En este blog publicamos los artículos y cartas más interesantes y relevantes que nos envíen nuestros socios. Si eres socio/a puedes enviar tu opinión desde aquí. Consulta nuestras normas y recomendaciones para participar.
El inviolable en el homenaje de Estado a las víctimas del Covid 19
Celebrado el tercer homenaje de Estado a las víctimas del Covid 19, pero lo que yo recuerdo es la foto del inviolable aquel 6 de julio de 2020 con La Vanguardia titulando que “Los Reyes presiden el funeral por las víctimas del coronavirus en la catedral de la Almudena”. Estaba con su mujer Leticia y sus dos hijas,
Demostrando mucho más respeto por el pueblo español que el inviolable, ni Pedro Sánchez ni su vice Iglesias acudieron a una ceremonia que solo podía concernir a los católicos, por mucha piedad para con el prójimo que aparenten los obispos. Por ejemplo, cuando inmatriculaban a cien por hora o ahora, poniendo trabas y trabas a la investigación por pederastia en la Iglesia.
El inviolable “representa al Estado español”, según la Constitución y, ante el drama de una pandemia, el “Estado” lo son, más que nunca, las personas que lo habitan y que son las que van muriendo, tanto si creen como si no.
Diez días después, el 16 de julio de 2020, se celebraría el primer homenaje de Estado, pero el inviolable no intentó que los obispos retrasaran lo de la Almudena, cosa que hubiera logrado condicionando su presencia. Pero si quien pudo elegir lo correcto no lo hizo, solo podemos concluir que eligió que sucediera lo que prefería.
Llegados a este punto, alguien saldrá en defensa del inviolable reclamando su derecho a acudir personalmente a actos religiosos, pero tanto la interpretación realizada por los poderes del Estado sobre el alcance del artículo 56.3 de la Constitución, como una indiscreción de la ex Carmen Calvo, le niegan ese derecho.
El inviolable, aunque parezca lo contrario, no disfruta de derechos de ninguna clase, pues en la sociedad que vivimos el reconocimiento de cualquier derecho a favor de alguien está condicionado a la obligación de ejercerlo respondiendo ante la justicia, cosa que no se da en el caso del inviolable actual, tal como ha quedado demostrado por el rechazo de los tribunales españoles a tramitar las denuncias presentadas contra el inviolable anterior, su padre para más señas.
Y nada ha mejorado, porque se ha negado. El día 9 de mayo pasado la ex vicepresidenta del Gobierno realizó las siguientes declaraciones, recogidas por “El País”: “Yo lo plantee (”eliminar la inviolabilidad del rey que le exime de responsabilidades penales“), se barajó, se puso sobre la mesa y no se vio la oportunidad en ese momento, ni por parte del presidente del Gobierno, ni por parte del PP, ni por parte de la Casa Real”.
Al margen de la maldad de Calvo contra Sánchez (“ni por parte del presidente del Gobierno”), es importante destacar que el inviolable sigue siéndolo por voluntad propia pues si él hubiera dicho “suprimamos mi inviolabilidad”, nadie se habría opuesto. Como con los obispos en 2020, si quien puede elegir lo correcto…
Por tanto, uno de los grandes interrogantes que planean sobre la sociedad española es definir exactamente quien es el inviolable a la hora de considerarlo una persona, como usted y como yo.
Manteniéndose el inviolable al margen de lo previsto en el artículo 14 de la Constitución, el que consagra “la igualdad de todos ante la ley”, pues no existe ley en España que se atreva a igualarlo, nos encontramos con el artículo 65, que sí concede al inviolable el derecho a distribuir libremente el dinero que recibe de los impuestos “para el sostenimiento de su Familia y Casa”.
Esto significa que el inviolable anterior sí podría reclamar al inviolable actual, y por considerarla injusta, la supresión de la asignación económica anual que venía recibiendo hasta marzo de 2020, pues en el mundo exclusivo de los inviolables puede que exista una justicia específica para resolver sus conflictos.
No sería de extrañar, por tanto, que el inviolable anterior se trasladara a Abu Dabi para evitar, por ejemplo, momentos de violencia paterno filial que hubieran podido trascender en medio de un Covid 19 que mataba a miles de “violables” cada semana, y sigue la RAE sin incluir en su diccionario la palabra imprescindible para que la de “inviolable” tenga sentido.
Sumidos en la confusión, es probable que lo único en lo que cualquier otra persona se parezca al inviolable de turno sea en esos momentos donde las necesidades fisiológicas nos obligan a descargar excrementos, pero nunca en sentido figurado, pues el inviolable se podrá “cagar en nuestra santa madre” y ningún juez atenderá nuestro derecho a sentirnos personalmente ofendidos, pero dios nos libre de emplear nuestro derecho a la libertad de expresión para pagar al inviolable con la misma moneda.
Gobernados por sucesivas oleadas de corruptos y/o cobardes que consienten la impunidad que disfruta el inviolable porque les interesa, no piensan que ellos mismos serían los primeros para ofrecerse a limpiar esta mancha que tanto nos ensucia desde la Constitución del 78 si el CIS realizara una encuesta grande y valiente que nos preguntara si estamos de acuerdo con una ley que permite robar o matar a un rey inviolable sin consecuencias penales.
¿Alguien duda del resultado?
Sobre este blog
En este blog publicamos los artículos y cartas más interesantes y relevantes que nos envíen nuestros socios. Si eres socio/a puedes enviar tu opinión desde aquí. Consulta nuestras normas y recomendaciones para participar.
1