Cuando el cielo es el único techo
La crisis económica, las dificultades para acceder a una vivienda y los síntomas de agotamiento que dan las familias en cuanto a su capacidad de solidaridad está poblando los albergues de Euskadi de personas sin hogar. La noche del 29 al 30 de octubre de 2014, 780 voluntarios peinaron las diez poblaciones vascas con mayor número de habitantes para conocer de primera mano esa realidad y contabilizar el número de personas que dormían en las calles y en los albergues por carecer de vivienda propia. Según ese recuento, 1.836 personas sufren una situación de exclusión residencial grave, de las cuales 323 pernoctan directamente en la calle. Las otras 1.513 estaban alojadas en algún recurso de los servicios sociales. como albergues o residencias públicas. Los datos que se extraen del trabajo son representativos de la situación de la comunidad autónoma ya que la mayor parte de las personas en esta situación tiende a acercarse a las capitales.
El trabajo ha sido realizado por el centro de estudios SIIS, en colaboración con el Gobierno vasco, ayuntamientos implicados en el estudio, diputaciones forales y entidades sociales, La cifra de personas que recurren a los albergues y a la calle para dormir prácticamente no ha variado desde 2012, ya que durante un recuento realizado ese año se registró un número muy parecido, según ha explicado Joseba Zalakain, director del Centro de Documentación y Estudios SIIS y responsable del informe.
Una de cada cuatro personas son mujeres y el 7% del total son niños que vienen con sus madres y se alojan en centros que acogen a mujeres con hijos. El fenómeno de los 'sin techo' es una realidad poco conocida, donde el sistema de protección social no ha avanzado tanto como en otros ámbitos. El viceconsejero de Políticas Sociales del Gobierno vasco, Íñigo Pombo, ha admitido que “la localización de personas que duermen en las calles nos enfrenta como a un problema social muy serio”.
