Invertir en sanidad pública es invertir en paz; invertir en educación pública es invertir en paz; invertir en agricultura y ganadería sostenible es invertir en paz; invertir en cooperación internacional es invertir en paz; invertir en investigación (si ésta se orienta con ética) es invertir en paz; invertir en salarios dignos es invertir en paz; invertir en protección, conservación y cuidado del medio ambiente es invertir en paz; invertir en servicios sociales, en el cuidado y dignidad de las personas vulnerables es invertir en paz; invertir en cultura es invertir en paz... Pero invertir en “defensa”, es decir; en armamento, eso es: una soberana desgracia. O una desgracia soberana.