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Rajoy sostiene a Montoro en plena ofensiva de sus enemigos

Mariano Rajoy y Cristóbal Montoro, durante un pleno del Senado.

Rodrigo Ponce de León

Durante la última sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, respondió airado a las acusaciones de haber beneficiado a conocidos y a dirigentes del PP con la amnistía fiscal: “El ministro de Hacienda, amigos no tiene muchos”. Pero si Montoro admite que tiene pocos amigos, lo cierto es que hay pocos integrantes del Ejecutivo de Mariano Rajoy que hayan conseguido crearse tantas enemistades como el titular de la cartera de Hacienda, pese a que no hay dudas de que cuenta con el apoyo del presidente.

La patronal CEOE y las empresas, medios de comunicación, actores, restauradores, los trabajadores de la Agencia Tributaria, las guerras internas del Partido Popular, el PSOE o los miles de personas y compañías que han quedado al descubierto en la lista de morosos con Hacienda. La lista de enemigos del ministro de Hacienda es alargada y explica buena parte de las tensiones que vive últimamente el ministro.

En poco más de tres semanas, Montoro se ha visto más cuestionado que nunca desde diferentes ámbitos, aunque en Moncloa aseguran que “no hay ministro que tenga un respaldo tan sólido de Rajoy como Montoro”. Fuentes del Ejecutivo admiten que salvo el golpe que supuso la anulación de la amnistía fiscal por parte del Tribunal Constitucional todo lo demás “es ruido” con escasa repercusión política real.

Tanto la aprobación de su reprobación en el Congreso de los diputados como las acusaciones –“interesadas”, según fuentes del Gobierno– del exministro de Industria José Manuel Soria de filtrar datos fiscales o las informaciones sobre actividades dudosas con su antiguo despacho Equipo Económico no son “argumentos de peso” para que el ministro cese.

“Montoro lleva desde el principio con Rajoy, estuvo junto a él en la oposición y siguió como ministro. Durante la crisis siempre que ha habido una discrepancia entre ministros se ha seguido su criterio. Es el ministro que ha mandado durante la peor etapa económica de este país y el tiempo le ha dado la razón. Gracias a sus decisiones, se ha conseguido cumplir con el déficit y con los compromisos con Bruselas. En esta legislatura ha conseguido pactar los presupuestos de 2017. No hay nada con recorrido para que Rajoy le retire la confianza”, aseguran desde el Gobierno.

Durante la rueda de prensa tras el consejo de ministros de este lunes, Montoro admitió que “hay intereses en que me retire y había intereses en que no hubiera entrado en política”, dando a entender que es consciente de la cantidad de enemigos que ha creado durante su carrera.

“Fuego amigo”

En el Partido Popular admiten que puede “haber fuego amigo” en la retahíla de varapalos que ha recibido el ministro en las últimas semanas. “En un momento de supuesta debilidad, algunos han aprovechado para sus aventuras particulares”, resalta un miembro del PP. En este apartado se ha colocado las informaciones que supuestamente provienen del exministro de Industria José Manuel Soria sobre la filtración de datos fiscales de la madre de Soria que provocó su dimisión.

A Montoro siempre se le ha ubicado en el grupo de ministros vinculados a la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, conocido como los 'sorayos' y que incluye a ministros como Montoro, Fátima Báñez o Álvaro Nadal. Aunque en este mes de pasión para el ministro, la segunda del Ejecutivo de Rajoy ha optado por el silencio en lugar de salir a defenderlo.

El titular de Hacienda no ha dudado en lanzar frases terminales para los ministros o excargos del PP que suponían una amenaza para la sucesión de Rajoy. “Nadie que tenga cuentas en paraísos fiscales puede formar parte del Gobierno”, llegó a decir Montoro cuando se conoció la implicación de Soria en los papeles de Panamá. Tampoco tuvo reparos para marcar distancias con el exvicepresidente Rodrigo Rato cuando la Agencia Tributaria lo estaba investigando: “Que cada cual responda de sus actos”.

También tuvo una relación llena de duros encontronazos con el ministro de Economía, Luis de Guindos. La capacidad de Montoro de paralizar iniciativas de otros Ministerios llegó a provocar que De Guindos dejara de llevar asuntos de su negociado a la Comisión Delegada para Asuntos Económicos para evitar el filtro de Hacienda. De hecho, la renuncia de Soria a un puesto en el Banco Mundial, por el que medió De Guindos, fue asumida como una victoria más del clan de los 'sorayos'.

