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El PSOE desconoce el calendario de Sánchez para convocar elecciones

Pedro Sánchez, en una imagen de archivo

Gonzalo Cortizo

El PSOE no sabe qué hará Pedro Sánchez si se convierte en presidente. El secretario general del Partido Socialista ha tomado su decisión. Lo ha hecho tras consultar con un reducido grupo de confianza y sin aclarar a su partido el alcance de su apuesta frente a Rajoy.

Zapatero, Rubalcaba y González han sido advertidos por teléfono, cuando la decisión estaba ya tomada. Han sido conversaciones breves, según aseguran en Ferraz y confirman en el entorno de los interlocutores de Sánchez. Todo el socialismo apoya la moción de censura, pero reconocen desconocer a dónde conduce. Nadie sabe cuánto tiempo habría que esperar a una convocatoria de elecciones.

“Lo más importante no es la moción, sino para qué es la moción”, asegura uno de los barones de confianza de Sánchez, en conversación con eldiario.es. “O a finales de año, o a finales del año que viene”. En Ferraz, la caducidad de Sánchez, en este intento, se ha convertido en un territorio para la ambigüedad.

En el PSOE dan por segura la presión que su líder habrá de asumir a partir de ahora. Frente a un Rajoy que apuesta por no moverse, los socialistas confían en la capacidad de improvisación de su Sánchez. Sin embargo, no hay respuestas para la pregunta fundamental: ¿Cuánto duraría el Gobierno salido de la moción de censura? Nadie responde por el momento.

Mientras Rivera pide una “moción instrumental”, los socialistas evitan los detalles. En Ferraz ha causado desconcierto las declaraciones de Ciudadanos exigiendo que Rajoy disuelva las Cortes y convoque elecciones. “La ley no lo permite”, aseguran.

Un ejemplo del momento que vive el socialismo se resume en el episodio que este sábado protagonizaba el secretario de Organización, José Luis Ábalos, durante una entrevista en la Cadena Cope. Ábalos dijo que el PSOE ofrecía a Ciudadanos elecciones a cambio de investidura. Mientras las portadas de los diarios empezaban a reproducir las palabras del número dos del PSOE, el gabinete de Sánchez descolgaba teléfonos para matizar con argumentos amartillados: “No vamos a negociar con nadie”.

Hasta el momento, la decisión en Ferraz pasa por no dar fechas. El líder del PSOE quiere volver al Congreso sin negociar con nadie y entregado al argumento de “quien quiera votarme que me vote”. La clave sobre el futuro está en manos de Albert Rivera, empeñado en pedir un adelanto electoral que la ley impide en este momento.

Sánchez ha presentado su moción en un momento en el que tiene al PSOE controlado. No ha habido ni una sola voz crítica, pero todos se preguntan por los detalles y advierten de las dificultades de intentar gobernar con 84 diputados.

Entre los barones ha sentado bien la declaración de intenciones de su líder reclamando “un gobierno del PSOE”, pero se siguen preguntando “cuáles son los mimbres para construirlo”, tal y como asegura un dirigente socialista.

El equipo del secretario general asegura que estarán restringidas las entrevistas “durante los próximos días”. Se pretende evitar interrogantes. La dirección socialista se encamina a la moción de censura sin aclarar las preguntas fundamentales que les trasladan sus pretendidos socios para tumbar a Rajoy. Nadie sabe hasta cuándo se quedará Sánchez, si consigue llegar a La Moncloa.

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