Génova rebaja la presión sobre Cospedal con la aceptación de una “gradual separación y limitación” de cargos
Fernando Martínez-Maillo ha conseguido acallar a las principales voces que ponían pegas a la ponencia Política y de Estatutos. El vicesecretario de Organización del PP ha pactado una enmienda transaccional a la ponencia de Estatutos con el portavoz adjunto en el Ayuntamiento de Madrid, Iñigo Henríquez de Luna, para que el PP promueva una “gradual separación y limitación” en la acumulación de cargos institucionales de Gobierno y partido. Este acuerdo facilita un Congreso Nacional del partido sin ruidos discordantes.
La acumulación de cargos ha sido uno de los puntos polémicos que se iban a discutir en el XVIII Congreso Nacional del PP que comienza este fin de semana. Entre otras cosas porque ponía en duda el papel de María Dolores de Cospedal, que es ministra de Defensa, secretaria general del PP y presidenta del partido en Castilla-La Mancha.
Tras el acuerdo, el artículo 3 de la ponencia Política y de Estatutos recogerá: “Defendemos el diálogo y la moderación como ejes de nuestros Gobiernos. Por ello promoveremos una gradual separación y limitación en la acumulación de cargos institucionales de gobierno y orgánicos del partido”.
En el pacto también se reconoce como parte de la ideología del PP el “compromiso inquebrantable con la libertad, los derechos individuales y la separación de poderes, así como la existencia de pesos y contrapesos como marco de convivencia y progreso de nuestra sociedad”.
Henríquez de Luna se declaró “satisfecho” con el acuerdo. Por un lado, según ha declarado, demuestra que el PP “ha aprendido de los errores del pasado” y, por otro, reconoce que Gobierno y Partido son “realidades complementarias que deben actuar coordinadas”, pero cuya relación “no puede ser de subordinación ni sometimiento”.
Fernández Maillo ya consiguió acordar con el PP de Madrid de Cristina Cifuentes otra transaccional por la que la organización territorial abandonaba la enmienda en la que pedía la celebración de primarias a dos vueltas con el voto de los militantes a cambio de que se puedan celebrar a nivel autonómico y local. El vicesecretario de Organización del PP consiguió de esta manera alejar una fórmula de elección que no era del agrado de Génova.
