Vivienda en Navarra: alquiler frente a propiedad
La política pública de vivienda apuesta en Navarra por el alquiler frente a la propiedad. La nueva ley foral de Vivienda que el Gobierno de Uxue Barkos quiere aprobar este otoño cuenta no sólo con el beneplácito de los cuatro socios de gobierno, sino con el visto bueno de la Asociación de Constructores y Promotores de Navarra, que representa a una parte muy importante del sector. El modelo generalizado de vivienda en propiedad podría pasar así a ser algo “viejuno” y del pasado, como consideró el presidente de la patronal española que ocurre ya con la posibilidad de tener un trabajo por tiempo indefinido. Para el Gobierno de Navarra, por su parte, el futuro de la vivienda está en el alquiler.
Y por esa razón, con una nueva ley que contará con 10,3 millones de presupuesto anual, el vicepresidente Miguel Laparra confía en que el parque de viviendas de alquiler protegido crezca en 1.600 viviendas en los próximos 5 años. La medida más llamativa que incluye la nueva ley son las rebajas en los precios del alquiler protegido, que además estarán congelados hasta 2018.
El régimen de alquiler protegido supone que el precio de la renta tiene un límite máximo y que el inquilino puede además recibir una subvención pública en función de sus ingresos. Para poder acceder a este régimen es necesario estar inscrito en el censo único de vivienda de Navarra. El Gobierno quiere hacer más atractivo este régimen con unas rebajas del alquiler protegido de entre un 8,05% y un 14,67% respecto a los precios de renta del año pasado. Esto significa que el precio máximo que podrá aplicarse en los contratos de alquiler en Pamplona y su comarca será de 5,40 euros por metro cuadrado útil de vivienda, y de 5,10 euros por metro cuadrado útil de vivienda en el resto de Navarra.
El sector de la promoción y construcción de viviendas en Navarra está reorientando su actividad en función de la débil demanda y de las nuevas directrices públicas en materia de vivienda. Si bien es cierto que en algunos barrios de Pamplona el paisaje ha vuelto a llenarse de grúas y operarios levantando edificios, como es el caso del Soto de Lezkairu o Ripagaina, y que están activas promociones de lujo en el centro de la ciudad, como Iturrama Nuevo, el resto del panorama es “un erial”, lamentan desde el sector.
Y los datos lo ratifican. Navarra y La Rioja han sido las dos únicas comunidades en las que ha caído la compraventa de viviendas en los seis primeros meses del año (12,7%), según los datos del Instituto Nacional de Estadística, INE. Y, aunque no desglosa los datos por comunidades, esta institución sí señala que en el conjunto del país se ha disparado la compraventa de viviendas usadas (22%) frente a la caída en la venta de viviendas de nueva construcción (2.5%) en los seis primeros meses del año.
Tampoco los datos sobre vivienda protegida son más alentadores. Según los que proporcionó el propio vicepresidente Miguel Laparra en la presentación de su nueva ley de Vivienda, en 2015 se vendieron en Navarra 673 viviendas protegidas, una cifra superior a las casi 580 que se vendieron en 2014. Este repunte de ventas, sin embargo, se queda pequeño al observar el parque de vivienda protegida que sigue sin venderse en la Comunidad foral: unas 700.
Rehabilitación y construcción
Por eso el sector acoge con buenos ojos la parte de la nueva ley de Vivienda que se destina a fomentar la rehabilitación de viviendas usadas. Según los datos del vicepresidente, la nueva ley podrá crear 1.800 puestos de trabajo al año, 500 de ellos en la construcción de edificios nuevos destinados a alquiler y otros 1.300 en el campo de la rehabilitación.
Para facilitar que las promotoras construyan vivienda protegida en régimen de alquiler sin opción de compra, el cuatripartito ha recuperado la figura de la subvención a los promotores que eliminó el anterior Gobierno de UPN. Además, se establece una subvención del 23% del precio máximo de venta para las viviendas nuevas, los apartamentos para mayores de 60 años o personas con discapacidad, siempre que sea en régimen de alquiler protegido y sin opción de compra. Esta subvención podría llegar al 30% si el promotor pide que el régimen de protección se aplique durante 30 años. Por otra parte, los ayuntamientos que decidan rehabilitar las viviendas vacías de su propiedad para destinarlas al régimen de alquiler protegido, podrán optar también a una subvención del 50%.
¿Cómo pretende el Gobierno fomentar la rehabilitación? Inyectando dinero público. Por un lado, se rebaja de 6.000 a 2.000 euros el presupuesto mínimo de una actuación de rehabilitación para poder ser considerada protegible y recibir ayudas. Por otra parte, se incrementan los porcentajes de subvención entre un 5 y un 40% del coste de la obra. También se incrementarán las ayudas que podrán recibir determinados colectivos más desfavorecidos, como los mayores de 65 años y jóvenes, familias numerosas, víctimas del terrorismo o víctimas de violencia de género.
Pero, frente a todas estas medidas anunciadas, ¿cuál es la disposición real de los navarros para poder acceder a una vivienda? Hay que volver a la estadística para constatar que los salarios volvieron a bajar otro 0,1% en Navarra en 2015. Según el INE, el sueldo bruto medio en la Comunidad foral es de 23.698 euros, un importe por debajo del registrado en 2010. Y el panorama empeora al descubrir que la desigualdad entre quienes menos cobran y quienes tienen mayores salarios ha alcanzado su cota máxima en seis años. El INE es tajante: los ingresos mensuales en los tramos más bajos se han reducido un 14,4%, mientras que se han incrementado un 13,1% entre quienes disfrutan de mayores salarios.
Posiblemente esta brecha salarial sea la que marque la pauta entre quienes no tengan más remedio que mirar hacia el mercado de alquiler y quienes puedan optar por acceder a su vivienda en régimen de propiedad o, incluso, puedan adquirir una casa sin tener siquiera que recurrir a algún tipo de régimen de protección pública.
El Gobierno cifra en 4.500 los demandantes de una vivienda en alquiler. Más de la mitad, 2.380, aspira únicamente a poder acceder a una casa en régimen de alquiler, sin más ataduras. Frente a ellos, 657 demandantes prefieren optar a una vivienda en régimen de alquiler con opción a compra. Y existen 1.432 demandantes a los que les satisface cualquiera de las dos opciones.
Si la política de vivienda quiere mirar a largo plazo, tal vez debería echar un vistazo a la opinión que los jóvenes navarros tienen sobre el asunto. Según la reciente encuesta llevada a cabo por el Gobierno para la elaboración del II Plan de Juventud entre 3.182 jóvenes de 14 a 30 años, la mayoría (51,7%) demanda una política de vivienda que permita la construcción de inmuebles “dignos y asequibles”. La siguiente preocupación de los jóvenes navarros en materia de vivienda es que se prohíban los desahucios (48,5%) y que se habiliten ayudas públicas que faciliten el acceso a una primera vivienda (45%). Los jóvenes creen mayoritariamente que vivirán de alquiler, porque la propiedad queda fuera de sus expectativas.