Lo que nos vamos a reír esta campaña
Qué buen rato pasamos este lunes, qué pechá de reír. Primero el vídeo de los gatos del PP, que hay que reconocerle que gracia tiene. Cuando empezaba a recuperarme del primer golpe de risa, soltaron la versión latina del himno popular, y venga otro ratito de cachondeo. Todavía con lágrimas en los ojos, llegaron las parodias y memes que cientos de ingeniosos internautas se lanzaron a difundir, y que los medios recogían en portada. Ya teníamos la tarde hecha. Y espérate, que me acabo de enterar de que Rajoy va al 'Hormiguero' de Pablo Motos. Ándale.
Los demás también contribuyen lo suyo a la fiesta. Ciudadanos, con su vídeo del bar, claramente pensado para cumplir eso de “que tuiteen de mí aunque tuiteen mal”, y Rivera en 'Salvados' con sus “abrazos gratis” y finísimos juegos de palabras (“La gente es madura”, “¿Maduro?”). Unidos Podemos por ahora va más de sonrisas de corazón que de risas, pero de vez en cuando asoma la guasa, como esa de Iglesias con Marx y Engels, que dio también mucho juego en redes. En cuanto al PSOE y Pedro Sánchez... Bueno, eso, mucha risa.
Si esto es la precampaña, me froto las patitas pensando lo que serán las próximas dos semanas. Los grandes medios empeñados en buscar formatos “frescos” (familias preguntando, niños tertulianos, cercanía de los candidatos…), y los partidos impacientes en atender toda propuesta loca que les hagan; sabedores todos de que los votantes tenemos cosas mejores que hacer antes que atender a otra campaña electoral. Menos mitin y más tele, menos debate y más memes, menos periodistas preguntando y más ciudadanos preguntando, aunque sean niños. Y cuando los primeros espadas flaqueen, hay todo un banquillo de candidatos provinciales para que no haya ni un día sin su coña.
Venga, que es casi verano, tenemos ya cuerpo de piscina y terraza. Y empieza la Eurocopa, para qué quieres más, tres partidazos diarios en las próximas dos semanas. Total, de lo importante ya hablamos bastante antes del 20D. Y quien quería castigar con su voto, ya se desquitó entonces.
Así visto, parece la campaña perfecta que buscaba el PP: verano, fútbol, balance de gobierno amortizado, desinterés ciudadano, vídeos de Rajoy haciendo cosas, y mucho cachondeo en redes. Súmale polarización, encuestas asustaviejas y la depresión del PSOE, y desde aquí oigo cómo alguien enciende un puro.
Cualquiera pensaría que, con este ambientazo, el primero que rompa la inercia y se desmarque hablando de problemas reales y propuestas, se lleva la campaña. Pero no sé, no me hagan caso, no me voy a hacer yo el interesante, qué va. Soy el primero que me engancho a cualquier chorrada y corro a difundirla, y no tengo claro si la oferta tonta de los partidos responde a una demanda igual de tonta en los votantes, o es uno de esos casos de oferta que crea su propia demanda. ¿Son ellos, o somos nosotros? ¿Nos seguiremos riendo el 26J por la noche, los próximos cuatro años?
