La innovación en el sistema sanitario debe basarse en la “eficacia, efectividad y seguridad” del paciente

La consejera de Sanidad de Cantabria, María Luisa Real, considera que cuando la innovación se introduce en el sistema sanitario ha de ser “estrictamente” evaluada en términos de “eficacia, efectividad y seguridad del paciente” y, también, debe ser tenida en cuenta la “sostenibilidad” del sistema, por lo que tal evaluación debe estar relacionada con “la relación coste/beneficio”.

Real lo ha dicho así este jueves durante su participación en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) en el acto inaugural de unas Jornadas sobre 'Innovación en los sistemas sanitarios', que ha presidido su rector, César Nombela.

En su intervención, la consejera se ha referido al concepto innovación, un término “amplio y recurrente cuando se habla del presente y futuro del sistema sanitario”, como la introducción de una novedad con el fin de mejorar dicho sistema, resultando que la novedad puede tratarse de “un fármaco, una técnica o un modelo de gestión”.

A su juicio, aunque muchos problemas actuales no puedan solucionarse “con herramientas del pasado”, la innovación que se introduzca en el sistema sanitario ha de ser “estrictamente” evaluada en términos de “eficacia, efectividad y seguridad del paciente”.

Además, ha añadido, se ha de tener en cuenta la sostenibilidad del sistema, por lo que la evaluación también ha de tener presente “la relación coste/beneficio”.

Refiriéndose en concreto al sistema sanitario que es financiado públicamente, la consejera de Sanidad cántabra ha opinado que es necesario, asimismo, introducir también cuestiones como “la ética, el rigor y la racionalidad”.

Por eso, ha dicho María Real, tanto profesionales sanitarios como gestores y ciudadanos “a veces nos hacemos preguntas, no siempre de fácil respuesta”, y ha formulado algunas de ellas ante los asistentes a las Jornadas.

“Desde el punto de vista social ¿Es justificable la innovación sanitaria a cualquier coste?”, ha sido uno de los interrogantes que ha planteado, antes de preguntarse si la innovación sanitaria se ha de regir únicamente por las reglas del libre mercado o si bien se ha de establecer un límite, “por ejemplo, en relación con la investigación”.

Una tercera cuestión expuesta por ella a su audiencia ha sido si, en un sistema sanitario público, es ético establecer algún límite o áreas prioritarias en la introducción de la innovación. Y, en caso afirmativo, “qué instituciones o personas están legitimadas para hacerlo”, ha planteado.

“Quizá alguna de estas cuestiones ni siquiera encuentren respuesta”, ha apuntado Real, quien en todo caso ha invitado a la reflexión sobre ellas. “Creo que un foro de expertos como los que congregan estas Jornadas puede ser un espacio muy adecuado para buscar posibles respuestas”, ha concluido.

En su inauguración han intervenido, además del rector de la UIMP y la consejera de Sanidad, Ángel Fernández, presidente de la compañía farmacéutica Merck Sharp & Dohme (MSD), y los directores de este Encuentro, Pedro Gómez y Natividad Calvente.

La Universidad Internacional Menéndez Pelayo y la compañía MSD suscribieron hace dos años un convenio de colaboración que dio paso a la creación de la Cátedra de Salud, Crecimiento y Sostenibilidad, organizadora de las Jornadas que hoy se han inaugurado, entre cuyos fines figura la realización de actividades académicas, de investigación o divulgativas en el campo de la salud.

Fernández ha destacado la necesidad de “dar soluciones a los muchos problemas que tenemos en sanidad”. En el caso de la innovación, se debe “estudiar cómo va surgiendo y cómo les llega a los pacientes”, y dirigirla a los “problemas de salud” concretos.*

Así, el director general de MSD España ha hecho hincapié en que la innovación en el sector farmacéutico supone un porcentaje importante en el Producto Interior Bruto (PIB) y ha destacado el compromiso y la responsabilidad de su compañía, pues “seis millones de personas se benefician de sus productos”.