechazar la participación –o excluir de la misma– a un equipo o equipos o a sus integrantes cuya presencia pueda atentar a la imagen o reputación del ciclismo”. “Es evidente que este equipo daña la imagen del ciclismo”, sostiene Lidón Soriano. Este tipo de plataformas sí celebró que, a diferencia de en 2024, el Israel Premier Tech quedase fuera de la Clásica de Donostia, disputada pocas semanas antes de La Vuelta.

En 2022, cuando Rusia invadió Ucrania, en el mundo del deporte los equipos rusos quedaron excluidos de las competiciones internacionales. También en el ciclismo. Estrellas como Aleksandr Vlasov compiten pero sin bandera y ningún equipo de ese país ha sido invitado nunca más a ningún evento. Desde luego, no a los de primera línea. En Larra-Belagua, el capitán del Israel Premier Tech, Matthew Riccitello, estadounidense, ha entrado duodécimo en la etapa y es décimo en la general. El equipo es también décimo en la general por conjuntos. El único israelí ha cruzado la meta en el puesto 154º de 167, a casi media hora del ganador, Jay Vine, y muchas horas después que Peio, el ciclista con el maillot de Palestina.

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