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Cientos de ultras cercan la asamblea de Unidos Podemos sobre Catalunya por escasez de Policía, según la organización

Ultras a las puertas de la concentración. Foto: Eduardo Santos (Podemos)

Irene Castro

Una concentración de 300 ultras en las puertas del pabellón Siglo XXI donde se ha celebrado la asamblea en favor de un referéndum pactado en Catalunya ha obligado a cerrarlo por motivos de seguridad. La organización ha cerrado las puertas y no dejaba salir a los asistentes y periodistas, con la instrucción de que si salían no podían volver a entrar. Varios de los intervinientes han achacado al traslado masivo de Policía a Catalunya la escasez de efectivos para proteger el acto.

La organización del evento se ha dirigido tanto a la Delegación del Gobierno en Aragón como al propio Ministerio de Interior para solicitar refuerzo policial. Según estas fuentes de la organización de la asamblea, la respuesta ha sido que no se podía garantizar la seguridad, informa Efe.

La propia portavoz de Unidos Podemos en el Congreso, Irene Montero, se ha puesto en contacto con Interior, han apuntado fuentes de la dirección que encabeza Pablo Iglesias. La respuesta, en este caso, ha sido la misma.

La presidenta de las Cortes de Aragón, Violeta Barba, ha sido agredida a mediodía por los ultras. Le han lanzado una botella y que ha llegado a golpearle, pero se encuentra bien y sin lesiones.

El secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, ha confirmado la agresión a través de Twitter: “El Gobierno confirma que la policía está en Cataluña. Es su responsabilidad”, ha comentado.

Fuentes de la organización aseguran a eldiario.es que la policía les ha explicado que no tienen efectivos suficientes para garantizar la seguridad de quienes abandonan el recinto porque muchos están en Catalunya. En este sentido se ha pronunciado también el líder de Izquierda Unida, Alberto Garzón, y Jaume Ciurana, portavoz del Grupo Municipal del PDeCat en Barcelona.

Carles Campuzano, portavoz del PDeCat en el Congreso, ha lamentado la situación: “Que haya 500 nazis fuera intentando impedir nuestro derecho de reunión y que se nos comunique que no hay suficientes efectivos porque están en Catalunya expresa la absoluta irresponsabilidad” del Gobierno. “Nos envían policías y guardias civiles para impedir que nos manifestemos y que podamos votar y son incapaces de garantizar la seguridad de quienes estamos haciendo nuestro derecho de expresión”, ha añadido.

El secretario general de Unidos podemos, Pablo Iglesias, ha cerrado el turno de intervenciones dirigiéndose a los ultras: “A los fascistas que practican la violencia, los demócratas no les tenemos ningún miedo”, ha dicho antes citar a los cargos públicos que han viajado a Zaragoza para acudir al evento en defensa de una consulta pactada por la independencia de Catalunya.

La concentración ultra

Un grupo de personas, ataviados con banderas españolas, han recibido con distintas recriminaciones en el pabellón Siglo XXI de Zaragoza la entrada de los participantes en la asamblea extraordinaria de los cargos públicos y parlamentarios de la confederación de Unidos Podemos.

Con gritos de “fuera del Ebro y fuera de Aragón”, “Sijena sí”, “Aragón también tiene sus derechos” o “Golpistas y secesionistas”, los manifestantes han recriminado a los distintos líderes políticos su defensa del referéndum pactado en Catalunya, así como los actuales sueldos que perciben en su condición de representantes políticos. Además de los diferentes eslóganes también han izado una bandera española, tras varios intentos, en uno de los mástiles oficiales del pabellón de la capital aragonesa.

A pesar de la presencia de los manifestantes desde más de media hora antes del inicio del acto a la entrada del recinto zaragozano, la presencia policial no se ha hecho notoria hasta pocos minutos antes del horario previsto por la organización para el comienzo.

Tras su llegada, los efectivos policiales han tenido que flanquear la entrada de algunas de las delegaciones de los diferentes partidos, principalmente las de las caras más conocidas, como la de Izquierda Unida que encabezaba su secretario general, Alberto Garzón.

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