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Los socialistas navarros continúan con su búsqueda de los 23 votos para María Chivite pese a las advertencias de Ferraz

Ramón Alzórriz, secretario de Organización del PSN.

Miguel M. Ariztegi

Los socialistas navarros continúan con su ronda de contactos para tratar de sumar 23 apoyos parlamentarios a la investidura de María Chivite en medio de una tormenta de declaraciones que tratan de acabar con el pacto antes de que se produzca. El PSN insiste con su discurso inamovible: buscar un “gobierno de progreso” para Navarra, y para ello hoy se ha reunido con Podemos. Sin embargo, las continuas menciones al agostazo de 2007 -cuando la dirección federal impidió al PSN pactar un gobierno con el nacionalismo moderado- por parte de sus hipotéticos socios, y a la autoridad última de la dirección federal en la política de pactos por parte tanto del secretario de Organización socialista, José Luis Ábalos, como de la vicepresidenta en funciones, Carmen Calvo, complican los acuerdos.

La necesidad de que EH Bildu al menos se abstenga en la investidura de Chivite es una línea roja que el PSOE, hoy por hoy, no está dispuesto a tolerar: Calvo insistía por enésima vez en una entrevista en La Sexta que son los “órganos federales” los que deciden los pactos, sean en Navarra o en Valencia, y que su partido tiene una “prioridad de situaciones” que empieza por el Gobierno de España. “Somos el único partido que lleva el nombre de España en sus siglas y sostiene la unidad territorial de las decisiones muy firmemente”. Ábalos, por su parte, calificaba de “muy responsable y muy sensata” la oferta de UPN de explorar acuerdos con el PSOE para evitar que los independentistas vascos y catalanes decidan en Navarra y en el conjunto de España.

La apuesta negociadora ha logrado, con todo, poner de acuerdo a dos políticos antagonistas: Albert Rivera y la presidenta en funciones de Navarra, Uxue Barkos, que por vías argumentativas diferentes han llegado a la misma conclusión: “Navarra no puede ser moneda de cambio”.

Consciente del ruido de fondo, el secretario de Organización del PSN, Ramón Alzórriz, ha asegurado una vez más que los socialistas estarán “a la altura” de la situación: “No vamos a fallar”, ha asegurado tras la reunión mantenida con Podemos en le Parlamento de Navarra. Y ha aprovechado para atizar a Javier Esparza, de quien ha dicho que tiene “matrícula de honor en alta traición”.

Contar con los dos parlamentarios de Podemos es el menor de los problemas del PSN en estos momentos. La formación morada sufrió una debacle a escala nacional el 26M, pero especialmente acusada en Navarra -pasó de 7 a 2 parlamentarios-, donde los electores castigaron con dureza sus disputas internas de la pasada legislatura. Alzórriz ha hablado de “buena sintonía” con los de Eduardo Santos, por lo que si mantiene su palabra, el PSN cuenta ya con sus 11 parlamentarios, los 9 de Geroa Bai -que todavía no ha dado un sí definitivo tras la reunión del miércoles, pero parece por la labor- y los dos de Podemos. Mañana viernes convencerán a Izquierda-Ezkerra. Aunque el sí de los tres partidos no es oficial, las tribulaciones de los socialistas navarros se centran en cómo convencer a sus propias filas.

“Buena sintonía” con Ferraz

Alzórriz ha acusado con dureza contra Javier Esparza, a quien ha cargado con todo el peso de la historia de sinsabores socialistas: sin mencionar el agostazo, ha recordado cómo Yolanda Barcina rompió el acuerdo de gobierno con los socialista de forma unilateral -y echó a Roberto Jiménez de la vicepresidencia del Gobierno-, cómo votó en contra de la moción de censura de Pedro Sánchez contra Mariano Rajoy -que por cierto sí apoyó EH Bildu -, cómo se opuso a los Presupuestos y, enun  último giro de guion, cómo “traicionó” a sus propios socios de Navarra Suma (Ciudadanos y PP) al ofrecer a Sánchez un cambio de cromos en las investiduras de España y Navarra.

En un esfuerzo por hacer ver la botella medio llena, Alzórriz insiste en que la dirección federal del PSOE no considera “un desafío” la ronda de contactos de los socialistas navarros: “Desde la llegada de Pedro Sánchez hemos tenido buena sintonía y la seguimos teniendo”, ha recalcado.

Por su parte, el secretario general de Podemos de Navarra, Eduardo Santos, ha señalado que este encuentro con el PSN, de algo menos de una hora, ha sido “cordial”. Ha reconocido que, al igual que Geroa Bai, tienen presente el agostazo  de 2007, “pero no podemos ir a una mesa de negociación con el planteamiento escéptico de que esto no va a salir; eso sería tanto como reconocer que el único gobierno posible sería el de Navarra Suma”. En cualquier caso, ha asegurado que Pablo Iglesias sí considera que “los pactos en Navarra se decidirán en Navarra”.

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