Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
Puigdemont estira la cuerda pero no rompe con Sánchez
El impacto del cambio de régimen en Siria respaldado por EEUU, Israel y Turquía
OPINIÓN | 'Pesimismo y capitalismo', por Enric González
Sobre este blog

En este blog publicamos los artículos y cartas más interesantes y relevantes que nos envíen nuestros socios. Si eres socio/a puedes enviar tu opinión desde aquíConsulta nuestras normas y recomendaciones para participar.

Lo común es la respuesta

1

Han pasado diez años del 15M y todo el mundo lo recuerda. Las protagonistas de aquellos tiempos narran y escriben sobre cómo vivieron esa época de cambio.

En el año 2011 yo tenía apenas diez años así que entenderán que no fuera consciente de lo que pasaba en la sociedad ni en la política de mi país. Mi formación y conciencia activista ha venido tiempo después y ahora, con veinte años, puedo sacar una lección que creo que es la esencia de ese movimiento masivo que fue el 15M: la importancia de lo común.

“Lo común” suena a concepto abstracto, pero es todo aquello que atañe a toda la ciudadanía, a la población en general. Lo público es lo común, la salud es lo común, pero también puede (y debe) haber economía de lo común y política de lo común.

La vicepresidenta Yolanda Díaz dijo el pasado 13 de mayo que “si ponemos lo común por delante de todo, creo que somos invencibles”. Esa frase tan sencilla engloba el significado de la lucha por la justicia social, pero también del feminismo. El feminismo, la revolución por excelencia, tiene un objetivo final que es una sociedad en la que todas las personas seamos iguales. Esta casi utopía (y digo casi porque creo que puede llegar a ser realidad) se consigue cuando ponemos los cuidados en el centro. Los cuidados están ligados a lo común. Cuidar ha sido una actividad relegada exclusivamente a las mujeres y por eso nunca se ha puesto en valor. Es hora de que eso cambie, de que luchemos por el mundo de los cuidados. Los cuidados no son exclusivamente cuidar de niños, mayores o dependientes; es también preocuparse por el bienestar de los que nos rodean, es no ocupar demasiado espacio, es tener siempre presente lo necesario para que un hogar funcione. Esta carga mental pesa sobre las mujeres y supone un lastre en sus vidas en todos los aspectos. Si esa carga pasa a ser compartida, viviremos en un mundo mejor ya que todos cuidaremos de todos. Por eso el feminismo es transversal porque lucha por un mundo lleno de cuidado. No es casualidad que el rostro de la lucha climática sea una niña. Según estudios, el perfil medio del negacionista climático es un hombre blanco de entre 40 y 50 años. Esto es debido a que la preocupación por el medio ambiente, cuidar el medio ambiente, es visto como algo “femenino”, y por ende, debe ser rechazado.

Si luchamos por un mundo donde todas las personas nos cuidemos y cuidemos de nuestro entorno, si toda actividad y empresa pone el foco en lo común, conseguiremos una sociedad justa y sostenible, una sociedad en la que cada persona pueda desarrollarse de forma plena y sea libre de discriminación por razón de género, raza, orientación sexual o identidad de género, o por cualquier razón existente.

Cuando las propuestas del 15M se llevaron al papel (atención a los derechos básicos, recuperar empresas públicas, desnuclearización), la mayoría tenían que ver con esto que estoy diciendo y no creo que fuera algo completamente inconsciente, sino que más bien, era una realidad a la que aún no se le había puesto nombre ni que se había llevado a la teoría.

Retomando el ejemplo de Yolanda Díaz, la vicepresidenta afirma que preocuparnos y ocuparnos de la vida cotidiana es feminista y tiene razón. Ensayos feministas la preceden como La vida en el centro de Yayo Herrero o el lema del 8 de marzo de las mujeres gallegas “Sen coidados non hai vida” (sin cuidados no hay vida). Este no es un discurso nuevo, la propia ministra ya escribió sobre él en este mismo medio en su artículo Todo trabajo es trabajo sexual, pero creo que es ahora cuando por fin recibirá la importancia que merece. Esta es una de las lecciones sacadas de la pandemia que sí que he vivido y del movimiento social que vagamente recuerdo.

Sobre este blog

En este blog publicamos los artículos y cartas más interesantes y relevantes que nos envíen nuestros socios. Si eres socio/a puedes enviar tu opinión desde aquíConsulta nuestras normas y recomendaciones para participar.

stats