La digestión del 24M, distinta en Génova y en Moncloa
“Somos conscientes de que hay cosas que hay que cambiar. En el PP, por supuesto, pero también en el Gobierno”, reconocen fuentes de Moncloa una semana después del 24M. ¿Qué cosas? “Este Gobierno es muy autocrítico, pero tampoco vamos a hacer un debate de balcones a la calle”“, es la respuesta. En Génova parecen tenerlo claro o, al menos, son más hábiles para trasladar el arrepentimiento y el propósito de enmienda. La primera conclusión de la cúpula del PP va más allá de la famosa ”falta de piel“ sobre la que Carlos Floriano se preguntaba en un vídeo electoral. Reconocen lo mucho que se han distanciado de los ciudadanos y hablan de ”desapego“ total.
Mientras se digieren los resultados, la dirección del PP se ha centrado ya en preparar la actividad del partido de aquí a las generales. Su responsable de organización ha anunciado reuniones entre la dirección nacional y las territoriales a todos los niveles, multiplicación de actos sectoriales no solo destinados a la propaganda sino “para hablar y escuchar las críticas más de cerca” y más despliegue en las calles.
En Moncloa se encogen de hombros ante la imposibilidad de concretar. Asumido que la cuestión de cambio de ministros “es cosa del presidente” y que tampoco habrá cambio de políticas, dicen que mejorar la comunicación “es seguir insistiendo”. La agitada semana vivida entre dimisiones, detenciones y enfrentamientos a cara descubierta se espera que haya sido fruto del shock por los malos resultados aunque la consigna oficial sigue siendo negar la derrota e insistir en que “es el peor resultado del PSOE en unas municipales” y que los socialistas “mendigan votos a Podemos”.
En el Gobierno aseguran que vienen “autocriticados de casa”, pero dejan muy claro que no se plantean “cambiar de programa”. Su objetivo, dicen, es tratar de convertir su discurso en “más atractivo” y de convencer a los españoles de que el PP es “un partido útil” para mejorar sus vidas. Rajoy ya ha dicho que su política económica “no va a cambiar” y en Moncloa admiten que no se preparan nuevas políticas. Lo que queda de legislatura servirá solo para rematar las reformas que ya han sido enviadas al Congreso, pero no hay tiempo para remitir ningún proyecto de ley nuevo.
La petición del PP de que se estudie cómo cambiar las leyes para que pitar y abuchear el himno sea castigado y no un ejercicio de libertad de expresión tampoco parece realista. En Moncloa recomendabna este lunes “esperar a ver qué dice la comisión antiviolencia”, pero se mostraban escépticos con que se pueda legislar sobre el asunto. Ni siquiera cualquier nueva propuesta que se enviara al Congreso quedaría pendiente para el próximo gobierno que saliera de las urnas en noviembre porque decaería y sería inútil.
