Rousseff repudia agresión a refugiado senegalés en el sur de Brasil

La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, expresó hoy su repudio a la agresión contra un refugiado senegalés, que sufrió quemaduras el sábado en una ciudad del sur de Brasil cuando desconocidos le arrojaron fuego al colchón en que dormía, y dijo que ordenó que la Policía Federal asuma el caso.

“Reafirmo mi repudio a toda forma de violencia, intolerancia y odio. Combatimos la xenofobia que se está convirtiendo en el peor de los males de este siglo”, afirmó la jefe de Estado en un mensaje que publicó este lunes en su cuenta en Twitter.

La mandataria dijo lamentar profundamente el incidente y agregó que, dada la gravedad del caso, determinó que sea la Policía Federal la responsable por investigar la agresión pese a tratarse de un caso que, por jurisdicción, tendría que ser asumido por la policía regional.

De acuerdo con Rousseff, el ataque al senegalés Cheikh Oumar Diba cuando dormía en las calles de la ciudad de Santa María, “es un acto criminal que tiene que ser investigado” para que “sus responsables sean severamente sancionados”.

La presidenta recordó que Brasil es un país formado en su gran mayoría por inmigrantes y sus descendientes. “Este episodio ofende nuestra histórica tradición de acogida y respeto a los inmigrantes que vienen a Brasil a construir sus vidas”, expresó.

El senegalés, de 25 años, sufrió quemaduras en las piernas cuando tres desconocidos le echaron fuego al colchón en que dormía y le robaron la maleta en la que cargaba las joyas de fantasía que vendía para sobrevivir y el dinero que portaba.

El hecho ocurrió en la mañana del sábado en una céntrica calle de Santa María, ciudad en el sureño estado de Río Grande do Sul y cuya población es formada en su mayoría por descendientes de inmigrantes europeos.

El inmigrante fue auxiliado por empleados de una panadería y trasladado a un hospital municipal, en el que fue dado de alta el mismo día.

El comisario de la Policía Civil de Santa María, Sandro Meinerz, que asumió la investigación antes de que Rousseff pidiese la intervención de la Policía Federal, afirmó que la hipótesis más probable es que se trate de un caso de asalto, aunque no descarta que pueda tratarse de un ataque motivado por xenofobia o racismo.

Cheikh ingresó a Brasil en octubre de 2013, cuando presentó una petición para ser acogido como refugiado, pero el Ministerio de Justicia le negó inicialmente esa condición y actualmente estudia un recurso solicitado por el inmigrante para que la decisión sea revisada y se le permita regularizar su situación en el país.

De acuerdo con cifras oficiales, el número de extranjeros acogidos por Brasil como refugiados se duplicó en los últimos cuatro años, desde 4.218 en 2012 hasta 8.400 hasta junio de 2015.

El país con mayor número de ciudadanos refugiados en Brasil es Siria (2.077), seguido por Angola (1.480), Colombia (1.093), Congo (844), Líbano (389), Liberia (257), Iraq (250), Sierra Leona (169), Palestina (272) y Bolivia (151).