Aitor Esteban: “El PSOE y Podemos tienen que retomarlo por donde tenían que haber empezado: haciendo un programa de Gobierno”
El portavoz del PNV en el Congreso de los Diputados, Aitor Esteban (Bilbao 1962), cree que PSOE y Podemos bordearon el ridículo durante las negociaciones previas al debate de investidura. El veterano político no acierta a confirmar si la ruptura del acuerdo se produjo por falta de destreza o por que las partes no querían entenderse.
Esteban pide a las dos formaciones que lo sigan intentando este verano, bajo la premisa de que la repetición electoral contradice el mensaje ofrecido por las urnas y aumenta el riesgo de que las tres derechas puedan reagruparse y acabar en el poder.
Como destino vacacional, Esteban ha elegido una casa familiar en la provincia de Soria: “Estoy cerca de Madrid y me llevaré la corbata por si acaso”.
¿Por qué no tenemos Gobierno?
Porque se han hecho las cosas muy mal. Si quieres éxito para que la investidura salga adelante es necesaria mucha más discreción. Me da la impresión de que los dos iban a ganar el 100% y eso no suele salir bien.
¿Cómo repartiría usted las culpas en ese proceso?
Como no tengo vocación de presbítero no voy a repartirlas.
¿Cree que Pedro Sánchez quería el acuerdo?
Voy a ser sincero. El otro día me pareció increíble en el debate cuando Iglesias suelta lo de las políticas activas de empleo. Si el problema eran las políticas activas de empleo lo podría haber dicho un día antes, dos horas antes...
Y por la otra parte: Pedro, si este es el problema ¿vas a desaprovechar la oportunidad de que la investidura salga adelante?, ¿de verdad? ¿Por las políticas activas de empleo? ¿Por una subdirección general? La posición de unos y otros no sé si decir que es ridícula.
Insisto. ¿Cree que el acuerdo se estaba buscando sinceramente?
La verdad. Yo lo hubiera buscado con más ahínco. No voy a ponerme en el pensamiento del presidente, pero si lo ha querido buscar, ha intentado hacerlo tan gratis...
Por la otra parte también digo que creo que han medido mal las fuerzas. Ha habido cierta displicencia a la hora de contestar y de interpretar las ofertas que se estaban haciendo y las ganas del otro. Se han equivocado.
Si Podemos estaba convencido de que Sánchez no quiere el pacto, deberían haber jugado inteligentemente. No le dejes margen para que se te vaya hacia atrás. Acéptale determinadas cosas y ponlas en valor. Ya le enganchas, ya le has cogido con algo y ya es imposible que el otro se te vuelva atrás. No ha sido así. Me parece increíble lo que ha sucedido.
¿Cuánto cree que han afectado las cuestiones personales en esta negociación?
Mucho. Me temo que lo personal en la política española en los últimos tiempos pesa muchísimo. En todos los partidos.
¿Entendió cuando Pedro Sánchez dijo que el problema era Pablo Iglesias?
Nosotros tenemos un Gobierno de coalición en Euskadi con el Partido Socialista y no decimos quiénes tienen que ser los consejeros. Lo dice Idoia Mendía.
Ahora bien, puedo entender que con alguna persona, con el líder de otro partido suene duro.
Creo que Pablo hizo un movimiento inteligente. Yo no soy de los que no esperaba que diese el paso atrás, no. Yo creía que era lo lógico y lo que tenía que hacer para decir que ese no era el problema.
Me pareció fuera de lo habitual por parte del PSOE lo que se pedía. Entendía también que con respecto a Podemos hay algunas personas, ámbitos económicos, sociales, políticos que ven con cierta prevención a una nueva fuerza que ha aparecido hace dos días y que tiene algunas propuestas de rompe y rasga.
Con su experiencia en el PNV a la hora de pactar, ¿qué consejo les daría a Podemos y al PSOE para que busquen el entendimiento en lo que queda de verano?
Lo primero que tienen que pensar ambos es que unas nuevas elecciones no son una buena idea. La gente votó bajo la presión y en la situación de que podía venir ese tripartito de derechas que no era bueno ni para la convivencia ni para el país. De ahí hay que sacar una conclusión y es que hay que ponerse de acuerdo. Unas nuevas elecciones serían correr ese riesgo incluso con mayor peligro.
