Interior ve poco razonable que con la mejoría económica crezcan las protestas

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha considerado “poco razonable” que en esta segunda parte de la legislatura se incrementaran las protestas ciudadanas cuando la situación económica está mejorando según constatan los indicadores.

En rueda de prensa para presentar los datos de la criminalidad de 2013, Fernández Díaz ha informado de las más de 44.000 manifestaciones que tuvieron lugar el pasado año en España y ha resaltado que solo en un 0,7 por ciento de ellas las fuerzas de seguridad han tenido que emplear los medios de defensa.

Preguntado por si temía un repunte de las movilizaciones tras los sucesos del barrio de Gamonal en Burgos y la “victoria” de las mareas blancas en Madrid, Fernández Díaz ha dicho que el ministro del Interior “por principio no teme nada”.

Ha recordado que la Constitución española ampara el derecho “pacífico y sin armas” de manifestación y reunión y, “a partir de ahí no hay que temer nada”, aunque ha reconocido que hay una minoría de vándalos que “contaminan” las manifestaciones y cuya infiltración en las protestas repudian los propios manifestantes.

Convencido de que la crisis económica incide en un mayor nivel de conflictividad social, Fernández Díaz ha insistido en que, una vez atravesado el ecuador de la legislatura y salvado a España del rescate con los consiguientes sacrificios de los ciudadanos, ahora “parecería razonable” que no hubiera más protestas ante la previsión de que el país entre en la senda del crecimiento.

Ha respondido también el ministro a las críticas del Consejo de Europa sobre el uso excesivo de la fuerza policial en las protestas contra la crisis y ha expresado sus dudas de que alguien conozca mejor que el Ministerio del Interior los datos sobre la actuación de las fuerzas de seguridad.

“En escasísimas ocasiones la Policía ha usado los medios de defensa”, ha resaltado el ministro, quien ha recalcado que “nadie como su departamento y los propios españoles” conocen mejor el número de ocasiones en que se han producido altercados.