La Asamblea General de la ONU exige a Israel acabar con su presencia “ilegal” en Palestina en un plazo de 12 meses
La Asamblea General de la ONU ha aprobado este miércoles una resolución propuesta por Palestina que exige a Israel acabar con su “presencia ilegal en los territorios palestinos ocupados”, en un plazo de un año.
La resolución, que también pide sanciones y el fin al envío de armas a Israel, ha recibido 124 votos a favor –incluido el de España–, 43 abstenciones y 14 votos en contra. En este último grupo está Estados Unidos, aliado de Israel, así como Hungría, Argentina o República Checa.
El texto se basa en el dictamen emitido el pasado mes de julio por la Corte Internacional de Justicia, el máximo órgano judicial de Naciones Unidas, en el que declaraba ilegal la ocupación israelí de Palestina. Las resoluciones de la Asamblea General de la ONU no son legalmente vinculantes, pero tienen peso político y expresan la opinión de la comunidad internacional.
El documento demanda que Israel “ponga fin sin demora a su presencia ilegal en el territorio palestino ocupado, que constituye un acto ilícito de carácter continuado que entraña su responsabilidad internacional, y que lo haga a más tardar 12 meses después de la aprobación de la presente resolución”. La Asamblea de la ONU también “exige que Israel cumpla sin demora todas sus obligaciones jurídicas en virtud del derecho internacional, incluidas las estipuladas por la Corte Internacional de Justicia, entre otras cosas (a) retirando todas sus fuerzas militares del Territorio Palestino Ocupado, incluidos su espacio aéreo y marítimo, y (b) poniendo fin a sus políticas y prácticas ilegales, incluido el cese inmediato de toda nueva actividad de asentamiento, la evacuación de todos los colonos del Territorio Palestino Ocupado y el desmantelamiento de las partes del muro construido por Israel que están situadas en el Territorio, y derogando toda la legislación y las medidas que crean o mantienen la situación ilegal”.
Además, pide que se tomen medidas para “poner fin a la importación de cualquier producto originario de los asentamientos israelíes, así como al suministro o la transferencia de armas, municiones y equipo conexo a Israel, la potencia ocupante, en todos los casos en que haya motivos razonables para sospechar que pueden utilizarse en el Territorio Palestino Ocupado” y aplicar sanciones, “incluidas prohibiciones de viajar y congelación de activos, contra las personas físicas y jurídicas que participen en el mantenimiento de la presencia ilegal de Israel en el Territorio Palestino Ocupado, incluso en relación con la violencia de los colonos”.
Israel se hizo con el control de Cisjordania y Jerusalén Este en la Guerra de los Seis Días de 1967 y, desde entonces, mantiene una ocupación militar sobre este territorio palestino. Sin embargo, no aplica la ley de ocupación en esos territorios, ni cumple con sus obligaciones legales como potencia ocupante. Además, también ha ampliado su presencia en las zonas ocupadas con la continua creación de asentamientos ilegales.
Tel Aviv ha tachado la resolución de “cínica” y “distorsionada”. “Así es la cínica política internacional”, ha dicho el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores israelí, Oren Marmorstein, en un mensaje en X.
La votación pone de relieve el aislamiento de Israel días antes de que los líderes mundiales viajen a Nueva York para su reunión anual en la sede Naciones Unidas. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, tiene previsto dirigirse a los 193 miembros de la Asamblea General el 26 de septiembre, el mismo día que el presidente palestino, Mahmoud Abbas, según recoge Reuters.
Se trata del primer proyecto de resolución que presenta formalmente la Autoridad Palestina desde que obtuvo nuevos derechos y privilegios dentro de la ONU.
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