Los antiguos secretarios judiciales (LAJs), están de huelga indefinida. La huelga es un derecho fundamental consagrado por la constitución pero no es un derecho absoluto y ha de ponerse en contraposición a otros derechos fundamentales, como la tutela judicial efectiva o el derecho a un proceso sin dilaciones indebidas. La huelga de los LAJs ha suspendido en tres semanas más 110.000 asuntos. Muchos abogados “denuncian” que hasta cinco veces les han suspendido el mismo juicio. Esta huelga está provocando un daño desproporcionado, se están suspendiendo innumerables juicios y trámites judiciales, que de por sí ya acumulaban retrasos considerables. Están bloqueando más de 350 millones de euros en consignaciones judiciales pendientes de librar que impide que muchos ciudadanos en situación de especial vulnerabilidad puedan recibir del juzgado el dinero a que tienen derecho en concepto de pensiones, indemnización, etc... Los LAJs no están informando de las suspensiones de señalamientos y demás diligencias judiciales hasta el mismo momento de la hora fijada para su celebración, lo que está provocando numerosas incidencias, y obligando a los profesionales, operadores jurídicos y clientes, a desplazarse y perder su tiempo y su dinero, y todo esto podría evitarse si tuvieran una mínima consideración con ellos y avisaran de la suspensión con la antelación suficiente. Una cosa es el derecho a la huelga, y otra que los actos asociados a la huelga tengan como cometido causar el mayor daño posible a los derechos de los ciudadanos. Los LAJs anulan los señalamientos en el mismo minuto en que deben producirse los actos a realizar, cuando saben con mucha antelación que no se celebrarán. Esto es oneroso e indignante. Y se da la circunstancia de que podrían estar incurriendo en irregularidades en el ejercicio del derecho de huelga. La huelga consiste en la cesación de la prestación del servicio y, al parecer, se están dando casos, en palabras del Decano Emérito de la Abogacía de Málaga, en que la huelga es selectiva ya que suspenden determinados actos y juicios que afectan a terceros, mientras los LAJs permanecen en sus oficinas judiciales realizando otras tareas, para no ver disminuidos sus salarios y por tanto sería una huelga sin sacrificio por parte de los LAJs o al menos, no proporcional al de los ciudadanos y el sistema. Esa manifestación de la huelga no es lícita y así lo determina la norma reguladora del derecho de huelga en su artículo 7: “cualquier forma de alteración colectiva en el régimen de trabajo distinta a la huelga, se considerará acto ilícito o abusivo.” Esta “huelga” cada día se parece más a la huelga salvaje protagonizada por los controladores aéreos en 2010, cuando unos trabajadores privilegiados económicamente, de forma insolidaria paralizaron el espacio aéreo nacional e internacional. En aquella ocasión, el gobierno impuso el arbitraje obligatorio regulado en el art.10 de la norma reguladora de huelga, el ejército se hizo cargo de las torres de control y se decretó un Estado de Alarma, declarándose ilegal la huelga, lo que hizo que los controladores se reincorporaran inmediatamente a sus puestos de trabajo. Si la situación persiste en el tiempo el gobierno debería mover ficha y adoptar las medidas de intervención adecuadas para asegurar el normal funcionamiento del propio Estado de Derecho. Si se leen las reivindicaciones de los LAJs podrán comprobar que la gran mayoría de ellas son reclamaciones económicas, de salarios. Hacer este tipo de huelga en detrimento de la Justicia de nuestro país, con las situaciones de crisis que estamos atravesando, y la situación de empleo en España, es cuando menos egoísta e insolidario. Un LAJ puede cobrar alrededor de 60.000 euros anuales sin variables. Juzguen ustedes mismos...Y finalizo con una anécdota surgida en la red profesional LinkedIn en estos días. Un contacto de un contacto, que es LAJ, estaba intercambiando testosterona con otro LAJ y hablando de los muchos derechos que les asisten y lo malísimo que es el gobierno de coalición. Terminaron el hilo espetando barbaridades contra Pedro Sánchez, la ministra de Justicia y el Secretario de Estado, entonando ese slogan que muchos recordaréis usado en el conflicto del PP contra Cataluña y que se le cantaba en las carreteras a los tanques de policías y guardias civiles que iban camino de Barcelona, “a por ellos” ... A buen entendedor pocas palabras...