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“Si Podemos es sumiso a lo que diga Madrid, sería su final en Navarra”

El candidato de EH Bildu a la Presidencia del Gobierno de Navarra, Adolfo Araiz.

Garikoitz Montañés

EH Bildu presentó el pasado 11 de octubre de forma oficial a Adolfo Araiz (Tafalla, 52 años) como su cabeza de lista a la Presidencia del Gobierno de Navarra. En un momento clave, en el que la coalición puede formar parte de un cambio en la institución foral, llamó la atención la apuesta por el exintegrante de la Mesa Nacional de Herri Batasuna. Araiz está llamado a ser el referente en las posibles conversaciones con otras formaciones para propiciar que UPN no siga al frente del Gobierno de Navarra, algo que la coalición señala como su gran objetivo en estas elecciones forales.

¿Qué supone para usted la vuelta al Parlamento de Navarra (fue parlamentario de HB desde 1991, y miembro de la Mesa de HB hasta 1997, cuando fue encarcelado por una condena del Tribunal Supremo por colaboración con banda armada que, después, en 1999, fue anulada por el Tribunal Constitucional)?

Un reencuentro con la actividad política de primera línea, y, sobre todo, recuperar una ilusión por la actividad política e institucional.

Se ha recordado mucho su pasado tras su designación y cómo usted estuvo en el Parlamento en su época más difícil.

Creo que ahora no tiene nada que ver con el Parlamento que yo dejé hace 17 años, y cualquier comparación con aquello no es ajustada. En estos momentos la situación política tiene una diferencia fundamental, que es haber superado la violencia por parte de ETA, y eso ha movido el escenario político. Ya no existe aquella crispación sobre la violencia, sino otra diferente.

¿Se puede hablar de ETA en pasado?

Como organización que practicaba la violencia, por supuesto. Hace ya tres años que abandonó de forma definitiva la lucha armada, y ETA ahora tiene un papel de resolución de aquellas consecuencias del conflicto, que pasan por los presos, las víctimas y el desarme. Sobre esos temas debe posicionarse y moverse. Las formaciones que conformamos EH Bildu tenemos un denominador común, que es la apuesta por las vías pacíficas y democráticas.

En este nuevo escenario, y frente a la renovación que, por ejemplo, representaba la actual portavoz de Bildu en el Parlamento, Bakartxo Ruiz, usted parece una apuesta por aquella HB clásica.Bakartxo Ruiz

Esa es una lectura interesada y alejada de la realidad. Ya lo he dicho muchas veces: yo en su día parecía representar al sector blando de HB y ahora parece ser que represento al duro. Pero esos términos se han acabado.

Pero no negará que Ruiz parecía una apuesta de futuro, así que lo lógico podía ser elegirla como cabeza de lista.

Bueno, en el seno de la coalición valoraron mi propuesta, pero yo quiero poner en valor el papel de Bakartxo, porque no se va del grupo parlamentario y tendrá un papel protagonista. Su aporte ha sido importante en el desarrollo de EH Bildu.

Una crítica recurrente a la izquierda abertzale precisamente es a su sistema de elección de candidatos. Ahora que se habla tanto de Primarias, ¿no había cabida para un proceso así en EH Bildu?

La transparencia nos va a afectar a todas las formaciones políticas y se llegará a diversos sistemas. Las Primarias es uno más. Pero da la sensación de que con ellas se solucionan todos los problemas, pero en definitiva se trata de un instrumento más, con sus elementos positivos, como permitir a cualquier militante tenga esa voz, y que también pueden perfeccionarse. En este caso los cuatro partidos [Sortu, EA, Aralar y Alternatiba] han depositado su confianza en mí; y yo lo agradezco, aunque es algo que también me obligó a reflexionarlo, porque es una responsabilidad ser ese candidato y, máxime, cuando se puede participar en un gobierno o, incluso, llegar a presidirlo.

¿Bildu es, entonces, un partido institucional? Porque a la izquierda abertzale se le asocia más un papel de protesta, crítica con el poder e, incluso, de partido antisistema.

La izquierda abertzale y los partidos que forman esta coalición siempre han tenido una vocación institucional. Podemos ser contrarios al sistema que nació de la Constitución de 1978, pero no somos anti-institucionales.

