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Sanz Roldán apela al secreto del CNI para no declarar sobre su visita a la expareja del rey emérito Corinna Larsen

El ex director del CNI Félix Sanz Roldán durante el juicio contra Villarejo

Pedro Águeda / Elena Herrera

15 de enero de 2021 13:54 h

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El ex director del CNI Félix Sanz Roldán, que acusa al comisario Villarejo de calumnias y denuncia falsa, se ha negado en el juicio a comentar su visita a Corinna Larsen en Londres, realizada en 2012, de acuerdo al secreto que por ley rige las actuaciones del servicio de Inteligencia. Al mismo tiempo, Sanz Roldán ha descartado que fuera una actuación del CNI porque éste tiene prohibido realizar misiones en el extranjero. El general se ha limitado a admitir, por ser público, su visita a Larsen, un encuentro que se produjo tras la ruptura de la ciudadana alemana con Juan Carlos I y tras el escándalo del accidente durante una cacería en Botsuana.

Por su parte, Corinna Larsen ha confirmado este viernes ante el tribunal que juzga al comisario Villarejo que lo que éste dijo en un programa de televisión es cierto, en el sentido de que ella le trasladó que había recibido amenazas del ex director del CNI Félix Sanz Roldán. La afirmación de Larsen ha motivado que la Fiscalía retire en sus conclusiones una de sus dos acusaciones contra el policía, la de calumnias, al constatar que el policía solo reprodujo en el programa 'Salvados' lo que le había contado Larsen, a la que citaba como fuente.

El representante del Ministerio Público ha asegurado que “independientemente de que las amenazas ocurrieran o no” —algo que no es objeto en este procedimiento— no concurren los elementos para considerar las existencia de calumnias. En su escrito de acusación provisional, el fiscal había estimado que Villarejo hizo esta afirmación “siendo consciente de que no era cierta”. Las revelaciones de Larsen a Villarejo, que éste grabó y en 2018 fueron publicadas por Okdiario.com y El Español, provocaron la apertura de una investigación por blanqueo de capitales en la Fiscalía suiza. En la misma están imputados el gestor de la fortuna de Juan Carlos en ese país, un abogado y la banca donde se depositaron los 62 millones que recibió el emérito de la monarquía saudí.

“Confirmo el hecho de haberle contado al señor Villarejo las amenazas recibidas por el general Sanz Roldán en el The Connaught (Londres) y las amenazas contra mí y mis hijos”, ha dicho Larsen, que comparecía como testigo por videoconferencia desde Londres. Larsen se ha ratificado en la declaración por escrito que depositó ante notario en la que relataba las supuestas amenazas de Sanz Roldán en una reunión de mayo de 2012 en el citado hotel y en la que acusaba al rey emérito de estar detrás de la actuación de Sanz Roldán.

A preguntas de la Fiscalía, la ciudadana alemana, residente en Londres, ha dicho que puso los hechos en conocimientos de un órgano de la policía británica en 2018 y que si no hay ido más allá en los tribunales es porque tanto Sanz Roldán como Juan Carlos I tenían “inmunidad” en el momento de los hechos. Larsen ha vinculado a Juan Carlos I con las visitas y mensajes que habría recibido de Sanz Roldán porque tras quejarse al rey emérito, el general le habría escrito desde una dirección de correo, con el nombre de Paul Bond, explicando que se había producido un malentendido.

Por su parte, Sanz Roldán ha declarado: “Jamás he amenazado a una mujer ni a un niño”. El ex director del CNI ha afirmado que si puso la denuncia por calumnias a Villarejo fue por esta supuesta falsedad y porque había acusado al Centro de filtrar a El País una fotografía con la que, según el policía, se puso en peligro una operación antiterrorista. “Tenía que defender a mis subordinados”, ha dicho Sanz Roldán respecto a la interposición de la querella que ha dado lugar al presente juicio.

La contradicción del general

Sanz Roldán ha incurrido en contradicción al desvincular al CNI de su encuentro en Londres con Corinna Larsen porque el servicio de Inteligencia no tiene autorización para realizar misiones en el extranjero. Sin embargo, cuando se le ha preguntado por las supuestas amenazas a Larsen, Sanz Roldán se ha amparado en el secreto de las actuaciones del CNI que marca la ley que regula su funcionamiento.

La abogada del Estado, en representación de Sanz Roldán, ha pasado de intentar detener las afirmaciones de Villarejo y Larssen sobre las supuestas amenazas, por no ser objeto del juicio, a contextualizar uno de los comentarios de la expareja del rey emérito, quien había dicho que Sanz Roldán empezó a decirle que si no seguía sus indicaciones no podía garantizar su seguridad.

Villarejo se ha defendido asegurando que él se limitó a reproducir en el programa 'Salvados' de La Sexta lo que le había dicho Corinna Larsen en varias reuniones mantenidas con ella y que luego le confirmaron “altos mandos” del CNI. El policía, en prisión provisional desde noviembre de 2017, ha insistido en que ha trabajado para el CNI y que siempre ha mantenido contacto con sus miembros. Sanz Roldán lo ha negado tajantemente y ha circunscrito cualquier posible contacto a alguna relación personal de Villarejo con miembros del CNI, pero en ningún caso profesional.

La Fiscalía mantiene, por contra, la petición de un año de prisión y veinte meses de multa con una cuota diaria de 20 euros por el delito de denuncia falsa en relación al otro eje del juicio:  la denuncia presentada el 1 de junio de 2017 por Villarejo contra Sanz Roldán y el periodista de 'El País' Javier Ayuso por un artículo sobre sus “tentáculos” en el mundo judicial que se ilustraba con una fotografía suya, según denunciaba, obtenida durante una operación antiterrorista en la que había participado como agente encubierto. Según Villarejo, la publicación de esa foto puso en peligro a colaboradores en la lucha contra el terrorismo yihadista.

En la imagen aparecía Villarejo bajando de un avión en la zona de pistas del aeropuerto de Melilla y, siempre según su denuncia, formaba parte de un dossier que el CNI habría facilitado al periódico 'El País' con el conocimiento y la autorización de Sanz Roldán, lo cual sería constitutivo, en su opinión, de un delito de descubrimiento y revelación de secretos y de un delito de colaboración con actividades de organizaciones terroristas. La denuncia no fue admitida a trámite y el juez ordenó el archivo de las actuaciones. Villarejo recurrió en reforma y en apelación, sin ningún éxito. Finalmente la Fiscalía y la Abogacía del Estado acabaron emprendiendo acciones contra él por denuncia falsa en los juzgados de Madrid.

Sanz Roldán ha dicho que solo conoció esa foto cuando la vio publicada y ha destacado que la instantánea no permite siquiera conocer que corresponda a un desplazamiento de Villarejo y el comisario José Luis Olivera a Melilla para entrevistarse con colaboradores, ya que solo se ve a ambos descender de un avión. Olivera, que ha comparecido como testigo a propuesta de Villarejo, ha dicho que hay constancia en el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO) de la existencia de ese viaje. “Que viajamos, cierto. Que esa foto corresponde al viaje a Melilla, cierto”, ha asegurado a preguntas de la defensa. Olivera también ha asegurado que llegó a comentar esa fotografía en tono “jocoso” con Sanz Roldán en una reunión en la que ambos coincidieron en el Ministerio del Interior, un extremo que había negado previamente el ex director del CNI.

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