Beaumont espera que el Estado le informe en febrero sobre los movimientos la ladera de Yesa
La consejera de Presidencia, Función Pública, Interior y Justicia, María José Beaumont, espera que el Estado le informe de forma oficial sobre los movimientos que se siguen produciendo en la ladera derecha del embalse de Yesa. Las asociaciones Yesa+No y Río Aragón alertaron recientemente, basándose en los datos aportados por la propia Confederación Hidrográfica del Ebro, que los movimientos de la ladera derecha del embalse se habían incrementado durante el mes de noviembre del año pasado. La CHE, no obstante, no consideró significativo dicho incremento. Beaumont ha anunciado hoy que tiene pendiente un encuentro con los responsables del ministerio de Agricultura el próximo mes de febrero y que espera que, durante esta cita, el Estado le informe de forma oficial sobre la situación real del embalse y las medidas que tiene pensado adoptar la Administración central para garantizar la seguridad de las obras.
“Esperamos que, muy próximamente, podamos informar del resultado de la reunión y, en función del mismo, de las acciones que el Gobierno pueda y deba plantear para garantizar la seguridad ciudadana”, ha anunciado Beaumont. En su opinión, es necesario que el encuentro con el ministerio se celebre en febrero porque, ha explicado, “esta cuestión no puede dilatarse más”. Beaumont ha recordado que la obra es competencia estatal y que la comisión interdepartamental ya ha advertido movimientos tanto en las capas más profundas del terreno de la ladera del embalse como en las más superficiales. El territorio sobre el que se asienta la ladera del embalse “sigue siendo inestable”, ha alertado Beaumont.
También en relación con las obras de recrecimiento del pantano, la consejera ha informado en el Parlamento de que el autor de uno de los informes técnicos realizados sobre el recrecimiento de Yesa fue despedido por la Universidad de Navarra “por el mero hecho de haberlo elaborado”. El informe, crítico con el proyecto para recrecer el pantano, causó “incomodidad” en la Universidad de Navarra, “reconocida” por el propio centro docente, según Beaumont. La UN despidió a este técnico, ha informado la consejera, pero “el Tribunal Laboral de Navarra consideró improcedente el despido” y obligó a la Universidad a pagar la correspondiente indemnización.