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PSOE y Unidas Podemos retoman las conversaciones por teléfono para la investidura de Pedro Sánchez

El líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, pasa ante el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez.

Andrés Gil / Irene Castro

Las negociaciones para la investidura de Pedro Sánchez entre el PSOE y Unidas Podemos apura los tiempos. Pero son limitados. Este jueves a partir de las 13.30 se reanuda la sesión de investidura, y aún no hay acuerdo para un Gobierno de coalición entre Unidas Podemos y el PSOE. Durante la mañana de este jueves han retomado los contactos después de que Sánchez decidiera hacer una nueva oferta al grupo confederal. Carmen Calvo y la ministra de Hacienda en funciones María Jesús Montero se han reunido con Pablo Echenique.

Poco antes de las dos de la tarde, la negociación se ha parado. “Hemos hecho un receso para comer, pero lamentablemente no hay novedades”, han afirmado fuentes del grupo de Pablo Iglesias sobre la última oferta que les ha llegado del PSOE. Fuentes oficiales del PSOE han dicho, por el contrario, que “no es un receso” y apremian a Unidas Podemos a tomar una decisión, a dar una respuesta definitiva a esa propuesta. “Han parado. Hay que concluir en una dirección o en otra”, señalan fuentes oficiales del partido tras haberle hecho llegar a Echenique la última oferta de Sánchez, que preparó este martes con su equipo más cercano y de la que los socialistas no han desvelado ningún detalle.

Por la tarde, se han retomado los contactos telefónicos entre Calvo y Echenique, que han hablado varias veces, según fuentes de Unidas Podemos.

La última oferta del PSOE no ha convencido al grupo confederal, según han explicado fuentes oficiales: “Unidas Podemos no quiere entrar en el Gobierno a cualquier precio, queremos competencias para desarrollar políticas sociales en Igualdad, Trabajo, Hacienda y Transición Ecológica: subir el SMI, aprobar un impuesto a la banca, bajar la factura de la luz o extender la educación 0-3 y los permisos de maternidad y paternidad iguales e intransferibles. Recordamos que para aproximar posiciones con el PSOE ya hemos cedido en no asumir competencias en ningún Ministerio de Estado como Interior, Justicia o Exteriores y además hemos aceptado también el veto de Pedro Sánchez a Pablo Iglesias, algo inédito en los acuerdos de gobiernos de coalición. Y después de esto el PSOE no está dispuesto a compartir ninguna competencia social”.

“Hay que ser prudentes, y no levantar las expectativas, porque no está habiendo apenas avances en las propuestas”, han dicho en un primer momento tras recibir la propuesta de boca de Calvo y Montero. “Estamos muy lejos porque no hay propuestas que nos permitan cumplir con una mínima acción de gobierno en políticas sociales y de igualdad”, prosiguen en Unidas Podemos.

Fuentes socialistas aseguran, por el contrario, que la nueva propuesta contiene “avances” y reprochan a Unidas Podemos que “siguen sin sacar nada de la cesta”. Las mismas fuentes emplazan a los de Iglesias a “moverse también un poco”, es decir, a ceder en sus posiciones iniciales.

Los principales escollos consisten en la composición del Gobierno, su reparto y las competencias de cada cual. El PSOE se ha abierto a una vicepresidencia para Unidas Podemos, que se da por hecho recaerá en la portavoz parlamentaria, Irene Montero. Pero las escasas competencias que le concede el PSOE son un problema para el acuerdo, según fuentes de Podemos.

Lo mismo ocurre con los ministerios de los que se está hablando: Unidas Podemos quiere competencias que le permitan llevar a cabo su programa, en lo relativo con impuestos, empleo, igualdad, conciliación y transición ecológica. Pero el PSOE, de momento, sólo quiere dar ministerios de nueva creación, tipo Infancia y Juventud, o desgajar de los actuales departamentos algunas de las áreas, como Vivienda. El grupo confederal sostiene que esas propuestas no conllevarían competencias para incidir el precio del alquiler en el primero de los casos, por ejemplo, mientras que los socialistas sostienen que son carteras “relevantes”.

Unidas Podemos argumenta, además de la posibilidad de poder aplicar sus prioridades programáticas, las concesiones con las que ha llegado a la negociación: la renuncia de Pablo Iglesias a estar en el Gobierno tras el veto de Pedro Sánchez, la decisión de no pugnar por ministerios de Estado –Exteriores, Defensa, Justicia, Interior–; y “lealtad” con la posición del presidente del Gobierno en relación con Catalunya.

También los socialistas argumentan que se han movido desde el 28A, cuando su aspiración era gobernar en solitario hasta aceptar la entrada de miembros de la cúpula de Unidas Podemos en el Consejo de Ministros. “Es la primera vez en 40 años de democracia que el partido que ha ganado las elecciones acepta una coalición”, dicen fuentes socialistas.

El primer día del debate de investidura dejó un ambiente muy enrarecido, con un candidato, Pedro Sánchez, que no hizo un discurso seductor para su supuesto socio preferente. La portavoz socialista, Adriana Lastra, sí tuvo más gestos para la bancada de Unidas Podemos, lo que facilitó el paso del no a la abstención. No en vano, Irene Montero, que votó de manera telemática a las 9.00, votó no.

Una vez Sánchez perdió la investidura el martes, se reunió con sus más estrechos colaboradores y decidió retomar las negociaciones. La vicepresidenta, Carmen Calvo, llamó al negociador de Unidas Podemos, Pablo Echenique, y quedaron en verse “pronto”.

Pero no fue tan pronto, ha habido que esperar hasta la mañana siguiente, hasta este miércoles, para que vuelvan a verse Calvo y Echenique. Y ha sido después de una dura noche, según ha explicado la diputada de Galicia en Común, Yolanda Díaz: “Hemos estado toda la noche trabajando, estamos sin dormir y hoy seguramente no durmamos”, ha dicho la diputada de Galicia en Común, Yolanda Díaz.

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