Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto

Desde el año 2003 se contabilizan las víctimas de un tipo de violencia específica, aquella que se ejerce sobre las mujeres por parte de sus parejas o exparejas. La forma más brutal y visible del machismo, que termina con una mujer muerta. 1026 desde 2003. 22 mujeres en 6 meses. Casi 4 muertas al mes en lo que llevamos de 2023. Hubo un tiempo en el que estas mujeres eran noticia y portada y nos sobrecogian sus historias y se hacían pactos de estado. Hoy, se niega el nombre de esta violencia en los gobiernos regionales a los que ha llegado VOX de la mano del PP. Hoy, en periódicos como este, que se supone que pone el foco en la igualdad, las noticias de esos asesinatos salen en las secciones regionales. ETA, con 0 muertos desde hace más de 10 años merece más atención. La división de la izquierda y sus rencillas merecen más seguimiento que la vida segada de Vanessa a manos de su ex marido, que tenía una orden de alejamiento.

Los medios progresistas, en mi opinión, deberían quitar de una vez el foco de cada declaración de unos y otros y hablar de lo importante. El machismo no puede ganar tanto terreno mientras nos distraernos.

Llamar violencia intrafamiliar a la violencia machista sí es borrar a las mujeres. Es pisar los cadáveres de las mujeres asesinadas. Ningún voto feminista puede quedarse en casa y permitir un gobierno del PP y VOX. Tenemos que estar por encima de conflictos internos, y seguir avanzando en volver a encontrarnos después de haber parado esta ola reaccionaria, porque nos va la vida en ello. Y no es una frase hecha.