En este blog publicamos los artículos y cartas más interesantes y relevantes que nos envíen nuestros socios. Si eres socio/a puedes enviar tu opinión desde aquí. Consulta nuestras normas y recomendaciones para participar.
¿Regenerará Pedro Sánchez lo que nos ocultó Victoria Prego?
Ha fallecido la “cronista de la Transición” y es posible que le dediquen una calle, tal como hicieron con el aeropuerto de Madrid Barajas y Adolfo Suárez.
Nos ha dejado la periodista dos días después de que el presidente del Gobierno, tras reflexionar, nos haya dicho que se queda para regenerar la misma democracia que tantas veces calificó de “plena”, y quien podría negar que de nuevo estamos “transitando”.
No estaría escribiendo esto si leídos en voz alta los obituarios dedicados a Victoria Prego no se convirtieran en panegíricos que en un porcentaje cercano al 100% se han “olvidado” de mencionar la información que la periodista tardó 21 años en divulgar, provocando consecuencias irreparables en una sociedad que había confiado en su profesionalidad.
He puesto comillas a “olvidado” para ser generoso, pues los “olvidadizos” de ocasión saben que mienten, ocultando un hecho imposible de olvidar de la trayectoria de la cronista.
Victoria Prego supo en 1995 que el presidente del Gobierno había engañado a toda la sociedad española durante la Transición, legitimando la monarquía restaurada por el dictador Franco a sabiendas de que los españoles querían una república. Usted puede ver a Prego y a Suárez en aquel momento, tan histórico como frustrante, si en su buscador de Internet escribe “Prego Suárez Encuesta Sexta”, por ejemplo. El primer resultado será un enlace a “Así confesó Adolfo Suárez por qué no hubo referéndum…” que le lleva a un programa de noviembre de 2016 en La Sexta TV.
Desde 1995 y hasta el otoño de 2016 Victoria Prego se convirtió en cómplice de una gran estafa política al ocultar la grabación, porque en cualquier momento anterior pudo haber revelado la entrevista.
Si esa entrevista hubiera sido publicada, Juan Carlos I habría tenido mucho más cuidado a la hora de cometer delitos, incluso aunque se pudiera reír de todos nosotros cuando nos termináramos enterando.
Y si se hubiera hecha pública en su momento una entrevista que deslegitimaba la monarquía, presidentes como Felipe González o ministros como Narcís Serra, por citar solo dos de los que conocían los excesos del hoy residente en Emiratos, le habrían controlado más de cerca.
Y periodistas como Iñaki Gabilondo, que un día confesó lo mucho que dejó de contarnos sobre ese Borbón, quizás se habrían atrevido a alimentar el debate para que el Cuarto Poder no siguiera almacenando tanta porquería escrita.
Adolfo Suárez sabía, como todos sabemos, que si quieres que algo no se sepa no se lo tienes que contar a nadie. Y si la periodista no quería que pareciera que rompía un compromiso, podrían haberle “robado” la grabación para que apareciera en el NYT o la BBC, por ejemplo, pues lo más probable es que ningún medio de la democracia española, tan plena, se atrevería a publicarla.
El otro concernido por el adiós de Victoria Prego es Pedro Sánchez, quien antes de comparecer ante los medios el lunes 29 comunicó al rey una noticia, la de que se quedaba, que debió sentarle fatal a un Borbón a quien solo le han pillado gestos de pocos amigos en cada una de las coincidencias presenciales entre ambos desde la investidura.
Felipe VI, en tanto que beneficiario a título muy lucrativo de la estafa ventajista que Suárez ejecutó durante la Transición, así como de los 40 años de silencio acumulado desde que se realizaron las encuestas en las que “perdíamos” debería, ahora que ya no puede disgustar a la cronista, abandonar el Palacio de la Zarzuela con toda su familia. Y no regresar jamás.
Y el presidente Sánchez debería pensar en lo de si regenerar la democracia puede consistir también en derogar una Ley de Secretos Oficiales franquista que le está sirviendo hasta para ocultar una encuesta realizada hace medio siglo y que sabemos que su Gobierno tiene gracias a la respuesta que en abril de 2023 envió por escrito al entonces senador Vicenç Vidal, quien hoy es diputado en el Congreso.
De lo contrario, su gobierno seguirá siendo, por voluntad propia, igual de cómplice que Victoria Prego en la ocultación de verdades históricas decisivas, algo que siempre beneficia a esas derechas y ultraderechas que tanto peligro significan.
Sobre este blog
En este blog publicamos los artículos y cartas más interesantes y relevantes que nos envíen nuestros socios. Si eres socio/a puedes enviar tu opinión desde aquí. Consulta nuestras normas y recomendaciones para participar.
2