Bukele y su guerra contra la corrupción

El presidente Bukele anunció recientemente, hace un mes a lo sumo, que va a iniciar una guerra contra la corrupción, a crear una macro-cárcel nueva, está para políticos corruptos, y que los delitos de corrupción no van a prescribir nunca; es decir, que va a poner en marcha la guerra total contra la corrupción. Al estilo de la guerra contra las maras, la violencia y el pandilleo que ha desarrollado en estos últimos años y que ha llevado a la cárcel a miles y miles de salvadoreños, supuestamente pandilleros violentos todos.

Volviendo a la corrupción, recocer el Bitcoin como moneda legal en el país, creando el estado su propia billetera económica (Chivo Wallet) para ofrecer bonos a los ciudadanos pobres es algo que ha hecho este señor, que es tanto como poner dinero público en una red de intercambio financiero que es, hasta ahora, tan extraordinariamente rentable como opaca. Perseguir la corrupción sería incompatible con esta contribución a la criptomoneda, que pura corrupción. Poner a los ciudadanos al servicio de la economía especulativa, y al albur de sus posibles vaivenes una, contradicción y una temeridad.

Son las dos cosas, acabar con la corrupción y apostar por las criptomonedas, absolutamente incompatibles. Y lo son, fundamentalmente, porque la cotización al alza de la criptomoneda está sustentada precisamente en el anonimato y en la corrupción misma: evasion de capitales, negocio de las armas, la droga, el juego de apuestas, la prostitución...

Es “dinero” que se mueve en la red de forma virtual y sin control público alguno. Es refugio seguro para el para el dinero ilegal. Es un sistema de organización financiará basado en el ultraliberalismo económico, en la no corresponsabilidad y en estructuras supranacionales de ocultación de la riqueza.