¿Ve miedo por parte del bipartidismo al auge de EH Bildu?

Creo que no hay tanto miedo al auge de EH Bildu como a que el régimen se desmorone, a que UPN, PSN y PPN no sumen mayoría, y que emerja un cambio en el que Bildu tenga un papel importante.

Reconocerá que polémicas como la colocación de señales en Gipuzkoa, identificando como Euskal Herria varios lugares navarros, fomentan ese discurso de que, con EH Bildu, ‘vienen los vascos’.la colocación de señales en Gipuzkoa

Creo que UPN necesita un enemigo exterior, y por eso siempre ha utilizado ese discurso de Que vienen los vascos. Y lo seguirá explotando, a pesar de que es un discurso acabado. Nuestra propuesta [bautizada como Un nuevo tiempo para Navarra] rompe definitivamente con esa pretensión de anexión… Decimos que Navarra es sujeto político y que su ciudadanía tiene derecho a decidir, y de hacerlo con el Estado y con respecto a otros territorios vascos.

Esto encaja con la nueva cultura política de la que ha hablado Arnaldo Otegi.Arnaldo Otegi

Sí, aunque creo que Arnaldo se refería a algo más amplio. Pero tenemos claro que debemos partir de tres realidades institucionales, que son la CAV, Iparralde y Navarra, y cada una tiene su ritmo. Todo pasa por que el pueblo decida, y en este caso el navarro, pero no sé si en un plazo próximo o medio, sobre su propio estatus político.

La fragmentación del Parlamento es un clásico y, según vaticinan encuestas como la del Navarrómetro, va a ser mayor con la irrupción de Podemos. El gobierno en Navarra pasa por pactar. ¿Con quién puede hacerlo Bildu?la del Navarrómetro

Con todos aquellos que hablamos de un cambio político y social, y del fin del régimen.

Eso excluye al PSN, entonces.

El PSN es una parte del régimen y, probablemente, en estas elecciones puede perder su papel de bisagra. Desgraciadamente, siempre se ha autoexcluido de la posibilidad de un cambio, ha cerrado esa puerta y ha ido de la mano de UPN. No lo contemplamos como un agente del cambio. Nuestra apuesta es que UPN, PSN y PPN no sumen 26 parlamentarios, que haya otras combinaciones.

¿Aunque esa combinación no la lidere Bildu?

Habrá que esperar a que la ciudadanía se pronuncie y qué protagonismo nos otorga. Desde luego nos preocupa la reforma fiscal, cómo hacemos desaparecer el clientelismo por el que se caracteriza el régimen, la política lingüística, los recortes en sanidad y educación… Es en el programa donde debemos encontrarnos y ponernos de acuerdo en primer lugar.

¿Qué suma es la que hace usted para lograr ese gobierno? ¿Tantas fuerzas diferentes no puede resultar confuso?

Creo que debe haber cuatro fuerzas políticas: Podemos, Geroa Bai, Izquierda-Ezkerra y EH Bildu. Ahora había dos [se refiere a UPN y PSN], y sin embargo, creo que esas cuatro tienen más sintonía ideológica.

¿La elección de María Chivite como secretaria general del PSN no puede facilitar otro tipo de acuerdos? ¿La ve alineada con UPN?secretaria general del PSN

Creo que Chivite representa una línea de continuidad en el entendimiento entre UPN y PSN.

Con el PSN, el cambio fue imposible por las decisiones de Madrid. ¿No teme que con Podemos ocurra lo mismo, que las decisiones que se tomen aquí se veten en Madrid?con Podemos ocurra lo mismo

Yo espero que no. Creo que Podemos tiene que ver que puede ser parte del cambio, pero que en él hay otras fuerzas políticas. Si Podemos quiere caracterizarse por dar la palabra a su militancia, y la gente de Navarra mantiene esa apuesta por el cambio plural y sin exclusiones, y yo creo que la tiene, sería difícilmente entendible que tuviéramos un PSN bis. Si asume esa sumisión, creo que sería el fin de Podemos en Navarra. La oportunidad histórica para el cambio que se presenta ahora no puede ser despreciada por nadie, ni puede haber condiciones inasumibles.

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