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Vox colapsa el centro de Madrid con cientos de coches para exigir la dimisión del Gobierno

Santiago Abascal junto con Ortega Smith en la manifestación de Vox.

Marta Maroto

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DIRECTO | Última hora sobre el coronavirus en España y el mundo

Cláxones, motores revolucionados y gritos desde los coches o de manifestantes a pie, apelotonados aunque con mascarillas, para pedir la dimisión del Gobierno entero. Porque “no queremos Venezuela 'pa' España”, decía una mujer que rondaría los 70 años agarrando con fuerza una bandera nacional. A pocos metros, un señor empapado en sudor las vendía y un chico joven, que como muchos allí no han querido hablar con la prensa, se ha acercado corriendo a cambiar la que acaba de comprar.

— La banderita, oiga, la banderita.

— ¿Me das una grande?

Las ventas no han ido bien, todos la traían puesta de casa. Había una moto con hasta ocho banderines. Porque esa era una de las consignas de la primera manifestación autorizada en el estado de alarma, convocada por el partido de ultraderecha Vox en más de 50 ciudades españolas. Algunos han hecho un 'collage' con la de la guardia civil, otros la han tuneado con consignas de 'No partido comunista chino', y otros, como Emilio, que está aquí porque “es español”, ha querido volver a épocas previas a la Constitución: “Es la bandera carlista, yo soy falangista”.

Motos y coches han colapsado La Castellana desde mucho antes del mediodía y hasta mucho después de las 12.30, hora hasta la que estaba autorizada. El recorrido era el rectángulo que forman la plaza de Cibeles por el Paseo de Recoletos, la plaza de Colón, la esquina que forman las calles Goya y Serrano, y terminaba en la puerta de Alcalá, que desde hace un mes luce un crespón negro por los muertos de la pandemia. Aunque la idea era dar vueltas, el tráfico era tan denso que el autobús #GobiernoDimisión que precedía a la caravana y en el que se han montado los líderes del partido extremista ha tardado casi una hora en recorrer los apenas 500 metros que separan Paseo de Recoletos de la boca de metro de Serrano.

Fue en esta zona de la Milla de Oro madrileña, que concentra el 1% más rico de España, cuando hace apenas diez días comenzaron las caceroladas contra el confinamiento. Un día más tarde, el 11 de mayo, el partido de ultraderecha Vox presentaba ante las Delegaciones de Gobierno las convocatorias para las marchas para desafiar al estado de alarma con el que el Gobierno trataba de imponer, denuncian, “un estado de excepción encubierto”, según repetía anoche el líder ultra, Santiago Abascal, en una entrevista con Jiménez Losantos –después de una tertulia que el conductor de radio tituló 'El cambio de régimen al que nos dirigen los comunistas'–.

Carmen y María, hermanas y vecinas del Barrio de Salamanca, han aprovechado su paseo para unirse a la manifestación. “Está todo mal”, decía tras su gafas de sol Carmen, votante del PP. Llevan estas semanas apoyando con el ruido de sus cacerolas las protestas contra el Gobierno, cuentan, pero esta es la primera vez que bajan a la calle a manifestarse porque “esto sí parecía importante”.

Los himnos, los pitos y los ritmos legionarios no han dejado de sonar ni cuando Abascal ha retransmitido por radio su discurso desde el autobús. Debajo, aprovechando la sombra, gritos de “Presidente”, de “Viva España y viva el Rey y viva Vox”. “Estoy emocionado”, reconocía el líder ultra, de ver “las calles vacías a verlas ahora llenas de una contenida alegría”, ha dicho después de recordar a los miles de muertos por la COVID-19. “El camino es la vigilancia permanente del poder, el camino es España”, continuaba.

Abraham quiere que su hija de 14 años, a la que lleva arropada con una bandera en el asiento de atrás de su moto, “viva en libertad”, y por eso ha venido. Sin dar más explicaciones, arranca con furia la moto, haciendo rugir el motor. Nuria y Alberto están aquí porque era “absolutamente necesario”, cuentan “orgullosos” desde su descapotable. “Estoy aquí para que dimitan Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, me parece un escándalo lo que está pasando en España”, zanjaba otra mujer en moto. Con cientos de manifestantes coreando el 'Libre' de Nino Bravo, Vox, en solitario y en plena pandemia mundial, repite la famosa 'foto de Colón' con la que PP y Ciudadanos legitimaron a la extrema derecha.

En la manifestación de Barcelona, la Policía Municipal ha contado medio millar de vehículos, entre coches y motos. La marcha ha comenzado poco después de las 12 horas, cuando medio centenar de vehículos han llenado la rotonda de Francesc Maciá aunque sin llegar a colapsar la Diagonal. A partir de ahí se han ido sumando manifestantes a lo largo del trayecto. Los participantes en la protesta, la mayoría dentro de sus coches pero también algunos grupos a pie, han lanzado consignas contra el Gobierno y han hecho sonar cazuelas para pedir la dimisión del Ejecutivo por la gestión realizada durante la pandemia, informa Arturo Puente. En Santander, la 'caravana' de Vox ha obstaculizado el paso de una ambulancia con sirenas y luces de emergencia.

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