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El PSOE proclama a sus candidatos a las autonómicas sin primarias salvo en Cantabria

Ximo Puig y Pedro Sánchez en un mitin del PSPV.

Irene Castro

El PSOE proclama este sábado formalmente a sus candidatos para las elecciones autonómicas del próximo 26 de mayo. Los socialistas iniciaron hace meses el proceso para preparar esos comicios clave y para los que la llegada de Pedro Sánchez a Moncloa supone un importante espaldarazo. El Comité Federal se reúne por primera vez desde que es presidente –su última reunión le dio el visto bueno a la presentación de la moción de censura– como una mera formalidad para la designación de los aspirantes a presidir las comunidades. 

Atrás quedaron las citas bélicas en el máximo órgano entre congresos del PSOE y en la dirección lo viven como un “mero trámite” para aprobar a los candidatos regionales, que han sido elegidos sin necesidad de primarias, salvo en el caso de Cantabria. Además, el Comité Federal ha aprobado las normas y el calendario para la elaboración de las listas electorales del 26M. El plato fuerte de la cita ha sido el mitin de Sánchez tras la reunión (a puerta cerrada).

Después de la batalla entre Pedro Sánchez y Susana Díaz, las cartas en el PSOE quedaron muy claras: los sanchistas se hicieron con el poder en las comunidades en las que no gobiernan y los barones que se posicionaron con la andaluza consiguieron salvar el liderazgo orgánico y ahora todos, a excepción del asturiano Javier Fernández que anunció su retirada nada más vencer Sánchez, repetirán como aspirantes a revalidar la presidencia de manera automática. 

Ximo Puig (Comunidad Valenciana), Guillermo Fernández Vara (Extremadura), Francina Armengol (Baleares), Javier Lambán (Aragón) y Emiliano García-Page (Castilla-La Mancha) volverán a encabezar las listas. En el caso de los presidentes o alcaldes que gobiernan, las normas del PSOE establecen un mecanismo que prácticamente imposibilita que puedan ser apartados para repetir como candidatos. Para que haya primarias allí donde gobierna un socialista lo tiene que acordar el Comité Autonómico correspondiente o solicitarlo el 40% de la militancia en el caso de los presidentes y el porcentaje aumenta al 50% para los alcaldes.

En el resto de federaciones tampoco ha habido batalla. La mayoría de los secretarios generales se han convertido directamente en candidatos sin pasar por las urnas: Adrián Barbón sucederá a Javier Fernández para pelear por el Principado; Luis Tudanca intentará conquistar Castilla y León tras décadas de poder del PP; Diego Conesa peleará por Murcia, donde Sánchez le hizo delegado del Gobierno para potenciarle; y María Chivite será de nuevo la candidata en Navarra; y el canario Ángel Víctor Torres tampoco tuvo rival.

Gonzalo Caballero también saldrá como candidato formal del Comité Federal a pesar de que en Galicia no se celebran comicios autonómicos en 2019, pero los deberes ya están hechos por lo que pueda pasar en las municipales. 

Margen para el cabeza de lista de las europeas

Josep Borrell es uno de los nombres que suena para encabezar la lista al Parlamento Europeo, pero en su entorno descartan que esté en sus planes. Uno de los argumentos de impulsar con el ministro catalán la lista de las europeas es que puede tener un efecto “arrastre” en el resto de España -no tanto en el caso del candidato de la capital-. Los socialistas tienen aún margen para tomar esa decisión.

Ángel Gabilondo será de nuevo el aspirante del PSOE a la Comunidad de Madrid. Los socialistas madrileños aprovecharon para abrir el proceso, en el que nadie se presentó contra el exministro, tras el escándalo de Cristina Cifuentes. El caso de La Rioja también es excepcional porque la candidata es Concha Andreu –sin que haya habido primarias por ser la única aspirante– mientras que el partido lo pilota Paco Ocón. 

La única federación en la que hubo batalla fue Cantabria, donde los sanchistas se impusieron en el plano interno a la vicepresidenta, Eva Díaz Tezanos, y Pablo Zuloaga consiguió ganar también a Ricardo Cortés, que intentó disputarle la candidatura a la presidencia. Sánchez también le hizo delegado del Gobierno para que tuviera una mayor visibilidad de cara a las autonómicas a sabiendas de que el cargo lleva fecha de caducidad ya que no se puede compatibilizar con la candidatura. 

El PSOE también ha ido poniendo en marcha los procesos de designación de los candidatos en los municipios de más de 20.000 habitantes para que la maquinaria se fuera engrasando. En el caso de las europeas, el calendario da de margen hasta marzo para que Sánchez designe al cabeza de la lista. 

Marlaska contento en el “barco” de Gabilondo

Otra de las decisiones estratégicas clave que tendrá que tomar Sánchez es la designación del candidato al Ayuntamiento de Madrid. El delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Rodríguez Uribes, y la delegada de lucha contra la violencia machista, Pilar Llop, están en la terna en la que también ha figurado la ministra de Industria, Reyes Maroto, aunque esta última ha perdido fuelle. 

La ministra de Justicia, Dolores Delgado, o el exjuez Baltasar Garzón también fueron nombres que se pusieron sobre la mesa, pero desaparecieron rápidamente por los audios de su viejo almuerzo en 2009 con el excomisario José Manuel Villarejo. 

Otra de las posibilidades que se manejan en las filas socialistas es el del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. “Sería fantástico”, dice un miembro del equipo de Sánchez en Moncloa. Sin embargo, otras fuentes socialistas ven complicado que el presidente desmonte el Gobierno antes de los comicios después de haber perdido a Màxim Huerta y Carmen Montón en tiempo récord. 

Grande-Marlaska descolocó a algunos socialistas madrileños el pasado martes en un acto del partido en el que compartió escenario con Delgado y el secretario general de la Presidencia, Félix Bolaños, al mostrarse encantado de compartir “barco” con Gabilondo. Previamente aseguró que Madrid es la “ciudad para toda su vida” desde el 11M. No obstante, preguntado por si se veía como rival de Manuela Carmena, respondió: “Yo soy ministro”. En Ferraz restan relevancia a sus palabras: “No midió esa expresión [la de ir en el barco de Gabilondo]. No lo hizo con segundas ni terceras intenciones”. 

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