Los vecinos de Yesa siguen sin noticias de las expropiaciones
Hace casi dos meses, los vecinos de las urbanizaciones El Mirador y Lasaitasuna conocieron la solución que el Ministerio de Medio Ambiente había encontrado para sus casas: incluir la expropiación en el proyecto de recrecimiento del pantano. Desde entonces, siguen a la espera y no han tenido ninguna noticia. “Con la excusa de que en agosto la administración cierra por vacaciones, nos dijeron que en septiembre, a la vuelta, nos dirían algo, pero seguimos esperando”, dice Jorge Holguín, representante de los vecinos que todavía no saben cómo se va a realizar la expropiación, ni en qué términos, y esperan día tras día a que se publique en el BOE la modificación del proyecto de recrecimiento.
Según el Ministerio, el primer paso es publicar el documento, que ya ha sido modificado en tres ocasiones, para someterlo a una fase de información pública. En ese momento comenzará el periodo de alegaciones, lo que va a retrasar la expropiación de las viviendas. De hecho, la asociación en contra del recrecimiento del pantano Yesa+no, que agrupa a vecinos de municipios como Sangüesa, Cáseda y la propia Yesa, ya ha anunciado su intención de alegar con el fin de parar el proceso de recrecimiento. Con todo y tras dos años esperando una solución por parte de Medio Ambiente, se alarga de nuevo el final del calvario de los vecinos de Yesa, como mínimo, hasta comienzos del año que viene.
Desde Madrid, el Ministerio todavía no ha facilitado ninguna información sobre el texto ni sobre las fechas y plazos que manejan para que la expropiación pueda ser efectiva, así que los vecinos continúan con la información que conocieron a finales de julio cuando fueron a reunirse con representantes de medio ambiente: que en septiembre, en general, tendrían noticias.
Dos meses de espera para unos vecinos que no ven el momento en el que puedan dar por finalizado el camino de más de dos años desde que les desalojaron por primera vez en febrero de 2013. Además, la intención de Yesa+no de presentar alegaciones alargará, sin duda, la espera de los propietarios de El Mirador y Lasaitasuna, que tienen dudas sobre las condiciones de la expropiación. A pesar de haberse reunido con Medio Ambiente, no saben en cuánto valorarán sus casas y sólo tienen la certeza de que no tienen el mismo valor que tenían cuando las compraron. Desconocen, por tanto, si con lo que les abone el Ministerio podrán comprarse otra vivienda o al menos cubrir los gastos de estos dos años de desalojo viviendo lejos del pantano.