Entre Alcobendas y Alcorcón
Mientras en Pamplona disfrutaban de las Fiestas de San Fermín, el pasado 7 de julio, el Gobierno de Israel de la coalición derechista (Likud-Yisrael Beitenu) aprobaba la Operación Acantilado Sólido. Presuntamente se pretendía inutilizar los morteros y las lanzaderas de cohetes clase Qassam de las milicias del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), que alcanzaban las localidades israelíes vecinas a la Franja de Gaza de Sederot y Ascalón, situadas a menos de 10 kilómetros de la frontera con Gaza. Unos cohetes, que no misiles, puesto que carecen de componentes electrónicos ni sistemas de guiado, que siendo mortales de necesidad a menos de 15 kilómetros de alcance, son incomparablemente menos precisos que los bombardeos de aviación o artillería naval que el Ejército Israelí (IDF) utiliza.
Así, al día siguiente se inicia una serie de bombardeos de represalia que obligan a 100.000 palestinos a huir de sus viviendas en el norte de Gaza y escapar al sur, siendo asesinados más de doscientos en la primera semana de operaciones militares, incluidos objetivos militares tan peligrosos como cuatro niños que jugaban al fútbol en la playa.
Pero ¿qué es la Franja de Gaza? Es un pequeño territorio de 360 kilómetros cuadrados de forma rectangular situado entre el mar Mediterráneo, Israel y Egipto de nulo valor estratégico, industrial o de recursos naturales. De hecho, lo único que tiene la Franja de Gaza es gente, mucha gente. Casi dos millones de palestinos viven allí. Para los que les cuesta ver el tamaño por kilómetros cuadrados, pueden observar el siguiente mapa:
Mapa 1: Comparación de tamaño entre la Franja de Gaza y la Ciudad de Madrid
El tamaño de la Franja de Gaza equivale a la superficie de Alcobendas, San Sebastián de los Reyes, los distritos madrileños de Chamartín, Fuencarral sin El Pardo, Moncloa-Aravaca, la Casa de Campo, Carabanchel y Latina, más La Fortuna, Alcorcón, Leganés y Fuenlabrada. Menos de la mitad de Madrid y un puñado de sus localidades vecinas. Muy poco espacio, para una de las zonas con mayor densidad de población del mundo y por supuesto, sin continuidad territorial con el resto del país (Cisjordania). De hecho, para viajar de Gaza a Cisjordania, lo habitual es ir en coche hasta El Cairo (367 kilómetros, como Madrid a Zaragoza), coger un avión de El Cairo (Egipto) a Amán (Jordania), y después en coche de Amán a Ramala (75 kilómetros, como de Madrid a Toledo) y que en cada uno de los pasos de frontera, los soldados israelíes no te pongan muchas pegas. En realidad, si no hubiera fronteras, por carretera, de Gaza a Ramala, hay tan sólo 100 kilómetros. Poco más de una hora en coche por nacional.
Como cualquiera puede ver, huir de Alcobendas (anteriormente conocida como Al-Kubun) para refugiarse en Alcorcón (anteriormente conocida como Al-Qadir), tras un bombardeo masivo de aviones F-15I clase Ra'am (Trueno) de la Fuerza Aérea Israelí, tal vez no sea la mejor opción, pero sigue siendo la única, si desde fuera, no hacemos nada para parar esta masacre.
