“Europa dejó olvidada la crisis de refugiados y no lo podía hacer durante más tiempo”
El auditorio de Civican, en Pamplona, acogerá el próximo 5 de octubre un visionado del documental El juego del escondite, dentro del programa Europa y Siria: crisis y desafíos. La película está dirigida por David Muñoz y cuenta con la producción de Acción Contra el Hambre. Además de la proyección, a las 19:30 horas, el acto también contará con la participación del fotoperiodista navarro Daniel Burgui, quien recientemente ha regresado de Grecia y Turquía tras colaborar con esta ONG en la misión de evaluación realizada en la zona sobre la crisis de refugiados.
El objetivo de este ciclo es no sólo analizar esta crisis humanitaria, sino también conocer las causas de un conflicto que surgió hace ya cuatro años. Uno de los portavoces de Acción Contra el Hambre en Navarra, Nicolás Noriega (Santander, 1978), explica sus impresiones sobre la situación actual y por qué Europa no puede mirar hacia otro lado.
¿Cuál es el objetivo de Europa y Siria: crisis y desafíos [organizada junto a Espacio Redo e Intermón Oxfam]? Europa y Siria: crisis y desafíos
Surge porque, desgraciadamente, es un tema de actualidad. Ahora en todos los medios se está hablando de la crisis de refugiados porque están llegando a Europa, pero nosotros teníamos ya este proyecto antes del verano, en torno a un documental que rodamos en Líbano en 2014. Se trataba de hacer sensibilización sobre la crisis humanitaria y la que hay en países vecinos a Siria a causa de la guerra. Y, cuando lo estábamos programando, surgió todo esto.
¿Se habla de la crisis humanitaria y no tanto de sus orígenes?
Lo que hay detrás es un conflicto político muy grave, en un país como Siria que lleva cuatro años en guerra. Y en ella intervienen, además de los bandos que hay en el país, esos pesos geo-estratégicos que son Rusia apoyando al régimen [se refiere al de Bashar al-Asad] y con países occidentales apoyando a rebeldes, aunque esto también se ha complicado más con la aparición de actores como el Estado Islámico. Ahora parece que hay pasos entre Rusia y Estados Unidos, pero está claro que este conflicto estaba presente y no se ha hecho nada hasta ahora.
No quedarse en la superficie es importante, y nosotros, por ejemplo, llevamos años trabajando en Líbano, en Jordania, Turquía… que son receptores de personas refugiadas, pero lo importante es que nos olvidemos de que este es un tema global. No vale con decir que esto afecta a Siria y a los países de su entorno, porque esto se está demostrando ahora, cuando la crisis está llegando a Europa: se calcula que en 2015 han sido 500.000 personas, pero esta es solo la punta del iceberg. Hay que pensar que solo en Líbano hay 1.100.000 personas refugiadas registradas oficialmente, y muchas más que no lo están. El país está al límite de su capacidad, y de ahí la actual tensión social.
Cuando la UE anunció el reparto de 120.000 personas refugiadas entre sus países miembros, ¿temió que eso generara relajación entre la opinión pública?el reparto de 120.000 personas refugiadas
No lo sé. Lo que palpo es que ha habido una reacción muy fuerte de la ciudadanía, que ha tenido el impulso de ayudar, servir y comprometer a los gobiernos, para que se llegara a compromisos más amplios que los que estaban dispuestos a aceptar en un principio. Como organización, pensamos que Europa tiene que tener un papel más importante que el que ha tenido hasta ahora, ir más allá de esos 120.000 refugiados, porque tenemos medios para hacerlo. Es nuestro deber. Este no era un tema prioritario para Europa, ni mucho menos, se dejó olvidado y ahora no lo podía hacer durante más tiempo porque… ha explotado.
Javier Aisa, periodista y cofundador del Espacio Redo, aseguró antes de la primera jornada del ciclo que aún espera la respuesta de los estados, porque antes se ha reaccionado por parte de los colectivos sociales y las instituciones locales. ¿Cree que ofrecerse como ciudad refugio surte efecto?aún espera la respuesta de los estados
Mueve luego que se tomen decisiones. A nivel político, si alguien no empuja, es difícil que se tomen decisiones y que se impliquen. Aunque por sí solo no basta, no es una cuestión únicamente de buena voluntad, sino que también hay que tener coordinación y una provisión de recursos. Y pensar a largo plazo, porque esto va para largo en una guerra que lleva cuatro años.
En principio, a mediados de este mes está previsto que llegue el primer grupo de 16 refugiados sirios a Pamplona. Al menos es un paso concreto tras la indefinición sobre plazos y cupos.a mediados de este mes
Ayudará a que todos somos conscientes de que esta gente está aquí, y no en Grecia y Turquía y que es algo que vemos por la televisión. Además, tendrán que integrarse en la sociedad y encontrar un modo de vida.