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Geroa Bai y Navarra Suma cortejan al PSN, que se mantiene en su ‘no’ a las derechas y a EH Bildu

Reunión de la ejecutiva del PSN para evaluar los resultados electorales en Navarra.

Miguel M. Ariztegi

Los resultados electorales en Navarra han dejado a los socialistas la llave para formar una mayoría de gobierno, y los emplazamientos de Geroa Bai y Navarra Suma a María Chivite para que tome la iniciativa no indican sino que esa lectura es común para las fuerzas políticas de la Comunidad foral.

La secretaria general del PSN ha reunido hoy a su ejecutiva para analizar los resultados de las elecciones del domingo y para insistir en que trabajará “para construir un gobierno de progreso en Navarra” 12 años después, en referencia al malogrado tripartito que lideró Javier Otano con el apoyo de CDN y Eusko Alkartasuna. Un ejecutivo “progresista y de izquierdas, que atienda las principales preocupaciones de la sociedad, que respete la pluralidad de esta tierra y que sea un gobierno para unir y apostar por la convivencia”.

Desde las derechas, el candidato de Navarra Suma a la Presidencia del Gobierno foral, Javier Esparza, trata de liderar “personalmente” la búsqueda de acuerdos de gobierno. Desde luego fue el claro ganador de las elecciones del domingo, con 19 parlamentarios, que podrían ser 20 si el recuento de parte del voto les da la razón este miércoles, pero la incapacidad para llegar a un acuerdo con los socialistas podría transformar la suya en una victoria pírrica.

Tras el análisis de los datos con su ejecutiva, ha insistido en su lectura de que las urnas “nos han encomendado formar un gobierno en esta tierra sin nacionalismo y sin populismo” y ha afirmado que Navarra “ha votado un cambio de gobierno, ha dicho no al nacionalismo vasco, al cuatripartito, a los experimentos y a los multipartitos”. Su intento por atraer a los socialistas ha pinchado en hueso de momento, según ha reconocido tras mantener una conversación telefónica con María Chivite.

Esparza reduce la decisión a que haya “un gobierno de Navarra Suma o un gobierno con mayoría nacionalista”, y ha insistido en que “no se puede formar una mayoría frente a Navarra Suma sin contar con Bildu”. También subraya que incluso la abstención de la izquierda abertzale “no va a salir gratis jamás”.

Una lectura alejada de la que realiza María Chivite, quien ha remarcado que no va a “defraudar” a los miles de navarros y navarras que han confiado en el PSN, una cuestión que es algo más que una frase hecha dado que el agostazo de 2007 -cuando la Ejecutiva Nacional del PSOE impidió al PSN conformar un gobierno con Nafarroa Bai e IU- o los gobiernos en connivencia o coalición con UPN de las últimas legislaturas aparecen como fantasmas de un pasado que abocó al socialismo navarro a los peores resultados de su historia.

Un gobierno 'a la vasca'

Quizá por eso Geroa Bai se ha apresurado hoy a insistir en su apuesta por “un gobierno progresista y plural”, y ha considerado que la iniciativa en las negociaciones para su conformación “corresponde a María Chivite y al PSN, tal y como han dejado claro los ciudadanos en las urnas”. Los de Uxue Barkos dan así por amortizado el cuatripartito de la legislatura anterior, y no parece que el veto de los socialistas a EH Bildu vaya a dificultar el entendimiento entre ambas formaciones en una suerte de acuerdo a la vasca, por su similitud con la entente PNV-PSE de la comunidad vecina.

Geroa ha afeado a Chivite que haya dejado pasar el día de hoy sin llamarles por teléfono “a diferencia de lo que ocurrió hace cuatro años”, cuando Uxue Barkos sí telefoneó a la sede del paseo de Sarasate. Los nacionalistas vascos, que repitieron resultados en el Parlamento, se sienten avalados por la ciudadanía, y coinciden con los socialistas en que “la mayoría de Navarra es progresista, y no de derechas”.

Las lecturas coincidentes de PSN y Geroa cuentan además con el beneplácito del secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, que en declaraciones a la Cadena Ser ha limitado la línea roja del PSOE a EH Bildu -también a Vox, aunque ese es un problema inexistente en Navarra-, pero no ha puesto problema ninguno en pactar con el nacionalismo moderado.

Así las cosas, los socialistas dejan claro que se sienten legitimados para liderar “un gobierno social que ponga el acento en el empleo de calidad, la educación, los derechos sociales y de ciudadanía, la igualdad y la innovación. Un gobierno que respete nuestro estatus y que ahonde en nuestro autogobierno en el marco de la LORAFNA”. El PSN ha logrado en las últimas elecciones dos diputados, un senador, una europarlamentaria y un crecimiento en el número de concejales, que pasan de 210 a 233, además de un aumento del voto del 6%.

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