Consultas populares sobre el futuro del polígono de tiro de Bardenas
Bardenas ya!, la iniciativa asamblearia de antimilitaristas que centraliza la lucha por el desmantelamiento del polígono de tiro de Bardenas, reclama un “proces bardenero”, es decir, “que decida el pueblo” en una consulta si quiere que la instalación militar continúe funcionando a partir de 2018. El año próximo toca revisar el convenio firmado entre el Estado y la Comunidad de Bardenas por el que esta entidad pre democrática alquila al Ejército las instalaciones del polígono de tiro, enclavado en un parque natural en la Ribera de Navarra, a cambio de un cuantioso canon anual. Según Bardenas ya!, “más de 70 colectivos políticos, sociales y sindicales de Navarra, Aragón y el resto del Estado están trabajando para que el 2018 pueda producirse una consulta popular” que influya en el futuro de las instalaciones militares. “Somos totalmente conscientes de las dificultades y para nada esperamos milagros”, reconocen. Sin embargo, no renuncian a la esperanza de ver las Bardenas libres de militares.
Las dificultades de las que habla este colectivo son muchas y muy variadas, pero comienzan, como casi todo, en el ámbito económico. El primer convenio firmado entre el Estado y la Comunidad de Bardenas para el uso militar del polígono de tiro se firmó en 2002 y supuso un pago de 3,6 millones a la entidad bardenera. En 2008 se firmó un nuevo convenio que duplicó el canon hasta los 7 millones de euros durante 10 años. Este acuerdo prevé la revisión del convenio en el año 2018, pero también incluye una cláusula según la cual el Estado se compromete a duplicar el precio del alquiler, que pasaría de 7 a 14 millones anuales, en el caso de que se le permita seguir utilizando las instalaciones hasta el año 2028. Es decir, lo que está en juego es que la Comunidad de Bardenas ingrese 140 millones de euros en la próxima década a cambio de permitir que el Ejército siga practicando en el polígono.
La segunda dificultad para poder influir en el futuro de estas instalaciones es, precisamente, la naturaleza de la entidad propietaria de los terrenos. La Comunidad de Bardenas es un ente formado por 19 ayuntamientos de la Ribera, los valles de Salazar y Roncal y el Monasterio de la Oliva, que reciben la condición de “congozantes”. La entidad se gobierna por una Junta cuyos integrantes gestionan los fondos que se ingresan, además de por el alquiler del polígono de tiro, por la gestión del Parque Natural en el que está enclavada la instalación militar. La Comunidad de Bardenas no depende orgánicamente de ninguna otra institución foral, no responde ante ninguna otra entidad jerárquicamente superior y ni siquiera la Cámara de Comptos ha conseguido auditar sus cuentas con el suficiente nivel de detalle desde hace 8 años. Los millones que anualmente le llueven desde el Ministerio de Defensa se reparten entre los “congozantes” de acuerdo con los criterios que fija su Junta directiva, sin tener que dar explicaciones a nadie.
Esta semana han concluido los cinco días de “Tormenta Sirio”, unas maniobras del Ejército del Aire con fuego real en el polígono de tiro de Bardenas Reales. Los pilotos han entrenado en “misiones aire-superficie” llevadas a cabo con armamento real en el Polígono tras haber reunido en la base aérea de Zaragoza a los cazas F-18 y Eurofighter de cinco alas españolas: la 11, de Morón; la 12, de Torrejón; la 14, de Albacete y la 46 de Telde, en Las Palmas, además de la anfitriona, el Ala-15 zaragozana, según ha informado el ejército con posterioridad a las maniobras. Además de las citadas misiones, se han “evaluado” también los procedimientos de otras unidades como el Escuadrón de Zapadores Paracaidistas, y vehículos no tripulados (drones) del Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo, con apoyo de personal técnico del Centro Logístico de Armamento y Experimentación, añade la nota del Ejército.
Pero la información militar no se ha difundido hasta que las maniobras con fuego real estaban prácticamente concluidas. Como en otras ocasiones, las instituciones navarras han tenido conocimiento de los ejercicios con fuego real en el polígono a través de las restricciones de paso anunciadas con antelación por el Centro de Información Turística de Bardenas.
Por esa razón, y aunque desde Bardenas Ya! se cuente con la colaboración de hasta 70 colectivos políticos, sociales y sindicales que están a favor del desmantelamiento del polígono, resulta muy difícil pensar que su influencia pueda ser eficaz frente a la autonomía total de la que goza la Comunidad de Bardenas como propietaria de los terrenos. El propio Gobierno de Uxue Barkos lleva en su acuerdo programático el objetivo del desmantelamiento del polígono, como ha recordado la consejera de Desarrollo Rural, Isabel Elizalde, recientemente en el Parlamento foral: “Desde el Gobierno de Navarra abogamos por la rescisión del convenio entre el Ministerio de Defensa y la Junta de Bardenas, y por el desmantelamiento del polígono de tiro”, señaló Elizalde de forma solemne. No obstante, reconoció a continuación, “ambas cuestiones dependerán siempre de la voluntad de las partes implicadas”, es decir, de la Comunidad de Bardenas y del ministerio de Defensa.
El Gobierno se esfuerza por ofrecer a la Comunidad de Bardenas otras posibilidades de uso de los terrenos que ahora ocupa la instalación militar. Elizalde se refirió concretamente a “prácticas agrícolas y ganaderas, iniciativas relacionadas con el uso turístico o actividades de educación ambiental, producciones audiovisuales y creativas”. También Patxi Leurza, de Geroa Bai, insistió en este punto: “Pedimos al Estado y a la Comunidad de Bardenas que hagan una reflexión conjunta y trabajen en buscar otras opciones que supongan desarrollo económico para los pueblos congozantes, que sean respetuosas con la zona y que fomenten el potencial turístico y natural de las Bardenas”, requirió.
Los pronunciamientos que desde el Parlamento reclaman el desmantelamiento del polígono de tiro se suceden desde que el cuatripartito suma mayoría. También se han presentado iniciativas en las cortes, como la de EH Bildu en el Congreso pidiendo el cierre del polígono, que en este caso fue rechazada con los votos de PP, PSOE, Ciudadanos y UPN. El caso es que, se aprueben o se rechacen, la eficacia de los pronunciamientos políticos es siempre la misma: ninguna. El colectivo Bardenas Ya!, sin embargo, no renuncia a la esperanza y confía en que las consultas populares que prepara puedan influir de alguna manera en la voluntad de la Comunidad de Bardenas de prorrogar el contato con Defensa para la póxima década.