Cuando las empresas maniobran para que el cáncer de pulmón debido al amianto sea por el tabaco

El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) ha desestimado los recursos presentados contra una sentencia de un juzgado de San Sebastián que reconoce como enfermedad profesional el cáncer de pulmón diagnosticado a un electricista de la empresa Pedro Orbegozo-Acenor causado por trabajar con amianto. Eso significa que el tribunal ha rechazado los recursos interpuestos por GERDAU Aceros Especiales Europa, Cofivacasa, el INSS y Mutualia, que consideraban que el cáncer de pulmón se lo provocó el propio trabajador debido a su condición de fumador.

El afectado trabajó como electricista de mantenimiento en Pedro Orbegozo-Acenor entre 1966 y 1993. El Superior considera probado que el operario estuvo expuesto a fibras de amianto y que el adenocarcinoma pulmonar que sufre está incluido en el cuadro de enfermedades profesionales. Y, además, recalca que se trata del tipo de cáncer de pulmón menos relacionado con el tabaquismo.

La insistencia en los recursos de las empresas, de Mutualia y del Instituto Nacional de Seguridad Social en la condición de fumadores de algunos de los enfermos debido al amianto es una constante. “Se trata de maniobras empresariales para ocultar con el hábito tabaquico del enfermo los daños a la salud de los trabajadores producidos por el incumplimiento de la legislación preventiva”, apuntan desde la Asociación de Víctimas del Amianto de Euskadi (Asviamie).

Las grandes empresas, que en su día incumplieron la legislación orientada a la prevención de las enfermedades profesionales, recurren por sistema las sentencias de enfermedad profesional para evitar las indemnizaciones y los recargos.

2018 va a pasar a la historia reciente como el año en el que el amianto se cobró más vidas de trabajadores. Hasta 35 ha contabilizado Asviamie