Incluso el expresidente del Gobierno José María Aznar ha sufrido la cólera de Montoro al frente de Hacienda. En plena discrepancia de Aznar con Rajoy por la política económica y fiscal que había puesto en marcha el político gallego, se filtró que Hacienda abrió una inspección en 2013 a Famaztella, empresa familiar de Aznar y su esposa, Ana Botella, sobre el resultado de las declaraciones fiscales de los ejercicios de 2009 y 2010. La historia no fue a más, pero fue interpretada por parte de Aznar y los suyos como un golpe bajo.

Problemas con empresas y la CEOE

Pero si Montoro ha tenido choques internos, ha sido con sectores empresariales y sociales con los que ha tenido más problemas y donde le han surgido más enemigos. El presidente de la patronal CEOE, Joan Rosell, llegó a decir que “el discurso de Montoro con las empresas es más agresivo que el de Podemos” por sus declaraciones sobre la tributación real de las grandes empresas, además de sufrir duras criticas por la subida del Impuesto de Sociedades.

Cuando se ha visto amenazado, el ministro no ha dudado en sacar a colación los supuestos problemas con Hacienda de determinados colectivos, pese a que siempre ha declarado: “No puedo dar ninguna información sobre ningún contribuyente, algo que no he hecho durante todo mi periplo como ministro de Hacienda”. La realidad es que sus insinuaciones y amenazas veladas han sido continuas.

Con los medios de comunicación ha tenido una relación nefasta. En una ocasión, tras una información sobre el despacho Estudio Económico que lo relacionaba con la empresa Cemex, Montoro apuntó que hay “medios de comunicación que tienen bastantes problemas económicos y que vienen a contármelos a mi despacho. ¿No puedo decir en público que los medios de comunicación españoles tienen una gran deuda con la Agencia Tributaria? No les gustará, pero es así”.

Fuentes del PP vinculan los cambios realizados en el Impuesto de Sociedades y los resultados de la compañía Vocento, que perdió 60 millones de euros en 2016, a las informaciones del diario ABC sobre el despacho que fundó el ministro.

Otro sector que no tiene devoción por el titular de la cartera de Hacienda es el mundo del cine. Montoro subió el IVA cultural del 8% hasta el 21% y no ha incluido al cine en la última bajada del impuesto aplicado a los espectáculos en directo.

Ante las numerosas críticas, el ministro volvió a utilizar sus conocimientos de información tributaria para cargar contra los actores: “Aquí hay mucha gente que no paga impuestos. A nosotros no nos ha hecho falta tener nuestro Depardieu (actor francés que se estableció en Bélgica para no pagar impuestos en su país) porque alguno de nuestros famosos actores no pagan impuestos en España”. Para terminar de arreglarlo, el ministro soltó que “los problemas del cine español no tienen que ver solo con las subvenciones sino también con la calidad de las películas”.

Los restauradores también han apuntado a Montoro, al que han calificado de ser el responsable del comando del precinto, por las actuaciones de precintado en el momento en el que había clientes en algunos locales como el restaurante de Sergi Arola, Gastro, por funcionarios del Ministerio de Hacienda por impago de las deudas contraídas con organismos públicos, o el embargo de botellas del Asador Frontón, entre otros.

Las últimas alusiones del ministro han sido contra el PSOE. Montoro avisó de que había más dirigentes del PSOE que del PP que se habían beneficiado de la amnistía fiscal: “Están en los tribunales, hay exdirigentes del PSOE, son objeto de las investigaciones de blanqueo de los tribunales. No lo digo yo, lo sabe todo el mundo”. En un debate con el diputado socialista Pedro Saura le llegó a espetar: “Mi declaración de la renta es pública y la recoge la web del Congreso. ¿Lo tiene claro? No vaya a ser que haya otros [a los que] les falten elementos de esa declaración. ¿Lo tiene claro?”.

Ni siquiera con los empleados de la Agencia Tributaria ha dejado de tener problemas. La dimisión de la cúpula del organismo recaudador durante la pasada legislatura se debió a que altos cargos del PSOE continúan con responsabilidades en la Agencia Tributaria”.

Con esta lista de agraviados por Montoro, no es difícil entender que en un momento en el que se ha puesto en duda su gestión por la decisión del Constitucional sobre la amnistía fiscal y la reprobación del Congreso se lancen más ataques contra el ministro. Sin embargo, en Moncloa “no hay ministro que tenga un respaldo tan sólido de Rajoy como Montoro”.

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