¿Cree que en caso de repetición electoral el peligro de que las tres derechas sumen aumenta?
Sí. El voto de izquierdas se desmoviliza más fácilmente. Nosotros ya sé que vamos a andar en lo de siempre: seis escaños, cinco escaños... La derecha puede intentar reagruparse y puede haber una cierta desmovilización de la izquierda. Creo que es posible.
Tienen mimbres como para hacer algo. Empezaron la casa por el tejado y el tejado lo tienen más o menos hecho. Si van a una coalición en la que hubiera ministros, ya están definidos los ministerios que se ofrecían. Yo no entendería que el PSOE se resistiera mucho a eso porque ya han hecho esa oferta.
Tienen que valorar seriamente la idea de retomarlo por donde tenían que haber empezado: haciendo un programa de Gobierno. Ya sé que Podemos dirá que luego el PSOE se escapa y no cumplirán lo prometido. Que me lo cuenten a mí y al PNV, con las que hemos hecho y luego se escapan. Pero intentas que no se escapen, la fuerza de tus votos en algún momento también es importante.
Después del papelón que han hecho tendrán que hacerlo de manera que todo el mundo salve la cara. Creo que la gente se lo exige y se lo deben a sus votantes. Y también creo que no hay tiempo que perder. Cuanto más se enfríe la situación y nos acerquemos al 23 de septiembre, la gente va a amoldarse más a la idea de unas nuevas elecciones. Deberían retomar las conversaciones cuanto antes.
¿Comprende que el PSOE esté mandando el mensaje de que ahora es el momento de intentar convencer al PP y a Ciudadanos?
Claro que no lo entiendo. No lo entendí durante el debate y ahora menos. Ni tampoco entiendo si se lo plantean como un mensaje preelectoral; me parece que no sirve para mucho. Si con eso creen que van a demostrar o robar votos me parece un poco zafio. Al revés, confunden a su propio electorado. Nos confunden a todos e irritan a algunos.
Habrá fuerzas y, especialmente, a Podemos a la que esto le irrita y no tienes por qué irritar a tu principal socio, porque los demás no lo son. Dejémoslo claro.
Durante el debate usted le recriminó a Iglesias que había estado a punto de provocar una quiebra con Izquierda Unida. ¿Cree que si hay elecciones IU concurrirá separada de Podemos?
No lo sé. Sé que hay presiones para eso. En su estrategia parece que no valoraron exactamente cuál era la situación. Hacia fuera y hacia dentro.
Llegamos al mes de agosto sin acuerdo y el rey, a Marivent...
Sinceramente no lo entiendo. La única función que tiene realmente el rey, la más clara, es la del artículo 99. Si no es él quien propone, no hay candidatos. Se dice que debe arbitrar entre poderes. Si este no es el momento para hablar con los partidos políticos y para decirles 'vamos a ver, habrá que ponerse de acuerdo'. No para borbonear, pero sí para ver realmente cuáles son las posibilidades y también animar a que se muevan. No lo entiendo.
Por las explicaciones que nos ha dado la presidenta Batet, lo que más o menos ha venido a decir el rey ha sido 'bueno, presidenta, cuando usted vea que hay una mayoría, avíseme' que es otra manera de decir 'cuando Sánchez quiera, que me avise'.
Es verdad que Sánchez es el único candidato, pero la función del rey no es hacer solo de notario. Si quiere buscarse él mismo una utilidad, este es un momento especial. Tampoco me sorprende mucho, sinceramente.
¿Cuál es su pronóstico sobre lo que va a pasar?
No lo sé. Creo que los ánimos de unos y otros están orientados hacia la repetición de elecciones.
Deja usted pocas opciones abiertas...
Fíjese, hay una cosa que me llamó la atención el martes en la diputación permanente. Hubo un asunto muy grave; el tema del espionaje a los correos privados de funcionarios de las Generalitat. En unas circunstancias normales, Podemos hubiera votado a favor de la comparecencia del ministro como hice yo. Pero se abstuvo.
A mí me llamó la atención. Creo que fue una manera de templar gaitas, de dar el siguiente mensaje: 'somos una fuerza que estamos aquí y queremos dialogar'. Es una interpretación mía y puede estar perfectamente equivocada.
Creo que hay posibilidades de diálogo y hay sectores en el Partido Socialista que quieren un acuerdo. Vamos a ver qué es lo que ocurre.