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Wert, Morenés, Moragas: peligran los retiros dorados que Rajoy dio a sus cargos más fieles

Morenés, Moragas y Wert.

elDiario.es

Serán víctimas colaterales de la moción de censura, perjudicados que estando lejos ya de la primera línea política también tendrán que hacer las maletas después del traspaso de poderes. Un cambio en la presidencia del Gobierno, como el que se ha dado en España, conlleva centenares de nombramientos de cargos, algunos de ellos mejor pagados incluso que el del propio presidente. Entre los previsibles damnificados por la caída del Gobierno habrá caras conocidas de los distintos gabinetes de Mariano Rajoy que hasta ahora disfrutan de apacibles destinos lejos de España tras abandonar la responsabilidad de la gestión.

El exministro de Educación, José Ignacio Wert, uno de los dirigentes más polémicos del primer gabinete de Rajoy, cuyo apellido sirve todavía para bautizar todavía una de las leyes más polémicas de su primera legislatura, obtuvo como destino tras abandonar el Gobierno la embajada ante la OCDE, en París, donde percibe un sueldo de 10.000 euros mensuales, más gastos de representación, servicio doméstico y chófer, además de un piso de 500 metros cuadrados en una calle paralela a los Campos Elíseos, por el que el Ministerio de Exteriores paga 11.000 euros al mes.

El último en buscar refugio en una embajada fue Jorge Moragas, todopoderoso jefe de gabinete del presidente Rajoy. Salió el pasado diciembre de La Moncloa rumbo a Nueva York para ser embajador ante la ONU con un sueldo anual de 200.000 euros y una lujosa residencia con 11 habitaciones, pista de squash y 12.300 euros de mantenimiento anual.

Su excompañero de Gobierno, Pedro Morenés, que gestionó la cartera de Defensa, se mudó a la embajada de Washington. Allí deberá seguir a corto plazo porque su relevo debe pasar por un acuerdo con la administración norteamericana. Durante la crisis catalana Morenés tuvo que emplearse a fondo en la batalla del relato y escribió una carta al New York Times lamentando la “falta de objetividad” de la biblia del periodismo en Estados Unidos en su defensa del referéndum independentista.

De momento, el Gobierno no ha dado pistas de por dónde pueden ir los nombramientos de su política diplomática que pilotará el ministro de Exteriores, Josep Borrell. El primer Consejo de Ministros celebrado este viernes no ha adoptado ninguna resolución respecto a las embajadas y se ha limitado a ir cubriendo puestos todavía vacantes en la estructura del Gobierno.

El Estado gasta cada año más de 500 millones de euros en su red de embajadas y consulados repartidos por todo el mundo. Los distintos Gobiernos han utilizado los destinos más apetecibles para premiar a cargos institucionales y personal de confianza.

Una vez completado el organigrama del Gobierno deberá cuadrar los puestos en las empresas públicas y la administración paralela. En el Ejecutivo de Rajoy, 20 directivos tenían un sueldo mayor al del presidente.

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