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Alberto Garzón: “Mi abuela me llamaba la oveja roja” de la familia

Mitin de Alberto Garzón en la plaza de los Carros de Madrid (La Latina), en la campaña del 20D.

Andrés Gil

España franquista o España republicana. Guardias de asalto o guardias civiles. Miliciano o golpista. Socialista, comunista, anarquista, republicano o falangista o franquista. La Guerra Civil acabó con un régimen democrático y alumbró otro dictatorial. Y, por el camino, atravesó relaciones personales y familiares, y sigue atravesándolas, como se está comprobando con la intención del Gobierno de exhumar el cuerpo de Franco del Valle de los Caídos.

“Mi abuela paterna, María del Carmen Blanco, me llamaba la oveja roja”, recuerda Alberto Garzón: “Incluso borró mi camiseta de una foto familiar porque ponía 'siempre rojo y a la izquierda”, relata con una sonrisa. “Su padre fue médico en Madrid durante la Guerra Civil en el bando republicano, pero era partidario de los nacionales. En su familia llamaban peyorativamente a los comunistas topató (todo para todos)”, explica.

El coordinador federal de Izquierda Unida, organización que abandera la memoria histórica y republicana, colecciona ancestros falangistas. Incluso un bisabuelo suyo fue fusilado en Paracuellos durante la Guerra Civil. Y apenas cuenta con antepasados republicanos: un parentesco lejano con Santiago Casares Quiroga –diputado republicano y presidente del Consejo de Ministros de la II República durante la Guerra Civil–, que era además hijo de Santiago Casares Paz, que fue alcalde de A Coruña.

Pero ese hilo rojo que conecta las luchas emancipadoras del siglo XIX con el antifascismo de los años 30 y el antifranquismo ha sido más poderoso para Garzón que la herencia ideológica familiar.

Diputado de IU desde 2011, miembro de la dirección del PCE y líder de la coalición, Garzón representa a organizaciones significadas por su denuncia de los crímenes franquistas. Así, ha llevado al Parlamento una proposición para derogar la Ley de Amnistía de 1977 y así poder juzgar a torturadores como Billy el Niño; además de insistir en que la actuación en el Valle de los Caídos no se limite a exhumar el cuerpo del dictador –como pretende el Gobierno de Pedro Sánchez–, sino a convertirlo en un centro para la memoria histórica.

Paracuellos

Garzón, como tantos otros españoles con familiares y amigos en bandos opuestos, perdió a antepasados en la Guerra Civil. Así, su bisabuelo paterno, Eduardo Garzón, fue fusilado en Paracuellos del Jarama. A consecuencia de ello, una orden ministerial de 1944 concedía a su abuelo –y a los hermanos de éste– una ayuda por ser hijo de fusilado en Paracuellos “de los mártires” para las “Escuelas y Academias de la Armada”.

Uno de los hijos de este bisabuelo, José Antonio Garzón Sabina, acabó siendo presidente de los Círculos Doctrinales José Antonio de Málaga, dedicados a mantener la ortodoxia falangista.

Por la rama familiar de la madre del líder de IU, su abuelo materno, Jose Luis Espinosa, fue farmacéutico, terrateniente en La Rioja y permaneció en el bando nacional. Por su parte, la abuela materna, María del Carmen Casares, era hija de Román Casares Bescansa, un farmacéutico municipal de Málaga que tuvo 18 hijos, siendo todos los varones afiliados a Falange.

Durante la guerra, todos ellos fueron militares del bando nacional, a lo que ayudó que los Casares, oriundos de Galicia, tuvieran entre sus miembros a destacados militares franquistas. Algunos de los hermanos de Román Casares Bescansa fueron Javier Casares Bescansa y Santiago Casares Bescansa, dos altos cargos científicos y militares de la Armada española. 

Los Casares y los Bescansa fueron dos de las principales oligarquías burguesas del siglo XIX en Galicia, vinculadas a la farmacia, la medicina y el ejército. El abuelo y la madre de Garzón fueron también, de hecho, farmacéuticos. La rama de Román Casares Bescansa se trasladó a Málaga, donde hoy hay una calle con su nombre, y otras ramas continuaron en Galicia. De esas otras ramas gallegas proviene la también diputada de Unidos Podemos Carolina Bescansa.

Román Casares Bescansa, bisabuelo de Garzón y a quien Franco le dedica una foto, era también primo de Santiago Casares Quiroga, diputado republicano, galleguista y presidente del Consejo de Ministros de la II República durante la Guerra Civil. Casares Quiroga, hijo de Santiago Casares Paz –que había sido alcalde de Coruña– participó en el Pacto de San Sebastián que en 1930 derrocó a Alfonso XIII.

¿Con esos antepasados, cómo viene que Alberto Garzón y su padre se hagan de IU? “Yo venía del republicanismo, y me afilié primero a IU y luego al PCE. Y mi padre antes era simplemente votante pero se afilió por mí”, recuerda.

Y con ellos, con Alberto Garzón –la “oveja roja”–; su hermano, Eduardo; y su padre, Alberto; se sustituye la herencia política familiar por el hilo rojo de la historia. 

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