La más eficaz ‘operación Catalunya’

La estrategia del PSOE de Sánchez para con el independentismo catalán ha tenido un efecto colateral nada despreciable: dejar a la ultraderecha (y buena parte de ella sigue en el PP) sin argumentos. Ha resultado que una mesa de diálogo muerma y unos indultos un telediario antes de que Europa interviniese han tenido más efectos desestabilizadores y castrantes para el independentismo catalán que un 155, Villarejo en estado puro y porrazos a mansalva contra la gente que quería votar.

La Generalitat y su presidente, con ERC, se dedican ahora a lo que dice la Constitución sacrosanta que tiene que dedicarse: a gestionar una autonomía; acaso los findes sirven para lanzar consignas para consumo de los propios. Con ello, de paso, se ha desestabilizado a un Junts a la baja, que ni quiere ni puede lanzarse al monte pero que, cada vez más y mientras siga en el Gobierno de Aragonés, queda con sus contradicciones -que son muchas- al descubierto.

Y es que la segunda ‘operación Catalunya’, la de Sánchez, ha sido la buena.