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Unos Pixies fieros electrizan Kobetas

Los Pixies llenan de nostálgica energía la segunda jornada del Bilbao BBK Live

Aitor Guenaga

The Pixies están en forma, el Bilbao BBK Live, también. La banda de Boston, que volvió a los estudios y a los escenarios en 2014, mantiene ese espíritu genuinamente punk que supo conquistar a un público en la segunda parte de la década de los años 80 y dejó a su parroquia huérfana a partir de 1993. Los de Black Francis han dado una lección de rock (¿alternativo?) -¿alternativo a qué?, me pregunto- sin tapujos, sin necesidad de etiquetas -toda la vida bautizando y rebautizando los sonidos-, y con el permiso de una audiencia entregada que no dejó de botar en la hora y media larga de concierto.

¿Dónde aprendió Joey Santiago a tocar así la guitarra? ¿Por qué las baquetas de David Lovering no se detienen ni siquiera para tomarse un respiro? ¿Y la voz desgarrada (y a veces tierna, también) del tal Francis -esta madrugada vestido de rigurosa 'etiqueta' y alejado de esas camiseta amplias y viejunas que otras veces acompañan su presencia en el escenario? ¿Y por qué ya no nos acordamos de Kim Deal, la bajista que abandonó la banda de Boston en 2013 para dar paso a una incomensurable Paz Lenchantin, que pisa muy fuerte y por derecho propio?

Los bostonianos arrancaron su bolo con 'Bone machine', tema de su “Surfer Rosa”, el clásico trabajo que en 1988 les hizo poner upside-down la escena del rock (alternativo) y les convirtió en sobre todo en una banda seminal ( bandas como Nirvana -Kurt Cobain fue un reconocido fan de los de Boston- o Weezer).

Fue un no parar. Las olas en el concierto de los Pixies no fueron esta vez de surf. Fueron auténticos tsunamis de puro punk-rock uno tras otro, Sonaron, como no, sus éxitos más reconocidos (y reconocibles) como 'Hey', 'Where is My Mind?' -con todas las gargantas replicando al unísono, 'Debaser' o 'Planet of sound', 'Wave of mutilation', “Monkey gone to heaven”, “Velouria”, “Gouge away”...

Uno aterriza en el recinto de Kobetas con ciertos prejuicios ante la marabunta de peña que se da cita en las campas de Kobetamendi. Pero cuando la música comienza a sonar, las prevenciones ante la masificación del festival pierden fuerza hasta quedarse olvidas y a buen recaudo en un baúl secreto que solo la organización del evento sabe gestionar con cintura. La experiencia es el auténtico I+D+(i) del Bilbao BBK Live.

Sin fluido eléctrico

Aunque siempre hay sorpresas. ¿Acaso tocaba Bob Dylan en esta edición del Bilbao BBK Live? No estaba anunciado su actuación. ¿Estuvo entonces entre el público Pete Seeger? Qué no, hombre, que no -que diría Pedro Sánchez a Mariano Rajoy. Que esto no es Newport, hombre, ni era 25 de julio de 1965. Esta madrugada, la sopresa más desagradable se la llevó la banda canadiense Grimes, comandada por Claire Elise Boucher y su grupo de contorsionistas que puso a bailar al personal y superó incluso el corte de fluido eléctrico durante 20 minutos. ¿20 minutos? Sí, de reloj. ¿Afectó eso algo a la audiencia? No, padre. Recuperaron la energía cuando la electricidad volvió al escenario. Y de nuevo, el ritmo puso en danza al público, que aguantó estoicamente ese intermedio inédito (creo) en el festival. Bueno The Cure también tuvieron lo suyo hace unos años, pero su líder se calzó la guitarra acústico y se marcó un desenchufado para deleite del público.

Desde el Bilbao BBK Live, han destacado que, en su segunda jornada, el espacio 'Pepsi stage' del festival ha alcanzado su “mayor afluencia de público” con la actuación de la banda Belako. Y será verdad. En cualquier caso, los de Mungia hicieron un bolo dándole a todos los palos, con un público que tarareaba sus canciones y lanzaba los brazos al cielo para recoger el néctar de una música que tiene mucho recorrido, como el grupo. O eso al menos parecía al ver la respuesta del respetable -que casi siempre tiene la razón, mucho más sin duda que los acartonados cronistas como el que ha juntado estas letras para ustedes-.

In Heaven, José González, Ocean Colour Scene, Love of Lesbian -los fans de los de Sant Vicenç dels Horts, que eran muchos y bien avenidos, me perdonarán pero no se puede estar en todas las actuaciones a la vez- aunque hay que reconocer que al menos el ambiente en las dos últimas canciones de los catalanes fue magnífico. Como el sonido. En la actuación de Pixies, simplemente inmejorable.

La tercera y última jornada de esta undécima edición comenzará con las actuaciones gratuitas de McEnroe (La Ribera, 12.00 horas), León Benavente (Arenal, 13.00 horas), Santi Campos (Bar Singular, 13.00 horas) y Juventud Juché (Jardines de Albia, 14.00 horas). A partir de las cinco de la tarde, el recinto de Kobetamendi recibirá a Tame Impala, Foals, Courtney Barnett, Soleá Morente o Editors, entre otros.

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