Pobre de mi amigo Pepe (Además, pobre de verdad)

Mi amigo Pepe suele decir a sus amigos que “es más pobre que las ratas”. Está casado y con tres hijos en edad escolar. Lleva parado tres años, tras el cierre de la empresa de componentes de automoción, donde trabajaba. Mi amigo Pepe, me dijo, que una de las veces que fue a pedir trabajo, le sucedió lo siguiente:...

- Mire, me informé de que tenían disponible un empleo, un puesto de trabajo de ayudante de cocina y creo que yo podría cubrirlo.- Le dijo a aquel hombre que le miraba con cara de pocos amigos.

- ¿Qué edad tienes? ¿Qué experiencia tienes en cocina? - le preguntó el de la cara de pocos amigos, que parecía ser el dueño de aquel negocio.

- Tengo 51 años y alguna experiencia de cocina.

- Bueno, de acuerdo, puedes venir mañana y si durante algunos días respondes a lo que yo necesito, te haré un contrato de media jornada para estos próximos meses..

- Qué horario voy a tener, qué salario tendré - Se atrevió a preguntar.

- Mira, si empezamos así, mejor lo dejamos, no vengas ya. -  Le dijo así, en seco, le dio la espalda y se marchó.

- Pero oiga…por favor… - Consiguió articular mi amigo Pepe, pero nada… 

Y yo me pregunto: ¿qué empresarios son esos que ante la postura de un trabajador, de querer saber, ¡qué menos!, su salario y horario de trabajo, responden dándole la espalda? 

¡Cuántos empresarios hay de este tipo, lamentablemente!