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El Gobierno Foral convierte el empleo público en una baza “electoral”

Un examen de una oposición para maestro o maestra / Foto: Efe.

Garikoitz Montañés

¿El empleo público se ha convertido en una baza electoral? El anuncio por parte del candidato de UPN a la Presidencia del Gobierno de Navarra, José Javier Esparza, de que convocaría 900 plazas docentes en los próximos cuatro años ha generado confusión y polémica a partes iguales. Y, de hecho, la controversia continúa. Lo llamativo de ella es que los sindicatos, quienes más han criticado la cerrazón del Ejecutivo durante al menos los últimos tres ejercicios a convocar una oferta pública de empleo, sean especialmente críticos con este anuncio. ¿Por qué? Entidades como CCOO, Afapna y ELA censuran que, por un lado, los anuncios realizados por UPN en áreas como la educación, sanidad o el servicio de emergencias demuestran las necesidades de personal que habían venido denunciando y, por otro, que el anuncio se ha realizado para aprovecharse de la expectación existente y de forma precipitada.

El grupo parlamentario de Izquierda-Ezkerra precisamente ha criticado esta misma semana que el Ejecutivo ha destruido durante esta legislatura cerca de 1.500 empleos públicos. De hecho, la última convocatoria fue de Enfermería, y porque se realizó antes del anuncio del Gobierno central para reducir estas plantillas. Los sindicatos consultados coinciden en que el gabinete de Yolanda Barcina no solo ha cumplido a rajatabla las pretensiones del Gobierno central (el del PSOE anterior y el del PP actual) de adelgazar la Administración, sino que ha ido más allá. Por ejemplo, critican que mientras el Estado imponía una tasa de reposición de solo el 10% (eso quiere decir, por ejemplo, que 100 jubilaciones solo se sustituirían con 10 contrataciones), en Navarra ha sido “del 0%”, apunta el presidente del sindicato Afapna, Juan Carlos Laboreo. Y eso a pesar de que en otras comunidades (y sin tener todas las competencias en Función Pública como Navarra) sí se han buscado fórmulas para renovar la plantilla, algo viable siempre que el proceso no fuera recurrido desde Madrid.

La central, que agrupa a trabajadores y trabajadoras de las administraciones públicas, precisamente denunció en septiembre de 2014 que esta forma de apretarse el cinturón ha afectado a la calidad de los servicios públicos navarros, que han pasado de ser pioneros a “dormirse en los laureles”. Ahora, sin embargo, desde el Gobierno central se ha aflojado esa presión al dar luz verde a una tasa de reposición del 50% en algunas categorías profesionales. De ahí que desde UPN se hayan prometido novedades en empleo público en educación y sanidad (el consejero Morrás después precisó que haría una oferta pública de empleo, algo así como una radiografía de las necesidades, pero que esta rondaría las 100 plazas), pero también en la plantilla de Bomberos, donde se han anunciado 10 nuevas plazas.

Un anuncio, una polémica

Todas esas promesas, no obstante, han generado polémica, a pesar de que sindicatos como ELA reconocen que este tipo de gestos eran “previsibles”, como se refiere a la devolución de parte de la paga extra que se adeudaba a los funcionarios desde diciembre de 2012 o a estas promesas de empleo público. ¿Por qué quienes más las han solicitado, los sindicatos, son los que se han mostrado más críticos? Desde Comisiones Obreras cargan contra las condiciones en las que se ha realizado unos anuncios que tildan de “electoralistas”. “Primero, salieron diciendo que serían 900 plazas, en una sesión de trabajo frente a agentes del sector educativo; después, la oposición pide que la convocatoria se haga ya y Esparza asegura que puede haber buenas noticias antes de que termine la legislatura… Y nosotros siempre nos hemos enterado por la prensa”, critica el secretario de la Federación de Servicios a la Ciudadanía de CCOO, Cecilio Aperte.

Una de las cuestiones que ha indignado a los sindicatos es que esos anuncios se hayan hecho directamente a los medios de comunicación, saltándose la Mesa General (en la que están representadas centrales como CCOO, UGT, ELA, LAB o Afapna) y no informándole de hecho cuando habría sido habitual, que sería entre septiembre y octubre de 2014. De hecho, Aperte critica que las OPE han pasado de ser una cita regular a algo excepcional, de lo que ahora el candidato Esparza (“ya no parece consejero”, censura) intenta sacar partido.

Ha habido sindicatos que han criticado que ahora no es precisamente el momento de realizar las pruebas de las oposiciones, con gran parte del profesorado interino centrado en el curso escolar y sin poder preparar una convocatoria, por lo que aspirantes de otras comunidades que sí habían hecho este anuncio con anterioridad partirían con ventaja en caso de acudir a los exámenes en Navarra.

El malestar causado por este anuncio también se ha trasladado, por ejemplo, a la Agencia Navarra de Emergencias. Con la plantilla en pie de guerra por la falta de efectivos, y el Gobierno negando su necesidad, el anuncio ahora de que habrá una OPE de 10 plazas ha pillado por sorpresa a la Comisión de Personal (formada por CCOO, ELA-ESK, LAB y SBN), que a través de un comunicado criticó estos vaivenes y aseguró que no se necesitan 10 plazas, sino cuatro veces más.

“Están jugando con el futuro de mucha gente, tanto personal interino como aspirantes, a quienes anuncios como estos les puede cambiar la vida, porque despiertan unas expectativas y hay quien podría ponerse a estudiar ya”, apunta el responsable de servicios públicos del sindicato ELA, Iván Giménez. “Y, por desgracia, lo peor es que una promesa electoral es lo más barato de hacer. Puedes hablar de cientos de puestos y luego, desde la ciudadanía, solemos tener mala memoria cuando algo así se incumple, como si fuera simplemente algo habitual”, lamenta.

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